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Cultura

10 de Enero de 2010

Catalina Saavedra, “La nana”: “¿Por qué no se hace un Informe Especial sobre la basura televisiva que tenemos?”

Macarena Gallo
Macarena Gallo
Por

POR MACARENA GALLO • FOTO: ALEJANDRO OLIVARES

El 2009 fue un año redondo para la protagonista de la premiada película “La Nana”. Acaba de ganar un Gotham como mejor actriz y está a la espera de los resultados de los Globos de Oro. Hablamos con ella de todo lo que atañe a las nanas, de política dura y de la sempiterna televisiva en la que trabaja, también, de nana: “Los Venegas es casi como el papel confort. Es tan nuestra”, dice.

Leí por ahí que tu bisabuelo era descendiente oriental.
-Eran de esos nipones de no sé dónde, que vinieron a principio de siglo a Antofagasta. Es como la historia de los Unitas, cuando vienen los marinos gringos al puerto de Valparaíso y se meten a los cerros, se van y salen niños rubios con caras de indígenas, acá fue lo mismo pero oriental con nortina. Esa fue la mezcla. Mi bisabuelo era un marino que dejaba un amor en cada puerto. Esa onda.

¿Tú sientes que tengas algo de él?
-No, si nunca supimos nada más de él. Ni tenemos idea de qué parte de oriente era. ¡Se fue el chino desgraciado! Nuestro apellido no debiera ser Saavedra, podría ser orientalísimo… Toshiba. Mi abuelo es muy oriental de aspecto. En cambio, yo soy oriental de alma.

NANAS

¿Cómo fue tu primer rol de nana?
-Fue en la película “Hasta en las mejores familias”, dirigida por Gustavo Letelier. Ahí hice de nana junto a Glorita Benavides. Coincidió que fue mi primer trabajo de recién egresada de la escuela.

¿Y esperabas que tu primer rol fuera ese?
-No, en realidad esperaba cualquier trabajo. Saltaba en una pata, porque recién egresada me estaban llamando para actuar en una película. Después he hecho varios papeles más de nana. El que más ha perdurado ha sido el de Los Venegas. Hace cinco años que trabajo con ellos.

¿Por qué ha durado tanto tiempo esta serie?
-Es casi como el papel confort. Es tan nuestra. La representatividad del mundo de la clase media, el humor blanco, la ha hecho perdurar en el tiempo. Es todo demasiado ingenuo. Me encanta representar esa parte de Chile. De repente las temáticas se vuelven demasiado bobas, pero tampoco importa mucho. Podríamos reírnos mucho más de la contingencia, como se hizo hace un tiempo.

¿Por qué será que siempre te toca a ti hacer de nana?
-El cartel de la eterna nana no me lo he puesto yo. He hecho mi carrera con roles totalmente diversos. Por ejemplo, en teatro nunca he hecho a una nana. La gente que no sabe eso es porque no va al teatro, lo que tampoco me molesta, en absoluto. Sé mis propias capacidades y si me toca hacer de nana otra vez, me pongo el desafío de reinventarlo.

Pero más allá de eso, ¿por qué te dan esos roles en la tele?
-Creo que es por el aspecto. No soy bonita para los estándares que pide la tele. Tengo un aspecto súper popular, súper de chilena. Tengo capacidades histriónicas que le sirven siempre al papel de nana simpática. También cacho harto el mundo de las nanas y me he dado cuenta que hay miles de tipos de nanas. El otro día me sorprendió mucho la nana de Gabriel Valdés.

¿Cómo la conociste?
-Tuvimos un encuentro con nanas de famosos y ella era totalmente versada. Usaba unas palabras increíbles. Ella misma decía que había aprendido mucho, porque había llegado muy chica a la casa y se había culturizado con ellos.

¿Y las nanas de tus amigas qué te dicen ahora?
-Están felices, nos sacamos la foto, conversamos de la película y de cómo ellas se sienten representadas. Yo me he sentido muy cercana al gremio, desde mi anonimato como ser humano y como actriz. Son súper valiosas.

