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Mundo

27 de Octubre de 2010

Desacato al papa: En Suiza la Iglesia Católica reparte condones

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Todas las parroquias católicas de la ciudad suiza de Lucerna han iniciado en estos días una campaña de beneficencia pública. El objetivo es ayudar a mantener a los parroquianos con buena salud previniendo el contagio del SIDA, lo que implica -de acuerdo a las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud- la promoción del uso del condón. Y como las parroquias de Lucerna no quieren hacer campañas de salud a la ligera, pues reparten sencillamente condones entre los interesados.

“Olvidar es contagioso. Protege a tu prójimo como a ti mismo”, reza el slogan de la iniciativa. “Nuestra acción no es una provocación”, señala uno de los párrocos, Alois Metz, a un programa de la tevé alemana. “Nosotros debemos proteger la vida y en este caso lo hacemos a través de los preservativos”, sentencia el párroco. “El preservativo no es un remedio milagroso en la prevención contra el SIDA, pero es una posibilidad entre otras. Aquel que no lo mencione cuando se aborda el tema del SIDA, actúa contra la ética”, agrega uno de los portavoces de esta iniciativa católica, Florian Flohr.

Dicho y hecho. Unos furgones parroquiales comenzaron a recorrer las calles de la ciudad de 200 mil habitantes, que con su aspecto de postal alpina es la que atrae más turistas en toda Suiza. En estas kleinbus se repartieron condones y se promocionó la visita de los forasteros a las parroquias locales, por lo que se podría entender que la campañía tiene también una arista de marketing turístico. De manera que se podía ver a sacerdotes, por ejemplo, en un puesto instalado en la estación de trenes local, entregando folletos informativos y preservativos.

La campaña pone a los sacerdotes católicos de Lucerna en abierta contradicción con las directivas de El Vaticano, que repudia que se forre el pene con el adminículo de látex durante las relaciones sexuales, pues la doctrina supone que esa práctica aumenta el número de relaciones sexuales pecaminosas desde el punto de vista católico (las que se realizan fuera del matrimonio). Desde ya, el obispado del cantón de Bale, del que dependen las parroquias de Lucerna, adelantó que analizaría el contenido de la campaña. Una reacción bastante diplomática y tibia, considerando el desacato de los curas suizos a las órdenes del papa Benedicto XVI y su predecesor, Juan Pablo II.

Pero otros están más escandalizados. Algunos reportes hablan del desagrado de ancianas feligresas, que corresponden al perfil mayoritario de quienes asisten en Europa a las despobladas misas católicas. A nivel oficial, las diócesis suizas de Coire y Chur, además de la organización antiabortista católica Human Life, denostaron la repartición del implemento sanitario, tachándola de “irresponsable”. Incluso señalaron, en un intento de abalar sus posturas religiosas con algún argumento científico, que la iniciativa sería un error desde el punto de vista médico, puesto que el condón no ofrece protección total respecto a las enfermedades de transmisión sexual, a diferencia de lo que ocurre cuando no se practica el sexo en lo absoluto. Falta por el momento la reacción de El Vaticano.

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