Padre Montes advierte que se pasan todos los límites con tal de aplastar y corretear a los pobres

En medio del debate por la reforma educacional, uno de los ejes del programa de Gobierno que busca combatir la desigualdad, el padre Fernando Montes, señala que el clasismo en Chile es profundo, transversal, y que el llamado es salir de la élite, cuestionarse, lo que obviamente va a generar resistencias.

El jesuita explica, consigna La Segunda, que la desigualdad está en la médula de la sociedad chilena, desde su orígenes, y que si bien se hicieron importante avances en el siglo XIX en materia política, quedamos al debe en lo social y en lo económico.

“Es doloroso ver cómo tenemos la mentalidad clasista metida en el alma”, dice el cura jesuita.

Desde su vereda, la educación, Montes advierte que hay que salir a cuestionarse, dudar de los propios puntos de vista.

Asegura que es tranquilizadora una religión que no se cuestiona nada, que sólo adora a Dios y reza rosarios, pero que Cristo no es así.

Advierte que en este cambio hacia una sociedad más justa, la élite va a tener que cambiar si queremos ser un país más moderno, que no puede ser que todo siga concentrado en un grupo tan chico.

Montes, observa, en todo caso, que el clasismo en Chile no es sólo del más rico hacia el más pobre, que incluso se puede ver que en la más humildes de las poblaciones si un padre puede pagar mil pesos para que su hijo se diferencie, lo hace.

“Es tal la necesidad de diferenciarse, de aplastar y corretear a los más pobres que se pasan todos los límites”.