ESTRELLAS

“La Nana” partió bien piolita y nadie imaginaba el éxito internacional que tendría. Ha ganado hartos premios, como el Gotham, y ahora está nominada a los Globos de Oro…
-Es raro, porque uno como actriz no anda pensando en ganarse este tipo de premios y ser famosa. Pero ir a los Gotham me sirvió para ir y presenciar las grandes figuras como Meryl Streep y Robert de Niro.

¿Cómo son ellos?
-¡Son normalísimos! Es la desmitificación de la estrella. Ellos tuvieron la suerte de nacer en la cuna de la industria, pero estudiaron igual que nosotros. El nivel de los actores chilenos me parece formidable y estoy segura que muchos de los nacidos aquí habrían sido unas tremendas estrellas afuera.

¿Hablaste con De Niro?
-¡Imposible! No hablo nada de inglés, sólo compartimos un evento de igual a igual, donde además ¡yo gané y fui la estrella!

Hace poco una columna molestó al actor Alfredo Castro, porque ponían en duda su credibilidad. La columna decía que Castro apoyaba a Arrate, que está en contra de los abusos a los trabajadores, pero que a la vez es rostro de una multitienda que tiene fama de abusar de sus empleados.
-Pienso que cada uno es dueño de hacer de su vida lo que más le plazca y de ser consecuente o de tratar de serlo. Ahí no juzgo.

Pero has dicho que por nada del mundo harías un comercial.
-Lo he dicho con todas sus letras: ¡jamás haría una campaña publicitaria! En un país, como el nuestro, me daría mucho pudor ofrecer productos como un plasma o la moda Paris del 2010, cuando sé que hay campamentos todavía, cuando sé que esta publicidad no está dedicada a un sector de la sociedad que puede hacerse cargo de estas deudas.

¿Cómo?
-Porque la publicidad no dice: “oye, tú, pobre, que no tienes ni un peso, no importa, sigue endeudándote y ven a comprar a esta gran tienda”. ¡Eso me da un pudor enorme!

Si es así, ¿no encuentras que es contradictorio lo que pasa con actores como Castro? Como que al final nadie les cree su parada.
-Puede ser. Depende de la óptica por donde se mire. No desmerezco todo el trabajo que ha hecho él culturalmente. No lo juzgo, pero igual me extrañó verlo. Se produce una dicotomía ahí. Es fuerte eso. Yo quedé para adentro cuando mis colegas, después del escándalo, aparecieron en el comercial de las farmacias. Me llama la atención como cualquier mortal que hace su propio análisis del asunto. Yo digo “shuta, qué pasa aquí”. Unos dicen que no sabían de eso y que lo habían grabado mucho antes. Ellos deberían hacer eso público o sería bueno que ellos mandaran una carta y dijeran que no están de acuerdo con la política de las farmacias o las multitiendas…

¿A ti te han llamado para hacer este tipo de comerciales?
-No. Debe ser por todas las declaraciones que he dado. Además, no soy una imagen que les sirva a ellos. A lo mejor si me invitaran a hacer un comercial de helados Panda, te aseguro que si yo accediera iría como personaje. No iría como yo. Pero casi siempre es gente súper linda o gente entradora, no sé…Eligen a los más bonitos y no estoy entre esos cánones que exige la televisión.

A propósito, ¿qué piensas de la televisión chilena?
-Que valora muy poco a la gente. A veces dudo si TVN es estatal. Porque ¿dónde está la gente que corta el queso aquí para no exigir una cuota de pantalla cultural? Hora 25 lo dan a ¡la una de la mañana! Es el único programa que más o menos da una pincelada a la vida cultural. No entiendo por qué el Canal 13 Cable es mejor que el abierto. Una vez dije algo feroz.

¿Qué cosa?
-Así como se hacen Informe Especial sobre cosas truculentas, de corrupción, de pedofilias, de Irán o Irak, ¿por qué no se hace un Informe Especial para analizar la basura televisiva que tenemos? ¿Por qué no se va a hablar con los que deciden lo que vemos? Porque no se puede. Sería ridículo, porque tendrían que ir al mismo canal y subir al piso quinto a hablar con el gerente de programación. Esas preguntas ya no me las hago ahora, porque ya no consumo televisión. ¡Me cansé!

