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Opinión

20 de Diciembre de 2011

“Los troskos me dicen, ‘no me saludís, facho culiao'”

Aunque la de este año fue la campaña más fuerte de los gremialistas para llegar a la directiva de la FECH, la lista encabezada por Ambrosio Yobánolo quedó fuera de la mesa. Acusados de incentivar a la derecha universitaria a votar por Boric para derrotar a Vallejo, el líder de los gremialistas cree que los que tomaron esa opción de voto “no saben en lo que se metieron” y que la reciente elección fue más que nada un plebiscito sobre la gestión de la ex Presidenta de la Federación.

Ana Rodríguez
Ana Rodríguez
Por

Foto: patricio miranda

Durante la campaña por las elecciones FECH, lo que más quería Ambrosio Yobánolo era pasar por la facultad de Filosofía.

-No porque sacáramos tantos votos, es que me caen tan bien mis amigos troskos, que quería pasar a saludarlos -dice.

Para Yobánolo, saludar a los troskos partió siendo un acto de caballerosidad, pero ahora es puro trolleo. Recibir un “facho culiao” por respuesta o pillarlos volando bajo y lograr un apretón de manos son cosas que lo divierten.

-Lo que pasa es que ellos son como mal genio y medio amargados para sus cosas, es fácil trollearlos, siendo uno buena onda -asegura el otrora candidato gremialista a la presidencia de la FECH, que cuando fue a inscribir su candidatura terminó con compañeros lesionados.

Esa vez recibieron otro nivel de trolleo de parte de los troskos, aunque Yobánolo dice que “La Segunda exageró en la noticia, no fue para tanto”.

Ambrosio Yobánolo, 27 años, estudiante de quinto año de Ingeniería Civil Industrial, vivió gran parte de su vida en Concepción hasta que llegó a estudiar a la Chile, en Santiago, y empezó a involucrarse rápidamente en las actividades universitarias, organizando incluso jornadas de “tarreo”.

Pese a que el gremialismo lleva unos cinco años de presencia en la Universidad de Chile, Yobánolo dice que este año fue su campaña más fuerte: “probablemente la más grande que hemos realizado en todo nuestro tiempo”.

¿Cómo te deja esta derrota?
-Es un trago amargo, hay que decirlo. Por varias cosas. Nunca habíamos desplegado tanta energía en una campaña, no sólo en términos monetarios sino también humanos. Que al segundo día de votaciones haya ocurrido esto del voto anti-Camila y que gente que tal vez pensaba votar por nosotros haya terminado votando por Boric, no saben en la que se metieron. Creo que hay que dejarles el próximo año para que tengan su gestión FECH y ahí analizar.

La semana pasada se les acusó de realizar un llamado a votar por Boric
-Eso es completamente falso. Yo creo que fue un poco la del picado. Es un intento por empañar una historia de Gabriel. Por mucho desacuerdos -que son de fondo los que tenemos con la Izquierda Autónoma-, se lo ganaron y hay que reconocerlo y dejarlos que celebren su fiesta, que celebren una historia que finalmente ellos ganaron. Creo que Camila Vallejo no está bien, porque me parece que la Juventud Comunista tiene bastante claro, por la cantidad de militantes que hay en la Universidad de Chile, que no existió ese llamado. Nosotros no hicimos ese llamado y no vimos ningún llamado de otras listas, de la Centro Derecha Universitaria no lo vi ni lo escuché, y creo que no existió. En lo que yo vi, eso fue inexistente. Si no, mis cabros me hubiesen avisado.

¿Pero tú crees que pueda haber pasado, una fuga de votos de la derecha hacia Boric, pese a que no hubo llamado?
-Creo que hubo una fuga de votos en todas las listas que sacaron menos de mil votos. No afectó solamente a la lista gremialista o de centro derecha, me parece que afectó a todas las otras también.

¿Cómo te explicas eso?
-Porque esta elección fue un poco un plebiscito sobre la gestión de la Camila. Cuando tienes tal cantidad de votos para Camila Vallejo, y por otro lado, el primer día de votación, cuando es incierto el resultado, Gabriel Boric no tuvo tantos votos personales, sino una buena votación de la Nueva Izquierda Universitaria. Ya al segundo día se vuelca la votación hacia Creando Izquierda, uno ahí efectivamente puede decir que ahí hay un voto anti Camila y no se puede negar. Es una hipótesis electoral que me parece aceptable.

¿Cuál es el análisis que haces sobre estas elecciones FECH? ¿El triunfo de Creando Izquierda, la “caída” de Vallejo?

