Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Opinión

23 de Abril de 2014

Camila Vallejo y polémica por Jaime Guzmán: “Pararme era hacerle honor a una persona que avaló las violaciones a los DD.HH”

Debutando en el Congreso con un proyecto de Ley para poner fin al lucro en todo el sistema educacional, estableciendo sanciones incluso a personas naturales, la diputada por La Florida avalúa bien la instalación del ministro Eyzaguirre, dice que la reforma tributaria es un piso mínimo para avanzar en justicia y apunta a la derecha por desviar la crítica que dio al quedarse sentada en el homenaje a Jaime Guzmán en el Congreso. "Está a la altura de Pinochet", dice.

Ricardo Ahumada
Ricardo Ahumada
Por



La ex presidenta de la Fech, Camila Vallejo, presentará su primer proyecto de Ley en el tema que más le apasiona. Una iniciativa que busca prohibir y sancionar el Lucro en todo el sistema educacional, elaborado junto a personas que sufrieron el cierre de la Universidad del Mar y que han sido expulsados de planteles privados, hoy investigados por posible elusión tributaria.

Desde su nuevo rol, la diputada por La Florida señala a The Clinic Online que el gobierno ha dado los pasos esperables, que ha dado buenas señales dialogando e incorporando a ex dirigentes a construir la reforma desde el ministerio y que la reforma tributaria que presentó, aunque no es el techo que espera, es un piso mínimo para llevar adelante lo que la ciudadanía apoyó en las urnas.

Además dice que el movimiento estudiantil debe mostrar con más fuerza sus propuestas y aclara que el quedarse sentada en el homenaje a Jaime Guzmán de hace algunas semanas fue para no avalar a un personaje que está a la altura del dictador. “Decidí quedarme sentada porque, para mí, pararme era hacerle honor a una persona que avaló las violaciones a los DD.HH.”, señala.

¿Cómo has visto al ministro Eyzaguirre durante este primer mes?

Creo que se ha adecuado muy bien a las exigencias del programa, desde mi punto de vista. Si bien tuvo unos eleves cuestionamientos al momento de ser anunciado por su curriculum, su participación en gobiernos anteriores -particularmente como ministro de Hacienda- y también por su participación en el FMI, creo que al momento de asumir la cartera lo hace con mucha altura de miras y pensando en lo que se está mandatado. De entrada dijo que el programa decía desmunicipalizar, exigía gratuidad y que eso es lo que tenía que hacer cumplir. Y de entrada también comenzó a hablar del necesario diálogo con los actores de la educación. Creo que ha generado un buen liderazgo de equipo, no pudiendo evaluar el resultado de eso todavía porque no tenemos los resultados concretos, pero sí las motivaciones.

Igual se le ha criticado un poco que sigue siendo bastante ambiguo. Los mismos estudiantes dicen que aún no se explica bien.

A ver, hay mucha claridad y mucha fundamentación respecto a por qué tenemos que terminar con la selección y segregación en el sistema educacional y luego por qué hay que desmunicipalizar, cuál es el objetivo y cómo va a ser en principio. En fin, hay mucha sintonía en cuanto a lo que se demandó desde las calles y por qué se demandó lo que se demandó ante un sistema que está en crisis. Pero todavía falta clarificar la hoja de ruta, que creo que es lo que más inquieta a los actores. O sea, por dónde se parte, cómo son los plazos, por qué es tan complejo resolver en la crisis de la educación y avanzar sin tener perspectiva integral te puede llevar a no tener una buena solución, sino todo lo contrario.

¿Por ejemplo?

Si garantizas gratuidad sin regular la oferta o sin delimitarla, también te puede generar un problema que agudice la crisis. Si avanzas en gratuidad y no fortaleces lo público, también. Por lo tanto, yo creo que eso es el tema más complejo, que es lo que se ha dicho sobre ‘la ingeniería del detalle’. Ya sabemos eso sí que se parte por fin al lucro, selección y copago, o sea, delimitar un poco como está operando el sistema privado, que está totalmente desregulado. Ahí hay un paso táctico necesario. Pero sí, comparto la inquietud y se lo hemos manifestado los mismos parlamentarios de la Nueva Mayoría.

