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Nacional

3 de Mayo de 2012

Nodo XXI: la fundación con cara de partido de la Izquierda Autónoma

Montada por integrantes de la Izquierda Autónoma y la ex Surda, incluído el actual presidente de la Fech, Gabriel Boric, el movimiento que le arrebató la presidencia en la Fech a Camila Vallejo busca reunir a los desencantados de la izquierda tradicional y aquellos cansados de los amarres de la dictadura.

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Antes del movimiento estudiantil del 2011, a los autónomos ya los había picado el bichito. Eso dice Francisco Figueroa, ex vicepresidente de la Fech y director de Nodo XXI, una fundación que debuta mañana con un seminario de educación en la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile y que pretende reunir a la ciudadanía movilizada que quiere dejar atrás los lastres de la dictadura.

Eso es lo que pregona, al menos, uno de sus directores, quien además explica que este nuevo referente no es un partido político propiamente tal -aún- pero que pretende sintonizar con el calor del reclamo callejero surgido el año pasado. Un reclamo a las estructuras que hoy componen el mapa político de hoy en día y que viven la crisis de representatividad ciudadana más grande los últimos tiempos.

“Somos una fundación que no intenta fortalecer la sociedad civil en abstracto. Queremos colaborar con la creación de nuevas fuerzas sociales y políticas. En ese caso, es una fundación interesada, no es neutra, que no está ligada a ningún actor político existente actual”, dice Figueroa.

Si bien el directorio de la fundación lo componen ex militantes de la Surda, colectivo político surgido en los patios de la Casa de Bello en los noventa y del cual una facción se transformó en la Izquierda Autónoma, no es una fundación limitada a temas educacionales. A su haber se encuentran Gabriel Boric, Francisco Figueroa, Víctor Orellana, Francisco Arellano Rojas, Giorgio Boccardo y Carlos Ruiz, todos ligados a la universidad de Chile en la federación de estudiantes o como académicos.

La idea, según el propio Figueroa, es instalar una plataforma que reúna a las luchas sociales que buscan “redefinir los marcos que puso la transición para discutir sobre el país”. Por eso buscan, después del seminario crear una escuela de formación de dirigentes y publicar un libro que resuma nuestros idearios, como metas a corto plazo.

“Necesitamos nuevas herramientas y nuevos actores para discutirla. No queremos ser insumo juvenil para que los políticos de hoy entiendan mejor la situación que los aproblema. Se está hablando de derechos universales, de democracia a secas, cosas que la transición no quiso discutir y que nosotros sí queremos hacerlo”, señala.

Vagón de cola

A nivel mediático, la izquierda autónoma ganó presencia con la última elección de la Fech, donde se remarcó la diferencia con la lista de la Jota, que lideraba Camila Vallejo. Parte de esas críticas que los diferenciaban son el caldo de lo que en Nodo XXI buscan sintetizar estos mismos actores, los primeros que buscan una proyección estructural dentro de las variedades de izquierda estudiantil existentes y un poco más lejos de Revolución Democrática, el partido que Giorgio Jackson y compañía lanzaron a principios de este año.

El argumento, según ellos, es que la izquierda está sumida en una crisis de incidencia hace muchos años, que “no tiene proyectos ni arraigo en el movimiento social o se cambió de bando y pasó a ser el vagón de cola de una Concertación neoliberal”.

“Los comunistas son una fuerza importante de cambio pero no sabemos cuan sintonizados están con esta necesidad. A mi me gustaría verlos, pero vengo de leer a Tellier que el pacto de la izquierda le da una base de apoyo a Bachelet y no me encaja. Parecen, según lo que veo, estar bajo el supuesto de que Bachelet debe ser sí o sí la próxima presidenta y resulta que ella no dicho nada de lo que pasa en el mundo real desde que se fue a suecilandia o donde esté. Lagos no quiso hacer una autocrítica cuando el movimiento se la pidió y Escalona hoy día es el guardia de seguridad del negocio de las elites en este país. Entonces, no hay quién recoja ese guante”, dice.

Por eso la búsqueda de un vértice que una la efervescencia estudiantil con otras organizaciones sociales y sindicales es la llave que pretenden formar, según Figueroa.

“La ciudadanía está chata de los derechos transformados en bienes de consumo, en la democracia a la medida de las elites. Nos gustaría ver a la Concertación levantando una alternativa al gobierno de Piñera, pero la vemos enfrascada en una disputa por sus excesos, sus salidas de libreto”.

Su debut, hoy a con el ciclo “Chile tras la revuelta estudiantil, ¿y ahora, qué?” a las 18:00 hrs en el Aula Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, será el punto de partida. Un trabajo que esperan prolongar para el próximo año y con la disputa de espacios de representación popular, algo que no está en las metas de corto plazo pero que no descartan ni le hacen asco.

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