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Opinión

25 de Septiembre de 2011

“Un país sin casas de putas no es un país”

"Soy Fiorella. Cumplo las fantasías sexuales más escondidas de altos personajes de la vida pública chilena. Sé perfectamente la niña que ellos necesitan, porque analizo a mis clientes y calculo fríamente sus necesidades afectivas. Mis clientes son gente fina, educada, de buen vestir y correcto hablar. A veces predican sobre moral y buenas costumbres, pero pagan 115 mil pesos por una sesión de hora y media con las mujeres más hermosas y sensuales del país. Ellos eligen de un catálogo virtual o por descripciones telefónicas. La confidencialidad es absoluta y todos regresan porque nunca tendrán sexo de mejor calidad. La mayoría de mis clientes queda sobreexitado durante una semana. Cuando se vuelven a atender, recién pueden dormir tranquilos".

Archivo The Clinic
Archivo The Clinic
Por

Por Andrea Lagos G.
Fotos: Juan Diego Santa Cruz

Esta es la voz de Fiorella, una mujer que con 27 años de edad levantó el imperio de las prostitutas caras en Chile. Mediante teléfono y un sitio en Internet, arregla citas con exclusivos clientes, y le ha ido tan bien que en agosto próximo inaugurará el motel “Decameron Suite” que, según ella, dará que hablar. La joven empresaria pone como condición para la entrevista, no revelar su verdadero nombre porque “es parte del juego”; rige su negocio por un estricto protócolo erótico – moral y entre sus chicas no acepta ni a peruanas, ni a bolivianas, ni a argentinas, ni a universitarias.

¿Qué es Fiorella, la empresa?
Un alto concepto de belleza femenina. Mis mujeres las escojo con pinzas. Parten con una entrevista. Mi gente las somete a distintas pruebas –no sexuales, no es que ella va a ir a acostarse con alguien para ver si es buena en la cama-, sino que se les revisa la piel, el pelo, el look, el estilo. Después de eso llegan a mí y si yo las apruebo, las preparamos con masajes, con clases de protocolo.

¿Protocolo para ir a la cama?
Hay cosas que se deben hablar dentro de una habitación, y otras que no. En el sexo hay técnicas de seducción, mañas de excitación. Aquí formamos geishas.

¿Por qué sus “geishas” usan uniforme?

Porque éste es un trabajo con horario de empresa. Se trabaja sólo de día, en un horario de oficina, normal, y transparente. Tenemos las mismas reglas que en un banco. Se restringe el teléfono, hay un administrador, una secretaria y un chofer. Todo muy ordenado. Pero no todo es uniforme, ellas tienen una peluquera permanente, van al gimnasio y están en constante perfeccionamiento durante toda su estadía en nuestra agencia. Yo converso con ellas, indago sobre sus vidas e intuyo si han sufrido traumas infantiles, violaciones… si es así, no están en condiciones. La pregunta clave es ¿por qué quieren hacer esto?

¿Qué responden ellas?

Yo no sé si existen mujeres que argumenten todavía que hacen esto para comer…, la mayoría lo hace por gusto. Necesitan la plata, la ganan con placer y en poco tiempo. Esta no es una pega para toda la vida. Yo tengo un staff de ocho niñas que se van renovando. Tienen que pasar etapas, sale una e ingresa otra. Ellas están acá hasta ocho meses. Luego de ese tiempo baja su nivel de trabajo. Primero parten trabajando todos los días, de lunes a viernes. Luego sólo tres veces por semana, hasta terminar, cuando la chica está por retirarse, en una vez por semana.

DERECHO CIUDADANO

¿Qué está prohibido en Fiorella?
El contacto anal. Tampoco aceptamos encuentros de dos hombres con una mujer. Si un hombre lo pide, puede poseer a varias mujeres. No ofrecemos virginidad al mejor postor, aunque sería muy buen negocio.

¿Le piden mucho eso?
Sí, mucho, pero nosotros no damos ese servicio, sólo trabajamos con mujeres hechas y derechas.