Uno de los temas en lo que los estudiantes están preocupados es por gratuidad y por el mantenimiento de la lógica del voucher.

Mira, nosotros preferimos el financiamiento a la oferta antes que a la demanda y que en materia de instituciones del Estado la gratuidad tiene que garantizarse por financiamiento directo a las instituciones. Creemos que hacia allá hay que avanzar, sobre todo porque es la mejor manera para regular la oferta es mediante ese tipo de financiamiento. O sea, solo entregando voucher y becas es difícil poder regularlo, a menos que tengas una legislación muy estricta en materia de lucro y acreditación. Pero creo que hay que entender los pasos, los tiempos. Insisto con que la hoja de ruta es importante. Hoy día nosotros no podemos decir que vamos a garantizar gratuidad a través de aportes basales a todas las instituciones privadas que existen en Chile, eso sería inyectar una millonada de recursos a un saco roto.

¿Te parece bien?

Me parece que tiene cierta coherencia, pero nosotros le hemos dicho junto a varios diputados de la Nueva Mayoría al ministro que la gratuidad en establecimientos privados no dependiera simplemente de la acreditación. Deben ser democráticas en su gestión, gobierno interno, tener acceso democrático, no pueden estar seleccionando a estudiantes, por ejemplo, porque tienen a sus padres divorciados. Deben permitir el libre ejercicio de la asociación dentro de sus establecimientos.

Ser más exigente.

Claro. No puede ser que el Estado financie a instituciones que no son democráticas o que en sus investigaciones respondan a intereses privados.

Chao Lucro

Vas a presentar, junto a Karol Cariola, un proyecto de Ley que prohíbe y sanciona el Lucro en todo el sistema educacional. ¿Está en sintonía con lo que pretende presentar el ministerio?

El objetivo es que haya una definición más clara de lo que se entiende por lucro, más allá de que en la práctica todos sabemos cómo se está lucrando. La legislación no lo contempla, no hay definición concreta. Es una ley que avanza en su prohibición, entendiendo que hoy solo está prohibido en la universidades y va a también a IP, CFT, particulares subvencionados y jardines infantiles. Establece sanciones cuando se esté lucrando, haya desapego a la normativa, no sólo con lucro sino que con materias que son contrarias a la moral y las buenas costumbres en los colegios.

¿Moral y buenas costumbres?

Sí, que tiene que ver con prohibir el no dejar participar o elegir centros de estudiantes, el no pago de cotizaciones o remuneraciones a trabajadores y entiende que una institución educativa no puede hacer eso, que reciban financiamiento y no permita que los estudiantes se organicen, sus trabajadores se sindicalicen o que no paguen sus cotizaciones. También le da más atribuciones al Ministerio de Educación para que pueda intervenir cuando se dé este incumplimiento, como la figura del administrador previsional. Y establece límites de remuneraciones, prohibiciones de generar contratos con empresas relacionados, prohíbe la participación en el directorio de quienes tengan empresas con fines de lucro. Una serie de limitaciones para que justamente el lucro no se ejecute en la práctica y si es que se incurre en eso, sanciones concretas. No sólo a la personalidad jurídica, sino que a personas naturales. Puede ser que un director o representante legal o sostenedor tenga que pagar con patrimonio propio en el caso de que haya incumplimiento a la ley.

La idea es regular todo.

Es que, además, lo importante es que justamente para terminar con el lucro se define lo que es reinversión o giro único educacional. Hoy en el debate se plantea que es malo el lucro porque una empresa reciba ingresos o se le pague “legítimas remuneraciones”, lo que es un volador de luces para confundir a la gente. La definición concreta es que el lucro se entiende cuando los excedentes de una institución son retirados para otros propósitos que no son el proyecto educativo. Cuando es reiterado no hay reinversión y por tanto, se define eso para que todo lo que es excedente vaya al proyecto educativo. Eso es: remuneraciones, muebles, bibliotecas, laboratorios, salas de clases, investigación. Todas las áreas para la mantención y desarrollo de un proyecto educacional.

¿Para asegurar la calidad?

