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1 de Junio de 2009

Ministra, por favor renuncie

Por

Por JULIO SÁNCHEZ / Director periódico La Diagonal

Enhorabuena, se pide a la opinión pública gritar más fuerte para que la señora Ministra de Educación, Mónica Jiménez, renuncie y se retire con la poca dignidad política que le va quedando.
Que sus asesores le digan que sea más inteligente, que medite y vea que nunca estuvo hecha para un cargo de tal importancia. Que se dé cuenta que los profesores están lejos de ser sus enemigos; por el contrario, son sus aliados a quienes hay que saber tratar como se les debe: de forma decente, con sueldos dignos, acordes a los años de estudios y sacrificios propios de la trascendental función pública que desarrollan en el crecimiento y la construcción de conocimiento de nuestra sociedad.
Que la Ministra renuncie es tarea de todos los chilenos, no sólo de los profesores. La rebelde María Música nos dio el mensaje hace unos meses, con el mítico jarrazo que dio la vuelta al mundo. Hoy, la misma Mónica Jiménez, con sus torpes actuaciones, nos da luces de que es necesario que se vaya, por el bien de la sociedad.
Primero: es apática, incompetente y ajena, muy ajena a los problemas reales que afectan a su cartera. Nadie le enseñó que la educación no es una más de las empresas del mercado, pues ni siquiera en la intención discursiva (al menos) hizo presente aquel tema. Nunca dio luces para hacer realmente educación pública. Y claro, si ella es una empresaria que también sacó sus bonos con el negocio de la educación.
Fue vergonzoso, indignante y de hasta mala clase escuchar cómo esta señora usó como verdaderos títeres a los centros de apoderados para que tomaran los micrófonos reclamando de lleno contra los profesores. Como si fuera gracioso para los pedagogos paralizar las clases y desgastarse movilizados por casi un mes. Así, la señora Ministra hizo creer que con esta movilización, los miserables profesores no hacían otra cosa más que usar como escudo a los niños de Chile para instalar sus demandas. Pero claro, jamás pronunció si esas demandas eran o no justas, como tampoco dijo que el estado está usando como escudo a los profesores para tener educación pública a bajo costo fiscal.
Es inaceptable, asquerosa y despreciable la actitud de cómo se ha manejado de parte del ejecutivo esta movilización de los maestros de Chile. Mientras el gobierno siga pensando que estos es algo personal contra la administración Bachelet, y mientras siga una Ministra tan insuficiente como la que tenemos, seguiremos teniendo profesores malos, desmotivados por los bajísimos sueldos (muy distante por cierto de los varios millones que recibe la señora Jiménez por hacer mal su trabajo en el Ministerio), tendremos malos colegios y una mala gestión en la solución de problemas.
Señora Ministra, váyase y dedíquese a sus cosas, y deje que los chilenos se puedan educar con calidad. Y entienda, al menos para que se retire con dignidad, que el paro de los profesores no es culpa de los mismos profesores, sino de vuestra incompetente gestión de estafar con el bono SAE a los cerca de 80 mil pedagogos movilizados, a quienes hoy les niega cancelar algo que es de ellos.
Por favor, no espere que las Marías Músicas se multipliquen y seamos varios los que tomemos más jarros para decirle que no la queremos como jefa de educación. Demostró ser ineficiente y poco simpática para conciliar y producir soluciones.
Analice: nadie la quiere, señora Ministra.

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