-Creo que este es un gran triunfo para la Izquierda Autónoma. Sé que es Creando Izquierda y que incluye Arrebol, pero en realidad ahí los grandes ganadores son la Izquierda Autónoma, que metieron dos candidatos: Andrés Fielbaum y Gabriel Boric. Yo no esperaba que ganaran. Yo pensé que iba a ganar Camila Vallejo. De hecho el primer día mantenía esa predicción. Fue lo que pasó el segundo día con la gente que votó estratégicamente lo que cambió el resultado. No lo esperábamos nosotros y eso finalmente nos dejó fuera. Finalmente se lo ganaron, hicieron una campaña fuerte. La Jota hizo una campaña con mucha parafernalia, con como tres cierres de campaña, trajeron hasta a gente de Los Prisioneros para que tocaran. Había muchos más recursos y se notaba. Los autónomos lo hicieron con mucho menos recursos, con un candidato más potente que Camila. Camila casi no fue a los foros de otras facultades y creo que también finalmente se le castigó por no haberla expuesto a las preguntas de los estudiantes. No puede ser que tu candidato presidenciable no lo lleves para que los estudiantes le puedan hacer preguntas. Demasiado blindaje. En la facultad de Química, fue Morales, otro candidato de la Jota, el que tuvo que resistir el foro completo. Eso le jugó en contra. El hecho de tener siempre como punto fijo al lado de Camila al presidente del Colegio de Profesores, que deja ver detrás la labor del Partido Comunista, y que eso no se veía. Creo que efectivamente eso se castigó. Otro sector también los castigó por que los consideraba muy amarillos, por así decirlo. Creo que hubo varios factores que generaron un voto anti Camila y un voto pro Camila. De todas formas, la mitad de los votos son votos para Camila Vallejo. Mil ochocientos votos es histórico para un presidente -vicepresidente- Fech. Hay un dato histórico curioso: ha pasado que el más votado en votos personales en elecciones FECH pasadas sale vicepresidente, como Felipe Hasbún.

LUCRO PERIFÉRICO
Luego de la derrota, ¿cómo se viene este año para ustedes?

-Trabajando en el Pleno FECH y aprovechando de trabajar desde las facultades. Yo creo que si hay una lección que hay que sacar de acá es del FEL (Frente de Estudiantes Libertarios) y de Luchar. Creo que el trabajo de hormiga y de base de ellos, que no fue un trabajo político ni mediático, ni tampoco tan fuerte a nivel de Pleno, pero se metieron igual con bastante fuerza, da un cierto ejemplo de un trabajo que se podría hacer en las facultades. Felipe Ramírez no era un candidato que debatiera bien en los foros. Esas no eran sus virtudes. Su virtud fue que tenía un grupo de gente todo el año sacándose la cresta trabajando en muchas facultades en la Chile. Esa es una lección que hay que aprender de ellos.

¿Qué implica que este año no esté presente la derecha en la directiva FECH?
-No sé hasta qué punto. Que no estemos en la FECH no significa que el gremialismo no trabaje en la Chile. En vez de estar hinchando en el Pleno nos van a tener hinchando en las asambleas globales. Hubo otros años donde no existía el gremialismo en la Chile y hubo años donde solamente existía izquierda en la federación. Es difícil analizar cuáles son los cambios que eso va a significar, porque puede ser que no tengamos a nadie en la mesa directiva de la FECH, pero si tenemos buen trabajo en los espacios locales, y vamos a tratar de apuntar a eso el próximo año, igual podríamos meter nuestras tesis desde el trabajo en las facultades grandes, por ejemplo. Lo que significa que no quedamos anulados. Ahora, por otro lado, el no tener la carga que significa el trabajo de federación nos permite levantar proyectos propios. En esta campaña ahorramos y vamos a utilizar ese dinero en proyectos.

¿Como cuáles?
-Trabajos voluntarios, que hace tiempo tenemos ganas de hacerlos y este año no pudimos hacer por el paro. Potenciar el preuniversitario que tenemos en San Bernardo desde el año pasado. El proyecto “Chile en la Chile” que dos años hemos perdido el Fondo Azul para hacerlo.

¿De qué se trata ese proyecto?
-Es la bienvenida de la gente de regiones. Yo soy de regiones y me da la impresión de que mucha gente en la Chile llega acá y no tiene familiares, no tenis ni tele, qué hacís: participar. Uno llega y no cacha nada de Santiago. Este es un proyecto para juntar gente de regiones, de distintas facultades, en un punto, darles una bienvenida, llamamos a la gente del Transantiago para que fuera y entregara folletos y nos orientara. Es básicamente dar una orientación y una bienvenida, porque se supone que la Chile tiene un discurso de que la Chile es para Chile pero no tiene una preocupación particular por la gente que no es de Santiago. La gente que no es de Santiago cuando llega tiene necesidades bien particulares y cuando llega acá no conoce nada. A mí me tomó como tres o cuatro años aprender a usar las micros amarillas y después me las cambiaron. Terrible.