Claro, asegurar el desarrollo del proyecto educativo y la mantención de estos establecimientos con educación de excelencia.

¿Qué opinas de la alarma que viene desde sectores de derecha por este tema, que esto puede producir el cierre de colegios?

Mira, hay algunos que han usado ciertos vacíos en el programa para hacer especulaciones, para generar temor en la población, para evitar que les toquen sus negocios. O para evitar que se les siga desmantelando su visión ideológica de lo que tiene que ser la educación. Ahí está sobre todo muy metida la derecha, aprovechándose de generar más confusión. Pero yo creo que es importante aclarar que la reforma no busca terminar con la libertad de enseñanza, sino todo lo contrario. Algo que no ocurre hoy con esta malentendida libertad de enseñanza que no es más que libertad de empresa.

Lo dijo el propio ministro Eyzaguirre.

Si hay algunos que se asustan, lo hacen porque ya no van a poder seleccionar al estudiante. Y discriminar. Y al final no van a poder hacer eso… el ‘desnate’ que le dicen: sacar lo malo y dejar lo más puro, blanquito y así es bien fácil educar.

Ese discurso también es compartido por sectores más conservadores de la Nueva Mayoría. Ignacio Walker, alguien muy preocupado por el debate educacional, dijo que el programa no era la biblia.

Yo creo que es de perogrullo decir que el programa no es la biblia porque efectivamente no lo es y no es un programa que tenga hasta el más mínimo detalle definido. Lo que tiene es principios, ejes conductores, orientaciones y un cambio de paradigma y eso es lo que no se puede cambiar porque es por lo que la gran mayoría votó. Por lo tanto es súper irresponsable que ahora que salimos, que fuimos electos vamos a cambiar el programa porque no corresponde y sería una traición a la mayoría de la gente que votó y respaldó ese programa. Hoy no podemos decir que no estamos tan de acuerdo con la gratuidad, desmunicipalizar o no estamos tan de acuerdo en terminar con el lucro porque quizás en ciertos aspectos es bueno. No. Yo creo que eso tiene que ser intransable.

Reforma tributaria

Para llevar a cabo los cambios en educación se necesitan recursos. La reforma tributaria ya entró y está discutiéndose en la Cámara. ¿Te parece un buen proyecto? Algunos dicen que afecta a la clase media y otros que es limitada, una “reformita”.

Creo que ha sido totalmente desmesurada la crítica de la derecha. Ha sido violenta desde el primer momento en que se planteó la reforma tributaria y la eliminación del FUT, quizás lo más importante. Se dijo que esto iba a disminuir considerablemente la inversión, que el crecimiento económico se iba a ver afectado, que podía afectar a las pensiones o a los más pobres porque ya no se iban a poder tomar su cañita de vino. Todo esto con el concepto de la aplanadora, que yo no sé por qué no han dicho que es violento y sí lo hicieron con la retroexcavadora, con propaganda para infringir miedo y confusión y además con los principales medios de comunicación, que ya sabemos a quienes responden. O sea, los principales medios, uno de ellos golpista, responden a grupos económicos. Ahora, incluso si uno fuera más riguroso, una reforma tributaria no tiene por qué justificarse en lo que se va a gastar, si tiene el espíritu de hacer una mejor distribución de la riqueza y dar más capacidad al Estado de mejorar el gasto social.

¿Teniendo mayoría en ambas cámaras y con el programa respaldado, no te habría gustado que fuera un poco más lejos, que se recaudara más o que atacara otros flancos?

Creo que eso abre otras discusiones que son necesarias. Por ejemplo, el royalty, creo que es necesario en otro proyecto. El problema es que si lo amarras en la reforma tributaria no te alcanza el quórum, entonces va a demorar, va a terminar siendo rechazado solo por eso. También sobre el tema de los recursos naturales en general, la discusión en torno a la nacionalización del cobre hay que empezar a darla, y junto a ello, el fortalecimiento de Codelco, que hoy todos sus cuestionamientos es para debilitarlo. Entonces, creo que esta reforma no alcanza el techo que nosotros queríamos pero sí el piso mínimo.

