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Mundo

10 de Febrero de 2024

Sacerdote chileno fue condenado por abuso en Estados Unidos: Lo que se sabe del caso del “Father González”

El menor habría sido expuesto ante este cura luego de que su familia lo conociera en el 2020. La defensa logró rebajar la condena que habría sido de condena perpetua.

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Un caso de abuso sexual se dio a conocer en Estados Unidos, específicamente en Carolina del Sur, cometido por un sacerdote católico. Este fue condenado a 22 años de prisión. La particularidad del caso que se conecta con Chile es que es el país de origen de este imputado.

Se trata de Jaime Adolfo González Farías, de 69 años, quien incluso arriesgó cadena perpetua por este caso, según señaló el San Diego Union Tribune. Fue la jueza federal Mary Geiger quien aceptó una moción de la defensa para disminuir esta pena.

Conocido como Father González, el sacerdote llegó a Estados Unidos en el año 2001, volviendo a Chile tiempo después, para luego regresar a Carolina del Norte en el año 2015, donde tuvo a tres parroquias a su cargo.

Lo que se sabe de las acusaciones al sacerdote chileno en Estados Unidos

Jaime González Farías, antes de ser sacerdote, fue tecnólogo médico, hasta que asistió a retiro espirituales, los cuales provocaron que se uniera al sacerdocio. Eso es lo que contó la defensa del párroco ante el tribunal, según recogió el medio anteriormente citado.

Cuando llegó a Estados Unidos en el 2001, trabajó por un buen tiempo en Nueva Jersey y Florida. Tras otro tiempo en Chile, el ahora sacerdote volvió para estar cinco años en la Iglesia Católica Blessed Trinity.

En el 2020, ejerció en unas pequeñas iglesias donde conoció a la familia de un niño de 11 años. Fue ahí que los convirtió en sus protegidos, pero también comenzaron los intentos de abuso hacia el menor, supuestamente. Incluso, este le habría mostrado pornografía al pequeño.

Tras ser descubierto, y ser condenado a 22 años de prisión, con vigilancia permanente en caso de ser liberado, el sacerdote chileno escribió una carta a la familia de la víctima. “Le he fallado a Dios, a nuestra Iglesia Católica y a usted, que me abrió la puerta de su casa y dejó que su hijo pasara tiempo conmigo”, señaló.

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