¿Y a tu hijo le dejas que vea Yingo?
-¡Nooo! Trato de impedírselo. Le pongo cualquier obstáculo para que él consuma esa basura. Le digo que le va hacer mal al cerebro o que se le va a deformar… Le digo todas esas cosas terribles y él me mira así nomás, porque va al colegio y sus compañeros son fanáticos de esa basura. Es una lucha siempre. Pero tampoco le voy a prohibir la televisión porque es parte del mundo y en ese sentido estoy contra de cortarle las manos si es que la ve.

IZQUIERDA DIVIDIDA

Estás apoyando a Frei en segunda vuelta. Hay que hacer un milagro para que le gane a Piñera.
-No creo que sea tan imposible. Algo puede suceder. En mi caso, estoy apoyando votar contra Piñera. En la primera vuelta voté por Arrate, porque es lo que más me representa. Si bien ahora Frei no me representa en absoluto, pienso votar por él porque no estoy ni ahí con que salga la derecha.

¿Por qué le temes al gobierno de Piñera?
-Le temo mucho. Tengo cero empatía con él. Él es representante de la derecha y eso ya me produce un temor enorme. Después de lo que significó el gobierno militar, no he escuchado a Evelyn Matthey ni a Longueira ni a Piñera decir: “oigan, saben que nosotros no somos este tipo de fascismo”.

Hay algunos que dicen que con él no cambiará mucho el país.
-Culturalmente creo que se irá a la cresta. Ahí vamos a tener Yingo en todos los canales, tener shiaaa, reggetón, vamos a tener ¡sschiaaaa!. No sé, creo que esta gente tiene un nivel de conservadurismo tremendo. Se prohibiría todo. La Iglesia tomaría un poder tremendo. Entonces, si sale Piñera lo que queda es huir de la patria. Sería catastrófico, un retroceso.

¿Y con Frei no?
-Habrá que seguir luchando, exigiendo cosas, pero creo que hay mucho más opciones por este lado de la Concertación, que por un gobierno de derecha. La gente que se aburrió de votar por la Concertación y que ahora lo hará por Piñera, refleja una desesperanza máxima. Yo estoy por darle tiempo al tiempo. Y 20 años no son suficientes. Pero se han logrado bastantes cosas. Yo me siento en un país bastante libre y siento que se puede avanzar aún más. Con un gobierno de derecha, no sucedería eso.

Más allá del éxito personal, ¿cómo evalúas este año en lo noticioso? ¿hay algo que te haya marcado?
-Lo más fuerte ha sido el tema de las elecciones y la división de la izquierda. Hay una confusión tremenda. Yo antes sentía que éste era un país dividido entre gente de derecha y de izquierda, pero ahora hay una mitad que está unida, que es la derecha, y otra dividida, que es nuestra izquierda. Eso no debería ser, porque la unión hace la fuerza de todas maneras.

HABLA RAQUEL, “LA NANA”

¿Cuánto gana, Raquel?
-Shuta, 250 lucas.
¿Cuánto le gustaría ganar?
-Quiere ganar mucho más, aunque no sabe en qué gastar la plata.
¿Por quién vota?
-Vota por Piñera. No tiene mucha visión de mundo y votaría por lo que votan los patrones. Tiene un problema de ignorancia tremendo. Se va a comprar el chaleco Luis Vuitton y no cacha ná que se le va todo el sueldo en Alonso de Córdova. Eso es ser aspiracional. Si hubiese sido más vivita, no habría hecho eso y no se habría amargado por el chaleco sin marca que le regaló su patrona.
¿Por qué postergan tanto su sexualidad?
-No hay un objetivo mayor que hacer bien el aseo, cuidar bien a los niños, salir el domingo. Es una seguridad mula de creer ser parte de una familia que no lo es. Ese es un pensamiento bastante opus, de decir “tú naciste así y te morirás así”. Te hacen creer que eres parte de la familia, te tratan con respeto, te dan tu regalo de navidad y no quiero más para ti, no quiero que estudies. Raquel no lo pasó muy bien en su infancia. No se sabe de su familia. Se deja estar como persona y pasan los años.

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