Movimiento estudiantil

¿Siendo ex dirigenta, hoy diputada, cómo ves al movimiento estudiantil? Ustedes siempre quisieron debatir y obligaron a eso con respaldo ciudadano. Hay gente que dice que no se sabe si “están a la altura de la circunstancias”.

Creo que el movimiento social por la educación ha tenido que vivir distintas etapas en su desarrollo, desde la UP hasta hoy. Nosotros en 2011 fuimos un movimiento que tenía que oponerse a la agenda brutal y privatizadora del gobierno de Piñera y tenía que romper ese paradigma. Hoy día el movimiento estudiantil tiene otro escenario, donde ya se comienza a recoger los elementos que planteó, estos ejes para cambiar el sentido común neoliberal en la educación como el fin al lucro, a la segregación. Esos son triunfos del movimiento. Ahora, ¿cómo el movimiento logra cosechar esos frutos? Ahí está la discusión. Yo creo que esos frutos se están dando, no porque a Michelle Bachelet o a Nicolás Eyzaguirre se le haya ocurrido, sino que gracias al movimiento social. Este gobierno no tendría el programa que tiene, con reforma tributaria y fin al lucro, si no hubiera existido movimiento social. Esto también es del movimiento social, que creo que debe apropiarse también del programa. Es suyo, por lo tanto ellos tienen derecho y deber de incidir en ese programa y hacerlo cumplir.

¿Crees que eso se ha entendido?

Creo que el movimiento no ha entendido todavía eso, que tiene que apropiarse y no simplemente esperar las respuestas desde el gobierno. Entonces, es distinta la posición que asumo cuando voy a dialogar con el ministro, más que simplemente preguntarle lo que tienen que hacer es plantear los temas sobre la mesa y llegar con las propuestas concretas. Por lo tanto, debiese jugar más ese rol, desde mi punto de vista. Respetando la autonomía y la posición crítica que tiene que mantener el movimiento estudiantil, justamente desde ahí incidir y avanzar mucho más.

Te lo digo porque hay sectores dentro de la política universitaria que no están dispuestos a “meter la mano”. Ustedes lo vivieron el 2011 con el quiebre de la mesa con Felipe Bulnes.

La verdad es que me cuesta juzgar si están a la altura o no. Yo creo que independiente de que hayan sectores que no quieren avanzar, que son los mínimos, siento yo que quizás no están aprovechando su real potencial en este momento, porque lo tienen y están las propuestas, que se vienen discutiendo hace mucho tiempo. Entonces, creo que esas propuestas concretas deben plantearse con más fuerza en este momento y eso yo creo que es lo que se esperaría, que sea un movimiento capaz de contribuir las transformaciones en el plano educacional, manteniendo su posición crítica.

“Jaime Guzmán está al mismo nivel de Pinochet”

¿Cómo ha sido la instalación en el Congreso?

Yo creo que es una tremenda responsabilidad. Llegamos al Congreso para, desde ese espacio, contribuir a las transformaciones. No mantener el status quo ni acomodarse, sino que utilizar esa herramienta, el espacio institucional del Congreso para transformar la realidad y la responsabilidad política. Eso implica mucho trabajo, porque tú en el Congreso podis ir, votar sin mucho esfuerzo como lo dice tu bancada, poner la firma que asististe, ocupar la semana distrital para regalar tortas y listo. Pero cuando uno se toma en serio esto ve que el Congreso puede ser una gran herramienta.

Qué pasa con el debate de la corbata o de lo que te tocó a ti, de mantenerse sentada en un homenaje. Ahí hay un tema de fondo, que no se hagan homenajes a una persona que le dio estructura legal a la dictadura, en el caso de Jaime Guzmán.

A mí lo que me molesta es que la discusión estética lo lleven a un plano político, como lo de la corbata. Decir que eso atenta contra la democracia es ridículo. Y bueno, que algo político lo lleven al plano estético, que es lo que pasó conmigo. Mi decisión fue una decisión política con fundamento pero que lo intentaron llevar al plano estético que casi fue irrespetuoso haberme quedado sentada ante una cuestión que es netamente de forma, que fue el minuto de silencio. Porque si ahí la derecha quiere discutir sobre lo bueno que fue Jaime Guzmán, discutámoslo. Y yo les voy a decir lo malo que fue, pero llevémoslo a ese plano de discusión, y no de forma como lo quisieron llevar. En el fondo lo que les molesta es el cuestionamiento a su principal líder intelectual, espiritual de la derecha, pero eso lo ocultan.