¿Cuál es la fantasía más pedida?
La típica: dos mujeres para un varón…, los hombres son muy poco creativos.

¿Llaman mujeres?
Nosotros no atendemos a mujeres. Lesbianas, no.

Me refiero a un sataff masculino. “Mujeres que llaman para atenderse con hombres”, ¿no tiene eso?

Tiempo atrás lo tuve, pero en Chile las mujeres son muy cartuchas. Llamaban hombres solicitando a otros hombres, no mujeres pidiendo hombres. Yo no trabajo con homosexuales ni con gente de vida turbia. Aquí no se aceptan ni drogadictas, ni locas, ni homosexuales ni lesbianas tránsfugas. Fiorella es una empresa fina.

¿Por qué cree que el chileno tiene que pagar por tener sexo bien hecho?
Porque no existe diversión para adultos. Yo no tengo un lugar para invitar a mi marido a ver un show erótico decente. ¡Dios mío! Si existieran esos lugares, a lo mejor Fiorella se sacaría los guantes y para la casa. Pero no hay. No existe. Chile es el único país en el mundo donde la gente tiene que pagar por ver un canal Play Boy que más encima está censurado. Y si uno quiere ver cine porno, va a ver puras cochinadas, porque a Lavín se le ocurre ponerlo en Mapocho. ¿Quién va a ir a ver cine porno a Mapocho? Lavín abrió el cine porno, pero lo puso en el peor lugar para que a nadie le den ganas de ir.

Yo creía que usted le tenía aprecio al alcalde…
Antes sí, pero he visto que Lavín se esconde para hacer algunas cosas. Me parece, por lo menos raro, que haya sido alcalde de Las Condes tanto tiempo y no halla cerrado el Lucas Bar. Y como por arte de magia viene otro alcalde, lo cierra y Lavín no dice ni pío. Se estaba puro cuidando la imagen. Un país sin casa de putas, no es un país.

¿Es un derecho ciudadano?

En todo el mundo hay clubes nocturnos. Lo que uno haga después de los 18 años, si no está fuera de la ley, es huevá de uno. Si a los setenta años yo quiero tener sexo, tengo el derecho de que exista un lugar que me brinde ese placer. Uno como ciudadano cumple con el deber de votar en cada elección, por lo tanto debo exigir que exista un club nocturno para diverti

PERFIL DE LA CHICA FIORELLA

¿Qué tipo de varones tan exclusivos llaman?
Las chiquillas lo pasan muy bien con mis clientes, porque es gente con mucho poder. Gente que sale en la tele, que ocupa altos cargos en el gobierno y en las empresas. Lamentablemente no te puedo hablar mucho de ellos, porque Fiorella garantiza privacidad absoluta. A mí me pueden estar matando para que suelte un nombre y yo voy a morir en silencio. No intentes preguntar nombres porque vas a perder tu tiempo.
Si yo también soy una tumba, cuénteme.
(…)
Pasemos entonces a retratar a las mujeres que trabajan con usted. ¿Son todas chilenas?
Tenemos chiquillas de todos los países menos argentinas, peruanas y bolivianas.

¿Por qué?
No contratamos argentinas porque no aprecian al hombre chileno. Lo humillan. Para ellas el chileno es lo peor, un negro feo con cara de indio. Pueden estar muriéndose de hambre, pero prefieren acostarse con un italiano.

¿Y por qué ni bolivianas ni peruanas?
Por feas.

¡Cómo tanto!
Si es cierto, ¿para qué voy a andar con rodeos?

¿Cómo son las chicas Fiorella?
Tienen entre 18 y 25 años. Sin hijos. No pueden tener cicatrices, ni estrías, ni pechos caídos. Deben tener el pelo hasta la cintura. Son esbeltas y armónicas, lo demás lo hacemos nosotros con esteticistas.

¿Trabaja con universitarias?
Tampoco tomo universitarias. Sería muy entretenido ir a acostarte con una estudiante, pero ellas no tienen la cabeza puesta en el trabajo. No se pueden mantener lindas, no pueden llegar muy producidas a la universidad porque las van a mirar feo.

