CEP entierra a Piñera y consolida a Bachelet y Golborne en carrera presidencial

Si fuera el comienzo del gobierno del presidente Piñera, de seguro su escuálida aprobación del 24 por ciento y 59 puntos de rechazo, según la encuesta del Centro de Estudios Públicos, sería más que un balde de agua fría. Pero tanto los analistas como quienes participan hoy del gobierno saben que no tiene vuelta. Los anuncios de una reforma tributaria, los cambios en educación y la larga lista de “logros” que el propio mandatario se encarga de repasar en cada entrevista no son suficientes.

Claro, subió un punto desde la medición anterior, pero ese respaldo aún se encuentra muy por debajo al histórico tercio de la derecha dura del país.

Y es que nada parece poder revertir la percepción negativa del presidente y por más promesas que diga cumplir, su principal problema no es su gestión: es él. La gente no le cree y ha medida que se publican nuevas encuestas esto parece ya una verdad irrefutable. En el caso de hoy, la consulta muestra que siete de cada diez chilenos no le compran cuentos al empresario. Pero es más: tampoco lo quieren. Según la CEP, solo un 15 por ciento de los chilenos lo ve como un hombre cercano. Así, resulta casi imposible que cualquier decisión que tome pueda aumentar su cuenta corriente de popularidad.

Así las cosas, las cifras entregadas hoy le dan piso político a las especulaciones de cuán cerca se encuentra de sufrir el síndrome del pato cojo -en que gobierna sin mandar- y de comenzar a disminuir su minutaje en televisión por sus triunfos o derrotas en su gestión dando paso, como en el caso de ayer, a figuras políticas de su gobierno con más llegada como Laurence Golborne.

Ahora, coinciden analistas, la carrera presidencial continuará desatada pero con un antecedente más: la biblia de las encuestas consolida a la ex presidenta Bachelet como la única que podría devolverle el poder a la Concertación con un 51 por ciento, seguida por el ministro de Obras Públicas y ex gerente de Cencosud, Laurence Golborne con un 7 por ciento. Más atrás queda el ministro de Defensa Andrés Allamad, quien con un 2 por ciento según la CEP deberá ver si mantiene firme su frase de estar listo para competir.

En un escenario aún más oscuro se encuentra su colega de Economía, Pablo Longueira. Si el ministro sigue la línea de relativa sensatez que ha marcado su accionar político, es de esperarse que más temprano que tarde anuncie su respaldo cerrado al titular de Obras Públicas, aceptando que esta vez tampoco será el abanderado de la derecha y, más vale que el que lo sea represente al partido de Jaime Guzmán.

El estudio también despeja la pelea al interior de la oposición por el deseo de realizar primarias. El resto de los candidatos presidenciales Ximena Rincón y Claudio Orrego, ambos DC, no aparecen ni en el puzzle.

Otros datos sabrosos que de seguro harán pensar si Golborne se acerca o se aleja de Piñera son su peor dolor de cabeza: nadie querrá acercarse a un presidente derrotado en ámbitos tradicionalmente fáciles para la derecha como el manejo de la delincuencia, caballito de batalla de su campaña y que hoy, junto con el manejo de conflictos sociales, tienen una pésima evaluación.