¿Tú hiciste eso?

Yo decidí quedarme sentada porque, para mí, pararme era hacerle honor a una persona que avaló las violaciones a los Derechos Humanos en este país, que declaró en su momento que sus principales enemigos eran los comunistas y que fue cómplice de la tortura, la desaparición, de los asesinatos de miles de compañeros y de muchos ciudadanos de nuestro país. O sea, está al nivel de Pinochet. Jaime Guzmán está a la altura del dictador. Y además con el componente de que fue el autor intelectual de la Constitución Política de Chile, que es la que queremos cambiar, que fue el principal amarre que dejó. Institucionalizó la injusticia, el sistema neoliberal, la desigualdad, el que se pusiera por sobre los derechos humanos los intereses de las corporaciones, de los privados. Entonces, lo que a mi me molesta que no se haya discutido lo que está de fondo y se haya querido restringir al plano de la forma. Y respetando la decisión de los otros, porque fue algo que me nació en el momento y no por eso todos los que se pararon le rinden homenaje a Jaime Guzmán. Sería imposible pensar que hoy día un diputado comunista le rinda homenaje y ese no fue el espíritu del haber tomado la decisión de pararse.

¿Qué crees tú que debe pasar frente a esto? ¿Se deben acabar los homenajes a este tipo de figuras? Porque desde la derecha pueden decir que si se sienten pasados a llevar por esto también podrían decir lo mismo en homenajes a Hugo Chávez o Fidel Castro.

Lo que pasa es que cuando se hacen homenajes se definen en reuniones de comité, ningún homenaje se hace porque a un diputado se le ocurrió hacerlo por sí solo, se acuerdan previamente. Esta vez ellos no lo hicieron. Se pasaron por alto el quórum de comité, no lo plantearon ahí y sorprendieron a todos. Por eso muchos se pararon sin saber que era un minuto de silencio porque se planteó rápidamente y yo, por suerte, sabía que ese día había sido asesinado Jaime Guzmán y escuché y entendí qué es lo que se estaba haciendo y no me quise parar. Pinochet y Jaime Guzmán fueron los principales ejecutores, por decirlo de alguna forma, del terrorismo de Estado. Fue violación sistemática a los derechos humanos por parte de organismos del Estado. O sea, fue una dictadura cívico militar y eso está reconocido, están las pruebas. No nos pongamos a mezclar peras con manzanas y decir que por eso no podemos hacer un homenaje. No está dentro de nuestras pretensiones, pero el día de mañana quizás se planteara homenajear o hacer un reconocimiento a Hugo Chávez, Fidel Castro, quizás la derecha lo quiera poner al mismo nivel, lo cual me parece burdo. Pero eso se discutirá en su momento si se quiera hacer o no, ellos podrán oponerse y ahí en las reuniones de comité la mayoría es la que decide.

¿Pero a ti no te molestaría que se quedaran sentados en el caso eventual de un homenaje o minuto de silencio por estas figuras?

Es que insisto, a mí me va a molestar no porque se queden sentados, sino que cuáles son los elementos políticos que hay detrás para sentarse. Y yo no voy a estar de acuerdo con que ellos digan que Hugo Chávez es un dictador o Fidel Castro es un dictador, por lo tanto no voy a estar de acuerdo con la acción política, más que la cuestión de forma. Pero no se los voy a impedir ni nada por el estilo y podemos dar la discusión en el debate si es correcto o no. Pero son cosas que siempre van a estar en la palestra por la derecha. Ellos insisten hoy día en que el gobierno de Chile tiene que intervenir o manifestarse en contra a Nicolás Maduro en Venezuela, que tienen que condenar la supuesta violación a los derechos humanos de la dictadura allá y nosotros por el otro lado planteamos los elementos de la contraparte.

Notas relacionadas