
Ciudad
11 de Marzo de 2025Piden aumentar fiscalizaciones por exceso de velocidad, tras accidente de cuatro buses en la Ruta 5 Norte en Coquimbo
Un grave accidente de tránsito ocurrió la madrugada de este martes en la Ruta 5 Norte, luego de la colisión de cuatro buses de transporte público que dejó a seis fallecidos hasta el momento y más de 40 heridos.
Compartir
Un grave accidente de tránsito ocurrió la madrugada de este martes en la la Ruta 5 Norte, en la Región de Coquimbo. El hecho se generó a eso de las 5:00 de la madrugada en el kilómetro 483, luego de la colisión de cuatro buses de transporte público.
Según información de Carabineros, el suceso ocurrió luego de que una máquina de la empresa Pullman Bus quedara en panne, deteniéndose a un costado del camino. Minutos después, un bus de la empresa Cejer habría frenado junto al primer bus para ayudar a los afectados.
Sin embargo, el conductor de un tercer bus -también vinculado a la compañía Cejer- no se habría percatado de la situación que ocurría más adelante y chocó con el segundo bus. Lo mismo habría ocurrido con el chofer de una cuarta máquina, también de la empresa Pullman Bus.
El accidente de tránsito dejó a seis fallecidos y alrededor de 40 heridos de distinta gravedad, quienes han sido trasladadores a los Hospitales de La Serena y Coquimbo. Dado que el hecho tuvo lugar en dirección al norte, la ruta se mantiene cortada de sur a norte.
Por el momento, el tránsito está siendo desviado por Guanaqueros.
Tras accidente de buses: experto llama a fiscalizar exceso de velocidad
A raíz del accidente, Franco Basso, académico de Ingeniería Industrial PUCV, explicó que, en general, los volcamientos -como el que ocurrió- “ocurren cuando hay excesos de velocidad, particularmente en sectores de curvas. Este accidente que ocurrió en esta zona de Morrillo y cerca de La Tacas fue en una zona que usualmente tiene excesos de velocidad importantes, debido a cómo está construida la autopista. Estamos en sectores en los cuales no existe, digamos, una gran cantidad de flujo, es muy distinto a lo que ocurre hacia el sur”.
“Hacia el norte normalmente la cantidad de vehículos que circula por hora es mucho menor, y por lo tanto, se hace claramente más fácil poder tener excesos de velocidad. Aquí es muy relevante, por tanto, aumentar la fiscalización con respecto a los excesos de velocidad, de modo de que las personas, los buses y los vehículos particulares tengan y puedan respetar la velocidad máxima que indican las medidas del tránsito”, añadió.
En esa línea, Basso abordó las medidas que se pueden tomar para mejorar los estándares y evitar que sucesos como este vuelvan a ocurrir. Primero, dijo que es necesario “endurecer las penas, por una parte, a quienes transitan en exceso de velocidad, o con un manejo descuidado. Aumentar los niveles y la periodicidad con las cuales se hacen las evaluaciones para entregar las licencias de conducir de todos los tipos, tipo B o tipo profesional y además avanzar en tecnología”.
“Hoy en día existen distintos tipos de tecnologías que, por ejemplo, pueden detectar conducciones distraídas al interior de la cabina, y pueden ayudar a que los choferes, y particularmente los tomadores de decisiones, sepan cuáles son los conductores que están teniendo un modo de conducir, digamos, que va fuera del riesgo o con un riesgo exacerbado”, acotó el académico.
Por otro lado, Basso indicó que “hay también metodologías, modelos que permiten a través de información de los GPS generar ranking en términos de velocidades, frenadas bruscas, aceleraciones bruscas, distracciones y fatiga que permiten poder generar ranking. Ese tipo de tecnología casi no existe hoy en día aplicada en las distintas empresas de buses”, apuntó, añadiendo que esto “permite poner un poco de inteligencia a los modelos de riesgo, y no solamente tomar medidas una vez que ocurren los accidentes”.
Rodrigo Fernández, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de los Andes y doctor en Transporte, por su parte, indica que se trató de “un típico accidente por alcance en una carretera en que los vehículos van uno detrás de otro a alta velocidad. Si el primer vehículo frena o se detiene, el segundo tiene menos tiempo para reaccionar y el último, el cuarto bus en este caso, no alcanzó a frenar y colisionó al tercer bus. Es en esa colisión donde se ve la mayor energía. A lo anterior se agrega que era de noche y a los conductores se les dificulta calibrar bien las distancias”.
“En carreteras los buses deben circular a menor velocidad, porque tienen menos maniobrabilidad y más masa. Que un bus interurbano vaya a más de 80 km/h es peligroso. Lamentablemente, en tramos rectos los buses suelen superar ese límite. Los operadores de flotas de buses interurbanos no deberían presionar a sus conductores para cumplir con tiempos de viaje que los lleva a ir a 100 km/h o más”, acota.