Soquimich: El cuarto oscuro

“Aquí no hay un Hugo Bravo”. La frase repetida como una especie de conjuro en Soquimich es la tabla de la que se sujeta Julio Ponce Lerou frente a la investigación de la Fiscalía en su reino.

Ayer el fiscal nacional, Sabas Chahuán recibió la autorización para allanar las oficinas de la empresa. Y lo hizo.

Pero cercanos a la compañía recalcan que ello no significa que vaya a tener el mismo éxito que Carlos Gajardo -el hombre de la corbata roja- en el holding Penta por dos razones: nadie de la empresa ha “prendido la luz” respecto de qué se debe buscar, como sí lo hizo Bravo al identificar las platas políticas; y no existirían correos electrónicos comprometedores del exgerente Patricio Contesse por una razón bastante simple: “Contesse no usa correo, no es su estilo”.

En suma, recalcan que SQM será para el Ministerio Público un cuarto oscuro donde se deberán cruzar datos sin tener claro qué sociedades pudieron o no ser usadas para pagar platas políticas. Y hasta ahora, recalcan, no hay quién porte una linterna.

“Hugo Bravo contó todo y aún así tuvo orden de prisión preventiva. Está ahora en su casa, pero con arresto domiciliario. No hay incentivos para hablar”, recalca esta fuente.

Además Contesse, de quien se presumió por su desvinculación de SQM un quiebre con Ponce Lerou, está, sostienen, alineado con su amigo de toda la vida. “Es un hombre SQM fuera o dentro de la empresa”.

En concreto, el camino más expedito para la fiscalía es que Servicio de Impuestos Internos denuncie a las otras figuras que aparecen vinculadas en la información que entregó a la entidad al organismo fiscalizador y que no son sólo las personas que hasta ahora han aparecido en la causa. Sería sólo cosa de tiempo.

LA BOMBA
A diferencia de Penta, donde los pagos irregulares a campañas estaban ligadas esencialmente a la UDI, en SQM los aportes que se habrían recibido a través de boletas ideológicamente falsas involucran a todos los sectores políticos y, aseguran en este ambiente, quedará tan manchada toda la institucionalidad que tras la hecatombe el acuerdo político será inminente.

Parlamentarios consultados por este medio, que admiten haber recibido aportes reservados del zar del litio. aseguran que Ponce Lerou financiaba alguna de sus actividades en terreno a través de depósitos que luego eran derivados a las instituciones “beneficiadas”. Estos personeros están buscando confirmar el destino de los fondos, es decir, tener pruebas de que ingresó a sus cuentas el mismo monto que egresó posteriormente, por si la Fiscalía decide indagar.

Además, comentan, ya se habla que un tercio de la Cámara podría quedar salpicada por el caso.

LOS PRIMEROS
Esta semana, Patricio de Solminihac, admitió que se han identificado pagos por boletas sin justificación por un total de US$11 millones.

La indagación de la Fiscalía apunta a esclarecer cuántos de estos montos fueron a parar a campañas políticas. De los antecedentes que se manejan hasta ahora aparecen los pagos que habrían tenido como destino la campaña senatorial de Pablo Zalaquett; el pago a la cuñada de Pablo Wagner, María Carolina de la Cerda, al que se le habría sacado una cola para la campaña de Joaquín Lavín en 2009 y las boletas giradas por el el embajador DC, Marcelo Rozas, su mujer y el hijo de ambos.

Además, se tiene bajo la mira los desembolsos contra boleta de ex asesores del senador del PS, Fulvio Rossio, y la boleta del subsecretario de la Segegob, Rodolfo Baier. El parlamentario ha negado el vínculo, mientra la autoridad justificó que el pago se hizo por un servicio efectivamente prestado.

En total, son 12 los acusados por parte del Servicio por delitos tributarios y 13, los contribuyentes que se están investigando, entre ellos un junior y una secretaria de la UDI.