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Cultura

22 de Mayo de 2012

La historia de la bandera para Allende truncada por la Dictadura

En República hay universidades, hay un Mcdonalds, hay estudiantes, hay minas ricas, hay vendedores, hay almacenes, hay gente -mucha gente- pero, en un momento, al caminar hacia el sur, la gente desaparece y lo que hay es una gran bandera roja en el Museo de la Solidaridad. Una bandera roja que hasta hace poco no […]

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En República hay universidades, hay un Mcdonalds, hay estudiantes, hay minas ricas, hay vendedores, hay almacenes, hay gente -mucha gente- pero, en un momento, al caminar hacia el sur, la gente desaparece y lo que hay es una gran bandera roja en el Museo de la Solidaridad. Una bandera roja que hasta hace poco no existía ahí, que fue pensada en 1972 y que no pudo hacerse hasta hoy, cuando han pasado cuarenta años.

Hace un tiempo. Antonio Días, artista, brasilero, residente en Río, recibió un correo enviado por Claudia Zaldívar, directora del museo, que decía que quería armar por primera vez su propuesta de la obra que nunca se hizo: una bandera roja, enorme, que tenía como destino el Parque O`Higgins.

Hace más tiempo -en otro siglo- Antonio Días vivía en Nueva York y era él quien enviaba una carta. El destinatario era otro brasilero -Mario Pedrosa- en esos días director del museo-, la fecha de la carta era 17 de febrero de 1972 y habían palabras y dibujos. Palabras que hablaban de Chile y dibujos que indicaban cómo debía ser la bandera que él tenía pensada para Santiago.

Algo de historia: año 71/campaña de desprestigio nacional por parte de la derecha al gobierno de Allende/Allende invita a varios artistas-intelectuales-políticos a observar eso que llaman la vía chilena al socialismo para tratar de contrarrestar esa campaña. Resultado (o uno de los resultados): José María Moreno, crítico de arte español, y Carlos Lebia, senador italiano, le proponen a Allende que invite a distintos artistas del mundo a donar sus obras para apoyar al gobierno. Mario Pedrosa se hace cargo y, en tres meses, reciben más de quinientas obras.

La carta que le mandaba Antonio Días a Mario Pedrosa traía las líneas de lo que se convertiría en una obra más. La pregunta es por qué una bandera y por qué roja. La respuesta es menos obvia de lo que uno podría pensar.

Habla Carla Miranda, que cuarenta años después haría la curatoría de la obra:

-La interpretación de la bandera de Días, esta en relación a una nación independiente, la nación de los artistas, los verdaderos artistas del compromiso arte y vida, no de aquellos que crean y producen para coleccionistas o señoras que decoran la sala de estar. La bandera roja no está necesariamente asociada a un partido político en particular, sino más bien con los movimientos revolucionarios de izquierda, que van desde el anarquismo, socialismo al comunismo.

Pero la bandera -el proyecto de bandera- termina siendo un símbolo de todo lo que no fue: llega 1973, viene el golpe, la dictadura, el exilio y la idea de un museo común empieza a funcionar en los países a los que se van los exiliados. Pero las obras que estaban acá quedan escondidas, oscurecidas, en el MAC.

En un resumen fácil y rápido diríamos que llega la democracia y las obras comienzan a devolverse al museo. Es ahí donde Claudia Zaldívar encuentra la carta: buceando en los archivos, en todo lo que parecía descartado por la historia, y descubre que la carta es más que una carta. No sólo es un documento: es un monumento en sí, es un testimonio de la memoria y, luego de cuarenta años, el mail que le envía a Antonio para contarle impresiona al brasilero. Antonio dona la idea de la obra y sugiere cómo hacerla.

Algo se restituye.

Y Carla Miranda, al hablar de por qué hacer esto ahora, dice que no hay nostalgia en el acto. Es otra cosa. Algo vivo:

-Hoy tengo la certeza de que esta utopía de hacernos la guerrilla interior para parir un hombre nuevo, como decía Matta, está en nosotros. Quizá no con el partidismo de ayer, sino como ciudadanos activos que nos damos cuenta de que el devastador capitalismo no puede seguir.

Lee la carta original de Antonio Diaz:

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