MEO sincera su afán presidencial y asegura que Piñera no será fácil de derrotar

Si hoy se largara la carrera presidencial hay un nombre que corre con ventaja y él mismo lo sabe. Por eso es que Marco Enríquez-Ominami no esconde su intención de ir por tercera vez a competir por el sillón de La Moneda, razón por la cual su llamado es “una gran primaria de centroizquierda”, aunque matiza que están preparado para ir nuevamente solo.

“Quiero decir que estamos preparados para ir solos, pero creemos que juntos somos más fuertes (…) mi esperanza es que tengamos una gran primaria de centroizquierda”, dijo el ex diputado socialista en diálogo con radio Cooperativa</a>.

Consciente de que quizás hoy su posición como político con mejor futuro sea inmejorable, ME-O asegura que se siente “parte del impulso transformador. No voté por Michelle Bachelet en segunda vuelta, pero sí he planteado siempre que prefiero mil veces esta Nueva Mayoría a la lógica con que se gobernó durante 20 años en la Concertación, que era una lógica de responsabilidad mal entendida: lo único responsable en Chile es cambiar. Lo irresponsable es la inercia (…) Visto desde afuera, Chile se ve como la Corea del Norte del capitalismo, como decía Ricarte Soto”, recordó.

Piñera, el competidor

Haciendo una proyección, más que lógica apoyada en hechos, Enríquez-Ominami cree que su rival en 2017 será el ex Presidente Sebastián Piñera.

“Yo creo que Sebastián Piñera va a ser candidato y creo que Sebastián Piñera no es un candidato fácil de derrotar: tiene mucho dinero, finalmente en la derecha es el único liderazgo aparente y, con una economía compleja, (…) va a tratar de esconder el mal Gobierno que hizo y va a tratar de demoler al Gobierno de Bachelet”, especuló.

“Ese discurso (de Piñera) puede tener éxito, y para eso se requiere una respuesta programática, racional -no sólo emocional- de un colectivo, y mi domicilio, el nuestro, el de los progresistas, es la centroizquierda, son las reformas, es la transformación y es la asamblea constituyente”, afirmó.

La polémica Van Rysselberghe

Además de la carrera presidencial, el fundador del PRO se metió en la coyuntura para abordar el polémico nombramiento de la senadora de la UDI Jacqueline van Rysselberghe como presidenta de la comisión de DD.DD.

“Tiene derecho, fue electa. La democracia funciona así. Nosotros somos responsables de que ella sea presidenta de la Comisión de Derechos Humanos. Nosotros, los progresistas, y la Nueva Mayoría también, que competimos en el Biobío y ganó ella. La democracia no es al antojo de uno. Yo respeto a la gente que votó por ella. No lo comparto, no lo entiendo, pero me hago la autocrítica: algo hicimos mal, que no fuimos capaces de derrotar a una mujer que ha tenido expresiones homofóbicas, que tiene juicios políticos de intolerancia inaceptable. Sí comparto lo que ha dicho Rolando Jiménez: que hay una objeción que hacerle, (pero) ahora el peso lo tiene ella”.