Y en cuanto a los puntos programáticos de su campaña, ¿en qué difieren de la Creando Izquierda y la Jota?
-Ponemos mucho énfasis a que la federación no puede reducirse al área política. Que tiene que ser capaz de abarcar a los estudiantes en todas las amplitudes y dimensiones que significa ser persona y estudiante. Eso significa grupos recreativos, deportivos, los grupos organizados en general de los estudiantes, la federación debiese tener un espacio para generar y para articularlos, de manera que se vayan conociendo los grupos en las distintas facultades. Tenemos acuerdos programáticos, hay que ver si los van a impulsar o no, que tienen que ver con la inclusión del cuarto estamento en la toma de decisiones. Que los egresados tengan poder en la toma de decisiones dentro de la universidad. Como punto central está el manejo de las movilizaciones, y probablemente donde chocamos más con las tesis de ellos.

¿Por qué?
-Ellos tienen la tesis del bloque social, que eso se transforma en un referente político y ese referente cambie Chile. Nosotros creemos que eso va a fracasar porque los bloques sociales son diversos. Segundo, porque si se construye algo va a estar a la izquierda del Partido Comunista pero a nivel nacional va a ser marginal. No se puede cambiar Chile desde la marginalidad, uno requiere hacer pactos más amplios. Nosotros hubiésemos apostado en agosto a sentarnos a negociar directamente con el gobierno, porque además tenemos ahí una crítica a las Juventudes Comunistas, que plantean acuerdos programáticos con la Concertación. Igual uno tiene que hacer esos acuerdos programáticos, pero me parece que cuando la presión se desvía en el parlamento, que eso sería un resultado de hacer un acuerdo programático con la Concertación, son muchos actores, por lo tanto la presión se diluye. En cambio el Ejecutivo permitiría más presión sumamente centrada en una sola unidad, como fue cuando esto se mantuvo muy centrado en el ministro Lavín, hasta ahí yo creo que estaba acertado, que era el momento de materializar.

¿En qué temas sí están de acuerdo con el movimiento estudiantil?
-Los aportes basales es uno. La eliminación del Crédito con Aval del Estado es otro. Ahora, en términos de gratuidad, el problema que tenemos con eso es que solamente medía arancel. Creemos que eso es mirar todos los gastos asociados a la educación superior, el ingreso per cápita de la persona, los gastos que dependen de factores socioeconómicos asociados. Por ejemplo, si tienes un hermano con una enfermedad crónica, son gastos que debiesen descontarse de tu ingreso familiar para calcular el per cápita.

¿Y el lucro?
-El lucro es un tema periférico. Los temas que nosotros creemos que sí influyen en la calidad, fuera del tema del lucro, creemos que es más importante la segregación. El ingreso de una persona depende de su formación, lo que se conoce como capital humano. No hay una relación absolutamente lineal, pero sí más o menos lineal. Esa gente que tiene mayor formación y mayores ingresos, tiene hijos y sus hijos viven con ellos, por lo tanto hay traspaso hacia ellos directo de conocimiento. Pero además sus padres tienen mejores ingresos. Si tenemos un sistema escolar que segmenta por precios, que efectivamente es lo que sucede en el sistema chileno, resulta que así estoy seleccionando los hijos de gente que tiene más plata. Los hijos de gente que tienen menos plata son menos educados, porque sus padres son menos educados. Eso significa que si el colegio es bueno seleccionando va a tener automáticamente mejores resultados en el Simce sin necesidad de ser bueno educando. Lo que importa, lo que es relevante, es cuánto aporta el proceso educacional, también el bagaje sociocultural económico que tiene la familia y eso está directamente relacionado con el ingreso. De ahí sale la crítica directa a lo que fue la política del semáforo. Y también la crítica más directa de que, hoy en día, en ese supuesto derecho de los padres a elegir dónde educar a sus hijos, que se supone que está en la Constitución, hoy día no está, porque efectivamente un padre no elige dónde educar a sus hijos, sino que muchas veces los colegios lo hacen y lo hacen por segmentación de precios y el gobierno creemos que debiese hacerse cargo de eso dando instrumentos, asegurando que la libertad de elegir fuera efectiva y la segregación eliminada.

¿Y el lucro en el sistema universitario?
-Mientras sea ley y esté prohibido, está prohibido. Cuando Larroulet salió a defenderlo y estaba prohibido por ley… Creo que si hubo dos tipos que andaban con así el tarro de bencina, fueron Hinzpeter y Larroulet. Si la ley lo prohíbe, lo prohíbe. Dar una discusión al respecto me parece acertado, aunque finalmente no se dio. Me parece importante que se dé porque las universidades como tales no lucran, pero efectivamente mediante inmobiliarias, sí las lucas por algún lado las están sacando. Aún así no creo que generen peores resultados. El problema que tiene es que si uno conecta el sistema de ayudas estudiantiles, por ejemplo, un sistema atingente al ingreso que fuera libre y no importara la institución, probablemente lo que pasaría es lo que pasa con la universidad de Phoenix en Estados Unidos, donde meten mucha gente para generar lucas, en espacios de deserción muy alta, y un sistema que está asegurado por el Estado, donde resulta que el Estado termina pagando procesos educativos muy malos.

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