
Política
10 de Marzo de 2025Miguel Crispi vuelve a irritar a la oposición: comisión investigadora de caso Monsalve termina abruptamente por sus respuestas
Apelando a la confidencialidad de su contrato, el jefe de asesores de La Moneda volvió a remitirse a que, dada su función legal, no podía responder determinadas preguntas sobre el actuar del Presidente Gabriel Boric en el caso Monsalve. Ello generó que el diputado Mellado, líder de la comisión, terminara la sesión antes de que cumpliera una hora de iniciada, advirtiendo que pedirán sanciones hacia los invitados, remitiendo los antecedentes a la Contraloría. Miguel Crispi renunció a su cargo durante la tarde de este lunes.
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“Usted no va a responder las preguntas. Por lo tanto, esta sesión se levanta“. Esas fueron las palabras que emitió visiblemente molesto el diputado Miguel Mellado (RN), presidente de la comisión especial investigadora sobre el caso de Manuel Monsalve, que terminó abruptamente —y que duró menos de una hora— luego de que el parlamentario increpase al jefe de asesores del Presidente Gabriel Boric, Miguel Crispi (Frente Amplio).
La situación que le antecedió al término abrupto de la sesión tiene su motivo. Y es que Mellado estuvo reiteradamente realizándole preguntas a Crispi —quien asistió a la sesión junto al jefe de gabinete, Carlos Durán (Frente Amplio)—, en las que el exdiputado frenteamplista se remitió al mismo argumento que dio la primera vez que acudió a la instancia: que las conversaciones entre él y el Mandatario son de carácter privado.
De hecho, al comienzo de la sesión se conversó respecto al pronunciamiento que hizo la Contraloría General de la República, que conversó sobre la asistencia y el aporte que debían otorgar los colaboradores del Presidente en instancias de comisiones investigadoras.
Fue en esa discusión cuando, al momento de hablar, el jefe de asesores se refirió a su contrato de trabajo. “Me parece relevante poder dar una opinión respecto al dictamen que da la Contraloría“, dijo, secundando la opinión de la contralora Dorothy Pérez, quien estableció que estaba la obligación de asistir y de colaborar por parte de quienes se desempeñan en cargos del Ejecutivo, aunque con objeciones en “conversaciones privadas”.
No obstante al respaldo a la opinión de la Contraloría, Crispi se supeditó al artículo 55 del Código Procesal Penal, particularmente al artículo 303. Apeló que allí se dice que quienes pueden obtenerse a declarar por razones de secreto. Y ahí apeló que por su “estado, profesión, o función legal (…), tuvieran el deber de guardar el secreto que se les hubiera confiado. En este caso, el Presidente de la República“, dijo. Crispi aseguró en la instancia que el cumplía con el criterio de “función legal”, referida al asesoramiento al Mandatario.
“Dada la función legal que cumple el jefe de asesores de la Presidencia, tengo la obligación de guardar reserva de ciertos procesos y espacios deliberativos del Presidente de la República. La función legal que ejerzo no sería posible sin ese secreto que la protege”, advirtió, sumando que en su contrato como jefe de asesores hay una cláusula de confidencialidad, “que tiene que ver con esa función que cumplo”, sumó.
Las preguntas y respuestas de Crispi que generaron el término de la sesión
Transcurridas algunas interpelaciones propias de la comisión —con un comentario que señaló que Crispi “es el peor jefe de asesores que ha tenido La Moneda”, proveniente del diputado Álvaro Carter—, llegó el momento en el que los ánimos se caldearon más de lo normal.
Fue ahí donde los protagonistas fueron el diputado Mellado y el jefe de asesores. “¿Usted le sugirió o le indicó al Presidente que no, o que sí, citara a los ministros para informarles de la denuncia? Sí o no”, preguntó el presidente de la instancia, recibiendo como respuesta un “vamos a terminar igual que la sesión anterior“.
Y ahí el intercambio se alteró. “Contésteme“, insistió Mellado, donde Crispi al responder que no podía referirse a la consulta dada la función que cumple como jefe de asesores, fue interrumpido por Mellado.
“¿Puedo responder?”, le preguntó Crispi al diputado, quien siguió con otra pregunta. “Es que no está respondiendo la pregunta”, dijo Mellado.
“Si no lo dejan responder, po'”, mencionó el diputado Diego Ibáñez (Frente Amplio), también presente.
“Presidente, déjeme responder la pregunta“, dijo Crispi mientras se le asomaba una sonrisa en la cara. “Si usted me invita”, añadió. “Conteste”, respondió Mellado. La respuesta era conocida: dada la función legal de Crispi, no podía brindar la información que se le requería.

Así se reiteró en, al menos, dos oportunidades más. No obstante, fue la última respuesta de Crispi la que generó la decisión abrupta sobre la comisión. Y es que el jefe de asesores dijo que había una impresión errónea sobre que él prestaba asesoría para cada asunto. En lo mismo, mencionó que él podía dar cuenta “sobre actos de Gobierno, que son cosas precisas sobre las cuales sí podría responderle (dirigiéndose a Mellado)”.
Y añadió, lo que terminaron siendo sus últimas palabras en la sesión: “Lo cierto es que dada la función legal que cumplo, yo no puedo compartir información respecto al espacio deliberativo, íntimo del Presidente de la República”.
Ante eso, Mellado le respondió de vuelta que remitirán los antecedentes a la Contraloría, “para que en conformidad del artículo 10 del Congreso Nacional, se proceda a un procedimiento disciplinario y se aplique una multa respectiva a ustedes“.
Y cerró: “Entonces, por lo tanto, usted no va a responder preguntas. Por lo tanto, esta sesión se levanta”.
La diputada Gloria Naveillán (libertaria), integrante de la sesión, dijo a The Clinic que Crispi “hizo una interpretación de lo que dice el oficio de la contralora. Obviamente una interpretación a su conveniencia para no responder”.
Además, la parlamentaria marca un punto sobre la responsabilidad que cabe dentro del viaje que realizó Monsalve al Biobío. “El punto es quién es el culpable políticamente de esa decisión. O es el presidente o es el señor Crispi. Como el señor Crispi no responde nada, entonces claramente no quiere asumir la responsabilidad, si es que la tiene, y está dejando caer al Presidente de la República. ¡Qué vergüenza!“.

Durán, jefe de gabinete, no alcanzó a decir ninguna palabra que fuera captada por el micrófono de la transmisión.
El diputado Ibáñez a la salida de la comisión dijo que llevará a la comisión de Ética al diputado Mellado por lo que consideró una “conducción grosera” de la comisión.
“Uno no puede culpar a una persona por no querer violar su contrato de trabajo cuando tiene una cláusula de secreto”, argumentó Ibáñez.
Durante la tarde, Miguel Crispi renunció a la jefatura de asesores de Presidencia.