“Confort-gate”: Un par de ideas al debate

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A propósito del “confort-gate” hemos leído la más variada gama de comentarios, reacciones, condenas, perdones, iniciativas que apelan a la vieja “mano dura” y otras lindeses por el estilo.

No nos podemos sustraer a esta marea creativa y, por tanto, me permito agregar un par de ideas más.

Previo a lo anterior, debo confesar que la dupla Matte/Ruiz-Tagle no me sorprendió. Solo actuaron respondiendo a su naturaleza intrínseca dentro de un sistema político, económico y social que, precisamente, permite que ello sea posible. Lo suyo era enteramente previsible y precisamente por eso no creo en todas esas reacciones de “sorpresa” que hemos presenciado en estos días.

Pero vamos a las propuestas:

1° Con el objeto de sincerar nuestro lenguaje, propongo rebautizar el sistema económico/social impuesto, en su momento, por la dictadura y continuado hasta el presente, llamado economía social de mercado, por el de “¿con qué nos van a fregar ahora?”. El nuevo nombre es plenamente valedero si se tiene presente nuestra historia reciente. Pero, además, tiene un sentido pedagógico: llama al cambio.

2° La segunda medida que propongo tiene que ver con el “no a la impunidad” y la reparación. Creo que la cárcel no es una buena idea y, en eso, sé que voy contra la corriente de mis compatriotas buenos para meter a todo el mundo a la cárcel ante cualquier estropicio. Mi propuesta consiste en que el Estado requise las empresas de propiedad de los coludidos y los deje fuera de la cancha porque, precisamente, rompieron fraudulentamente las reglas del juego. Luego, se llame a una licitación nacional e internacional para venderlas. Las platas que recaude esta medida deberán repartirse en partes iguales entre todos aquellos jubilados que perciben miserables pensiones. La parte operativa de esta iniciativa dejemos que la definan los expertos.

Es mi modesta contribución a este debate.

*Abogado