¿Les tienes una casa?
Tengo un lugar muy exclusivo en el barrio alto, donde no se recibe a hombres. Allí no se permiten estridencias de ningún tipo.

CURSO PRÁCTICO

Cómo experta en seducción, ¿qué recado le mandaría a las mujeres que no le pegan mucho al sexo?
Que vayan a tomar un curso a Fiorella.

¿Lo va a dictar?
Pronto. En un motel que inauguraré al lado del Bellas Artes. Lo bautizaré como el “Decameron Suite”.

¿Cuál será la diferencia con los otros moteles de la ciudad?

El Hotel Valdivia con toda la preparación que tiene, no pone películas para adultos, sino pajaritos cantando. Este país es así, todo funciona con doble estándar. El mío será un edificio de fantasías para parejas comunes y corrientes. Habrá cuadros plásticos, espejos espías, entradas independientes para participar de un show erótico. Las parejas podrán comer ostiones y beber champagne, mientras se deleitan con un baile de odaliscas. ¡A pasarlo chancho!, es la consigna. Y no es que yo esté llamando a que nos acostemos todos con todos y seamos todos calientes, la idea es libertad, no libertinaje .

¿Que diría si su marido se acostara con una prostituta?

Me pondría a pensar en qué estoy fallando. ¿Cómo me estoy vistiendo? ¿Cómo me estoy sacando la ropa? Una amiga me dijo un día: “Estoy hace veinte días sin hacer nada con mi marido, ¿qué puedo hacer?” Ella era una mujer súper normal. Su marido trabajaba, ganaba un sueldo. Ella criaba perfecto a su hija, andaba todo el día con buzo para estar más cómoda. No usaba joyas porque “le daban alergia”. Jamás se ponía pantalones apretados, nunca salía a tomarse un trago con sus amigas. Esperaba al marido con la comida calentita y con el aseo tan bien hecho que a las moscas les daba infarto.

¿Qué consejos le dio a su amiga?

“Oye, estás a punto de que tu marido agarré todas sus huevadas y se vaya a acostar con una de mis niñas. Se va gastar toda su plata en clubes nocturnos o va tirarse un mino en la calle, por querer descubrir algo nuevo. “¡Uffff!” , me dijo ella, “¿cómo?, ¿qué hago mal, plancho la ropa, lavo la ropa, soy buena madre y le hago todas la comidas que él quiere”. Imagínate…

Su amiga era exageradamente pava
Oye, la mayoría de las chilenas son así. Yo creo que lo hombres prefieren que no laven nada, que no hagan nada, pero que se pongan las pilas en el ring de cuatro perillas. ¡Sáquense los calzones con vuelitos blancos y los sostenes deportivos! Ellas creen que con chupárselo y dejar que se lo metan basta. No señor, no basta.

Los minos tampoco lo hacen mejor
No esperan el orgasmo de ella, no la trabajan, es cierto, pero la mujer debiera ser mas inteligente, debiera de vez en cuando pararse en unos tacos aguja, bien puta, bien provocativa, esperarlo sin comida, sino que con una botella del mejor copete y una música que les revolucione las hormonas. Tendrán sexo hasta el día domingo y él contará siete orgasmos y ella doce. Te lo juro.

¿A qué personaje público invitarías a pegarse un buen polvo?

Al del Porvenir de Chile.

¿A Francisco Javier Donoso?
A ése. Un tipo gordo, horrible, que le cambiaría el rostro si no fuera tan amargado.

¿Qué mina le ofrecerías?
Un trío, si se la puede. Yo le donaría una revolución a Donoso para que se sintiera mejor, para que viera que no todo es malo y no siguiera insistiendo en que andemos todos con un cuello súper subido y ojalá con un gorro. ¡¡¡Sexo, noooo, Dios Mío, Cristo!!! Yo no creía en Lagos, pero estoy feliz de que con él se haya liberado un poco el país. Yo voté por Lavín porque pensaba que iba a ser un buen Presidente, pero me di cuenta que está apoyado por gente demasiado conservadora, muy cerrada. Las manos de Lavín las mueve el Opus Dei.

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