España sigue devolviendo chilenos: el caso de Domitila Huerta

El año pasado, Pedro Peirano, el creador de 31 minutos, pasó todo un día detenido en el aeropuerto de Barajas, Madrid, porque había extraviado la hoja de reserva del hotel y no tenía suficiente dinero en efectivo para mostrar en policía internacional, aunque sí tarjetas de crédito con suficiente cupo. Si no lo deportaron fue por la gestión de Osvaldo Puccio, por ese entonces embajador chileno en España, y principalmente por tener conocidos que movieran rápidamente sus contactos. Pero no todos corren igual suerte. Es el caso de la señora Domitila Huerta, de 62 años, que viajó el fin de semana recién pasado a Barcelona para pasar las fiestas junto a su hija pero no pudo salir del aeropuerto del Prat y fue devuelta a Chile 30 horas después de su arribo. Este es el relato de María Luisa Maira, la hija de Domitila, de la dramática e injusta situación:

“Soy María Luisa Maira, chilena con permiso de residencia y trabajo en España (Barcelona), con mi madre (que vive en Chile) nos propusimos pasar las fiestas de fin de año en Barcelona. Esto significó comenzar con los preparativos del viaje, mi madre, Domitila Huerta, jubilada del Ministerio de Educación, visitó el consulado de España en Chile para ponerse al día con los requisitos que pide el gobierno Español a los turistas chilenos para entrar a este país, le entregaron una circular con todos los requisitos, estos son:
– Carta de invitación o reserva en un Hotel
– 50 euros diarios si vienes con reserva o 25 euros diarios si traes carta de invitación
– Seguro médico, pasaje ida y vuelta. Si tienes previsión Fonasa no necesitas seguro medico por los “convenios que tiene Chile con España”.

Bien, mi madre llegó hoy al aeropuerto del Prat en Barcelona a las 10:40 de la mañana con los siguientes documentos:
– Reserva en una hostal por 15 días con el primer día pagado, como lo hace todo el mundo
– El dinero correspondiente a los 45 días que duraba su viaje por 50 euros diarios, ya que venía con la reserva de hotel que yo le pagué acá.
– Además, certificado de parentesco madre-hija, con todos los timbres (ministerios y consulado) justificante de residencia mío, mi fotocopia de documento de identificación que acredita que tengo permiso de residencia y trabajo legal en España, mi contrato de trabajo como profesora de música, fotocopia de carné que acredita que soy estudiante de Doctorado en Didáctica de la Música en la Universidad Autónoma de Barcelona.

Con todos estos documentos en mano, en policía internacional no la dejaron pasar y la llevaron a una sala donde la mantuvieron todo el día sin dejarme verla y sin darle explicaciones, la hicieron firmar un documento donde declara que no tiene las condiciones necesarias para mantenerse económicamente en España, me pregunto: ¿con 2.200 euros una persona no puede vivir 45 días en Barcelona?

A las 5 de la tarde la asistió una abogada con la cual tuve la posibilidad de conversar y explicarle la situación de lo que “pasaba”, lo escribo entre comillas porque guardia civil me daba muy poca información de lo que estaba sucediendo, la abogada muy amablemente conversó con ella y la defendió frente a policía, pero aun con todas las apelaciones que se hicieron no la dejaron pasar al país, la abogada cuando salió me informó que ella pensaba que este era un caso de injusticia porque mi madre cumplía con todos los requisitos; el pero que encontró la policía internacional para no dejarla entrar era que la reserva del hotel, además debía estar pagada completa, no solo pagada la reserva (en la circular que entregan en el consulado eso no se especifica), la abogada llamó a la hostal para comprobar la reserva de mi madre que por lo cierto es completamente real y preguntar por la posibilidad de pagar toda la estadía para solucionar lo más rápido posible esta situación, pero nuevamente policía no aceptó los argumentos de apelación.

Es comprensible que los gobiernos tengan miedo a la inmigración, pero no será mucha paranoia y mala leche no dejar pasar a una señora de 62 años que después de años de trabajo logra con gran esfuerzo tomar un avión (1200 euros cuesta el billete) y venir a darse el gusto de su vida, visitar a su hija que estudia en Barcelona y pasar unas lindas fiestas?, acaso ella que tiene su vida hecha en Chile, con sus costumbres , su casa, sus perros, va a querer algo de acá, quitarle el trabajo a alguien, cuando ella ya no quiere trabajar más? Acaso España tiene malas relaciones con el pueblo chileno?, no es primera vez que escucho de un caso como este, creo que este tipo de problemas le pasa a muchos latinoamericanos.
En estos minutos mi madre va viajando de vuelta a Chile, desde el lunes que no duerme y aun nadie le dice nada, hoy es 2 de diciembre del 2008 y acá en Barcelona son las 00:07 de la madrugada

Me cuestiono el reaccionar del gobierno chileno que no toma cartas en el asunto ya que informé a la embajada de Madrid que informó al consulado de Barcelona de la situación y la respuestas fueron solamente haber tomado conocimiento del caso sin haberse producido ni una reacción que pudiese solucionar el problema.

Espero que me escuchen y publiquen este comunicado ya que hay mucha gente que no sabe que este tipo de injusticias suceden a diario y la gente que se ve involucrada no sabe cuáles son los derechos que se deben reclamar, ni como actuar.

No sé cuando veré a mi mamá”.

María Luisa Maira