Gobierno reforzará medidas sanitarias por catástrofe en el norte

El envío de más de cien mil vacunas adicionales y la restricción casi absoluta de vehículos, son algunas de las medidas que el ministerio de Salud implementó hoy en el norte tras la catástrofe que azotó a la zona y que hasta ahora ha dejado 24 muertos, 83 desaparecidos y 29.741 damnificados.

El subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows, dijo a los periodistas que se enviarían más de cien mil dosis adicionales de vacunas contra la hepatitis A, que se suman a las 7.600 entregadas inicialmente, 140.000 vacunas contra la influenza, 42.000 contra el tétanos y 2.000 contra la rabia.

Asimismo, en la ciudad de Copiapó, una de las más golpeadas por la catástrofe, las autoridades regionales decretaron restricciiones al tráfico rodado para este fin de semana (viernes, sábado y domingo), con el objetivo de facilitar las labores de limpieza en la ciudad y disminuir el material en suspensión debido al barro que se ha comenzado a secar por el aumento de las temperaturas.

“El material que está en suspensión es por la tierra que se está secando y por ende es material disperso grueso”, que podría afectar a las vías respiratorias, explicó Burrows.

Para ello, la autoridad dijo que distribuirán “1.500 mascarillas para que sean utilizadas por las personas mientras este material se encuentre en suspensión”.

La semana pasada las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo fueron afectadas por un temporal de lluvias que provocó diecisiete aluviones simultáneos que arrasaron poblados, camiones, viviendas y otras infraestructuras.

Por tanto, las labores de extracción de lodo en las diferentes localidades ha sido una de las mayores preocupaciones para las autoridades.

Según el Servicio de Geología y Minería (Sernageomin) los relaves mineros se encuentran en buenas condiciones y la contaminación por eventuales desbordes de relaves es “muy poco probable”, precisó Burrows.

Aún así, el ministerio de Salud decidió tomar muestras de suelo para medir los niveles de metales pesados en las regiones mineras para determinar el grado de contaminación.

En ese sentido, Burrows advirtió de que “estamos hablando de una región en la que la contaminación basal, en muchos lugares, es precedente a esta catástrofe”.

“Es un territorio minero, con los relaves probablemente se trasladó tierra que ya estaba contaminada con metales pesados a donde no había. Pero, aún así, no hay ninguna gran represa de depósitos mineros que podría aumentar la contaminación”, dijo a Efe el presidente del Colegio Médico de Chile, Enrique Paris.

Según el titular de los médicos, quien realizó hoy una visita a las zonas afectadas, los principales problemas debido a la catástrofe “tienen que ver con el agua potable y de la red de alcantarillado”.

La recuperación “se va a demorar mucho”, por lo tanto la alerta sanitaria “debería seguir hasta que no se solucionen los problemas fundamentales de agua potable”, lo que según Paris, podría durar unas semanas más.

Enrique Paris, quien estuvo en las localidades de Tierra Amarilla, Diego de Almagro y Copiapó, aseguró que aumentaron poco las enfermedades digestivas, como por ejemplo, los cuadros de diarrea y vómitos. “En las enfermedades respiratorias aún no se nota un cambio importante”, añadió.

Para el presidente del Colegio Médico, un tema importante por esta catástrofe es la salud psicológica de los afectados.

“Estuvimos conversando en un albergue que visitamos sobre los problemas psicológicos, y creo que podrían aumentar, por lo tanto hay que detectarlos rápidamente y comenzar con apoyo”, sostuvo Paris.

Hasta el momento, el Colegio Médico ha enviado a la zona de catástrofe a 63 médicos, “y vamos a tratar de hacer recambios cada cinco días”, aseguró el líder de los médicos.