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10 de Septiembre de 2023

Cómo el discurso de Salvador Allende sentó las bases de la izquierda chilena actual: su influencia en el Presidente Boric y el Frente Amplio

Ilustración: Camila Cruz

La figura de Salvador Allende y su discurso ha sido un factor importante para la izquierda, desde que Ricardo Lagos entró a La Moneda hasta Gabriel Boric, quien en innumerables ocasiones ha citado sus palabras. Aquí, figuras de primera línea de los partidos de izquierda y del Frente Amplio intentan descifrar por qué las palabras de Allende siguen siendo referentes para ese sector político.

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“Vengo de Chile, que es un hermoso país situado en el extremo sur de América, entre la Cordillera de Los Andes”, pronunció el Presidente Gabriel Boric hace casi un año, en la Asamblea General de Naciones Unidas. La referencia del mandatario no fue casual: 50 años antes, en 1972, y desde ese mismo podio, palabras similares pronunció Salvador Allende.

Y es que el influjo del exmandatario y líder de la Unidad Popular ha sido manifiesto en la trayectoria política de Boric, pero uno que se hizo mucho más evidente tras alcanzar la primera magistratura del país. El tono lo marcó en su primera alocución, ya asumido como jefe de Estado, desde el balcón de La Moneda.

“Estamos abriendo las grandes alamedas, por donde pase el hombre y la mujer libre para construir una sociedad mejor”, dijo, repitiendo la reconocida frase del socialista en su último discurso del 11 de septiembre de 1973.

En su primer discurso en La Moneda, Boric aludió directamente a Allende.

Las señales, ese día en que Boric llegó al poder, también vinieron de su propio partido, Convergencia Social, quienes convocaron a la militancia a esperar el primer discurso del asumido mandatario en torno a la estatua del expresidente.

Así, hace algunos días, y al cierre de su entrevista en Mesa central, de Canal 13, Boric se declaró optimista de “Chile y su destino”. E incluso, y en lo más anecdótico, en 2021 -mientras era candidato- el Presidente reveló tener en su poder la máquina de escribir de Augusto “Perro” Olivares, estrecho asesor de Allende y director de TVN por esos años.

“En esta máquina redactaba los discursos que Allende leía en sus campañas: era la máquina portátil que se llevaba a los viajes. Un amigo se la pasó al papá de mi amigo, y este la guardó durante mucho tiempo. Se la dio a su hijo, que la encontró hace poco y dijo que había una fuerza ahí que quería traspasarme”, relató en ese entonces, a La Cuarta.

Pero en medio del clima “eléctrico” -como lo ha definido el mismo mandatario- en torno al hito de 1973, ha optado por marcar matices.

Los vaivenes de Boric

A horas de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, Boric -como el grueso de la población actual de Chile- no vivió de primera fuente los hechos de 1973. 

Y los sondeos de opinión más recientes -como el especial de Pulso Ciudadano, a propósito de ese mismo hito- apuntan a que la percepción es que Allende fue quien tuvo la mayor responsabilidad del Golpe en Chile. Y pese a que sigue siendo mayoritaria la postura de que los hechos del 11 de septiembre no tenían justificación, un porcentaje no menor (32,6%) afirma lo contrario.

De esos antecedentes ha tomado nota La Moneda. Y a contrapelo de sectores oficialistas como el Partido Comunista (PC), Boric ha dado señales de una postura que él mismo ha definido como menos idealizada de Salvador Allende y de la Unidad Popular.

Ha llamado a no tener una “perspectiva mítica” de ese período y, en su último paso por Europa, el Presidente -en entrevista radial- señaló que “a mí no me gustan las idolatrías; Allende, como toda persona compleja, tiene luces y sombras”. Más recientemente, y a propósito de la actividad que organizó el Comité de Iniciativas por los 50 Años el pasado 4 de septiembre por el aniversario del triunfo de la Unidad Popular, Boric, aunque fue invitado -afirman organizadores-, no se plegó a la actividad.

En un reciente entrevista a The Clinic, el académico Daniel Mansuy plantea -al recordar la primera referencia de Boric a Allende ya investido como mandatario- que “hoy no me imagino al Presidente diciendo de nuevo que estamos abriendo las grandes alamedas. Al gobernar un país, tú te topas con problemas demasiado domésticos como para estar hablando de las grandes alamedas. Creo que él tenía una visión muy idealizada de la Unidad Popular”.

“Hoy no me imagino al Presidente diciendo de nuevo que estamos abriendo las grandes alamedas”, define Daniel Mansuy.

El tono y el énfasis de las palabras del acto principal del lunes están por zanjarse. A eso de las 11.30 horas, en medio del acto oficial, está previsto que el Presidente entregue su discurso.

En el oficialismo prevén que sus palabras, en medio de las disputas con la oposición respecto a la firma del Compromiso de Santiago, apunten a la valoración transversal de la democracia. Preocupa en el gobierno, agregan en los partidos, el mayor espacio que ganan las ideas autoritarias en generaciones más jóvenes.

