La reconstrucción en Isla Mocha la tienen que hacer los damnificados

El ministro de Vivienda y Urbanismo, Rodrigo Pérez; y el de Defensa, Andrés Allamand, llegaron este lunes a la localidad de Isla Mocha, en las cercanías de Lebu, Región del Biobío, donde inspeccionaron la llegada del tercer embarque de materiales que se utilizarán en la reconstrucción de 40 casas para familias que fueron afectadas por el terremoto del 27/F, un beneficio que se asignó a través de subsidios de autoconstrucción, por un monto de 271 millones de pesos.

Y así como Longueira eligió una pauta del censo para bailar cueca y hacer campaña, Golborne fue y besó vecinas de Recoleta, Allamand se remangó la parca para entregar el material con el que los isleños tendrán que reconstruir sus casas sin ayuda.

Según señaló el ministro Pérez, “la reconstrucción está llegando a todas las regiones afectadas por el 27/F, superando todos los obstáculos que nos impone la geografía del país, y el caso de Isla Mocha es el mejor ejemplo de ello. Esperamos que todas las familias estén en sus nuevas viviendas antes que termine este 2012”, declaró, sin aclarar que cada uno de los vecinos que recibió el material deberá ponerse manitos a la obra a construir su casa.

Respecto del subsidio de autoconstrucción, comprende un beneficio de 300 UF por familia, y fue diseñado por el Minvu para llegar a zonas donde la reconstrucción es compleja por las dificultades geográficas. Con esto se ayudó a quienes vivían en el borde costero al momento del maremoto, quienes posteriormente fueron trasladados a terrenos cedidos por el Ministerio de Bienes Nacionales.

Pero la cosa no es al gratín, qué han creído.

A través de este beneficio, los damnificados pueden comprar los materiales de construcción en una red de ferreterías en convenio con el ministerio, contemplando además recursos para contratar asesoría técnica.