Para Marcela Ríos, exministra de Justicia de la administración Boric, y hoy vocera de la Fundación Salvador Allende, la vigencia en el relato y del discurso del Presidente Allende, y la influencia que tiene en el mandatario “reside en su compromiso vital con la democracia. En un momento en que la democracia está nuevamente amenazada en el mundo, ya quizás no por bombardeos y dictaduras militares, sino por la anti política, la distorsión de instituciones democráticas para fines autoritarios”.

Y agrega que cree que “Allende es un ejemplo de consecuencia. Su compromiso con la democracia era profunda y de larga data en un momento histórico donde eso era más bien la excepción. No se refiere sólo a sus últimas meses u horas de vida. Sino a una larga trayectoria como diputado, senador, cuatro veces candidato a la presidencia”.

El secretario general de la colectividad de Allende, el PS, Camilo Escalona, lo define así. “No me cabe duda que las ideas de Allende, de concebir los cambios solo en democracia, pluralismo y libertad, lo transforman en un adelantado a su tiempo y así lo comprende el Presidente Boric también”, concluye.

“Carne de estatua” y el primer socialista desde Salvador Allende

Corría el 2000, con Augusto Pinochet aún vivo, y a Ricardo Lagos Escobar le correspondió inaugurar la estatua de Salvador Allende, instalada a escasos metros del Palacio de La Moneda.

Desde que asumió, el peso sobre los hombros del expresidente no era poco. “El primer socialista desde Salvador Allende”, rezaba en los títulos de la prensa internacional al momento de su triunfo.

Estatua de Salvador Allende por el Golpe de Estado
La estatua de Allende a un costado de La Moneda.

Y así lo recordó recientemente en el ciclo de entrevistas con Canal 13, a propósito de la conmemoración.

Uno de los objetivos era demostrar que los socialistas podíamos gobernar. Como dijeron algunos asesores míos, una frase un poquito macabra: ‘¿Qué es lo que esperamos después de seis años?’ porque era el segundo gobierno de seis años. Que un presidente socialista salga de La Moneda caminando por sus propios pies. ¿Fuerte, no?”, rememoró.

Y el éxito del primer socialista desde el líder de la UP no fue poco: entregó la banda presidencial a otra militante PS, Michelle Bachelet.

Tres años más tarde de la inauguración de monumento a Allende, y para la conmemoración de los 30 años desde el Golpe de Estado, Lagos reabrió la puerta de Morandé 80 de La Moneda. Acceso por donde se retiró el cuerpo del líder de la UP tras el bombardeo a Palacio.

Años más tarde, y de cara a los 40 años, fue enfático: “No estoy de acuerdo con aquellos que creen que a partir de lo que hizo Salvador Allende hay que pedir excusas“, aludiendo a opiniones vertidas sobre el período de la Unidad Popular -en ese entonces- por Osvaldo Andrade y Camilo Escalona.

El influjo allendista en el Frente Amplio

El pasado viernes, en medio del relanzamiento de la biografía de Allende escrita por el español Mario Amorós, la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti (RD), tomó la palabra.

Salvador Allende Gossens es quizás uno de los líderes más famosos del mundo y, sin duda, la personalidad más importante de la historia nacional durante el siglo XX y un líder excepcional que condujo el proceso político chileno más observado a nivel mundial (…)”, consignó La Tercera. Y la edil agregó que para las generaciones jóvenes, “es un deber ético y moral poner su figura en el lugar que corresponde“.

Lo dicho por la figura de Revolución Democrática es una noción compartida en el Frente Amplio. La historia, los escritos y discursos del expresidente son parte fundamental de la formación de militantes.

Para el senador socialista, José Miguel Insulza, “la imagen de Allende, la imagen de su sacrificio, trasciende. Es un símbolo en pos de una causa. Ciertamente, hace que sea muy grato para la generación más joven de la izquierda (…)”.

En esa reflexión, algunos de los líderes fundadores del Frente Amplio rememoran los años de surgimiento del bloque, como uno de impugnación a las alianzas tradicionales, de crítica al período de la Concertación. Y en esa crítica a procesos -por ejemplo- como la renovación socialista y la forma en que el período de Allende se volvió, por un buen tiempo, en uno más secundario para el partido, consideran.

“Nosotros nos sentimos herederos. El Frente Amplio es heredero de la tradición socialista, es un pilar fundante. Es importante, porque vivió un proceso político largo. La Unidad Popular es una coalición que se armó por años, costó tiempo, trabajo y unidad de las fuerzas de izquierda en su momento, y generó un programa de transformación social (…). El programa de la UP era uno moderno, y de parte nuestra, hay una revalorización. Pero en paralelo, tuvo el escenario más desafiante, quizás más que el que atravesamos como oficialismo hoy en día. Sigue siendo un referente para la izquierda actual”, plantea el presidente de Comunes, Marco Velarde.

Lo secunda la diputada de Convergencia Social, María Francisca Bello: “Hay un punto que especialmente me parece relevante nombrar que es que durante los años de gobierno de la UP, hubo una unidad de izquierda de la que nos sentimos representados y de la que considero necesario que la tomemos como enseñanza para la avanzada del fascismo en estos tiempos. Por eso también se da la discusión del partido único del Frente Amplio”.

Por ello, es que para el bloque no cabe duda que Gabriel Boric, una vez más, y en las palabras que marcarán la conmemoración de los 50 años, nuevamente recurrirá a Allende y hará un guiño a sus palabras.

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