Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Cultura

29 de Mayo de 2012

Claudio Huenchumil, el dibujante de cómics mapuche

Entre el 27 y el 29 de julio se realizará en Santiago la Expo Comic 2012. Al evento organizado por la Asodich (Asociación de dibujantes de cómics de Chile) asistirán dibujantes de talla mundial como Nico Di Mattia y Rodolfo Miggliari. Dentro de los créditos nacionales se encuentra Claudio Huenchumil. Dibujante de origen mapuche que […]

Daniel Belmar
Daniel Belmar
Por



Entre el 27 y el 29 de julio se realizará en Santiago la Expo Comic 2012. Al evento organizado por la Asodich (Asociación de dibujantes de cómics de Chile) asistirán dibujantes de talla mundial como Nico Di Mattia y Rodolfo Miggliari. Dentro de los créditos nacionales se encuentra Claudio Huenchumil. Dibujante de origen mapuche que ha trabajado en cómics, esculturas y animación. En entrevista con The Clinic Online, Huenchumil nos cuenta la discriminación que sufrió cuando chico, de las peripecias que debe pasar un dibujante para sobrevivir en Chile y su ambicioso proyecto de efectuar una animación basada en la guerra de Arauco.

¿A qué edad te diste cuenta de que te podías dedicar al dibujo?
-A los 13 años. Yo me acuerdo que mi papá dejaba las revistas tiradas en el piso. Yo tomaba el Icarito y comenzaba a dibujar el cuerpo humano. Tomaba la parte ósea y me ponía a dibujar los huesos, los intestinos, las entrañas. Hice hartos dibujos en esa época, pero me los quitaron mis compañeros, me molestaban mucho.

¿Por qué?
-Cuando yo era muy niño, antes de entrar al colegio, vivía feliz. Porque uno no tiene una identidad propia, es como un papel en blanco. Un estado en el que todos somos iguales y partimos de cero. Pero al entrar a básica, me encontré que a los niños ya les habían enseñado lo que era lo bueno y lo malo y yo estaba dentro de lo malo. Como categoría de ser humano estaba debajo de ellos. Eso, porque yo era un indio, un moreno y, por mi condición económica, un pobre.

Pero, eran solo molestias…
-Es que eran molestias que pasaban más allá. Son muy malas experiencias que acumulé sin tener cómo defenderme. Entonces tú te das cuenta de que el ser humano en esa desventaja lo único que puede hacer es mantener silencio o reflexionar de algo que todavía no entiende bien. En un momento casi pensé en renegar de lo que era…

Pero las ofensas de tus compañeros ¿En qué consistían exactamente?
-Me tenían apodos como el indio, el negro, el mapuchito; todo en modo peyorativo. Cuando decían “Huenchumil”, giraban la cabeza a mirarme como un espécimen. Los niños son muy crueles. Creo que los padres y los educadores deberían tomar conciencia de cosas como ésta, que son de gran importancia en la formación de un niño. Creo que solo después, con el tiempo, uno asimila las cosas y las ve de otra forma.

¿Cómo lograste superar este bullying?
-Cuando estaba empezando la educación media, como que pasé por un momento medio anarquista. Sentí un resentimiento con el que quería revelarme. Pero finalmente, canalicé esa energía de un modo más artístico. Con el tiempo perdone a los que molestaron y utilicé mis habilidades y experiencias en algo productivo. Creo que ese fue un momento importante en mi vida en que definí lo que yo realmente quería ser. Uno tendría que estar agradecido de sus enemigos.

Pero ¿Qué habría pasado si hubieras optado por un camino más violento?
-Por mucho tiempo esa fue una interrogante, hasta que me encontré con un Peñi que se convirtió en todo lo que yo no quiero ser. El había seguido un camino más de confrontación. Me reclamó que nunca me había visto en las manifestaciones mapuches y que, según él, debería haber estado más en terreno enfrentándome a Carabineros. Pero yo le respondí que él no estuvo en instancias de avances importantes para la causa mapuche como un proyecto de educación intercultural bilingüe para los niños. Me di cuenta de que estaba bebido y en un muy mal estado. Vivía en forma mísera en el alcoholismo y el último refugio que le quedaba era la causa mapuche. Aunque obviamente encuentro bien que defienda una causa que es común, creo que esa no es la forma correcta de hacerlo.

De Mazinger Z a Lautaro

¿Cuáles son tus influencias como dibujante?
-Mi influencia era inicialmente barroca. No había internet y el dibujo que yo veía era lo que aparecía en enciclopedias. Pero mis influencias definitivas fueron los dibujos animados japoneses de los ochenta. Series como Mazinger Z, el festival de los robots, Robotech, el Súper Agente Cobra, etc. Creo que toda la gente que estuvo en “La nueva Grafica Chilena”, como mi amigo Rodrigo Salinas, tiene esa influencia. Con unos amigos hasta hicimos un Manga chileno. Para publicarlo vendimos nuestros instrumentos musicales, consolas de juego, etc. Al final, no ganamos nada y en realidad salimos para atrás. El mercado chileno es pequeño, mientras que la impresión y la distribución son muy caras. Si no existe un capital externo, te mueres.

¿Se puede vivir del dibujo en Chile?
-Yo he comprobado que sí, aunque se requiere de mucha constancia. Yo también trabajé en una empresa de animación en que hacíamos por encargo capítulos que nos pedían desde España y los países bajos. Después, la empresa tuvo pocos trabajos y la mayoría de los animadores y dibujantes nos fuimos. Pero Alex Olea, se quedó. Actualmente, Olea es un diseñador importante en Wanako Games y ha ganado mucho dinero.

He visto dibujos tuyos de indígenas, caballos y bestias mitológicas. ¿Te interesa representar elementos de la cultura mapuche en tu trabajo?
-Sí, eso es parte de un proceso introspectivo que estoy realizando como desde hace 10 años, que está relacionado con reencontrar mis raíces. Claro que ha sido un trabajo complicado. Porque los mapuches no tenían escritura e hicieron muy pocos dibujos. Falta, a nivel gráfico, un imaginario mapuche. Por eso yo me he preocupado de que al dibujar algo mapuche, lo hago de la manera lo más fiel posible. Dibujo las vestimentas y las joyas con fidelidad al objeto original. También es interesante retratar a las divinidades. Trentren-Vilu y Caicai-Vilu son las serpientes de la tierra y el mar, que yo las represento como dragones; en un estilo que recuerda un poco a los dragones japoneses. Estas serpientes tienen que ver con el diluvio universal, que es una leyenda presente en casi todas las culturas antiguas, aún en culturas que nunca tuvieron algún tipo de contacto.

Dentro de un Comic ¿Cómo sería un súper héroe mapuche?
-Creo que tendría que ser una dupla. Un joven fuerte y valiente que recibiera los consejos de un anciano sabio e influyente. Creo que eso fue lo que se dio entre Lautaro y Colo Colo. Ellos son los héroes históricos del pueblo mapuche. Por eso uno de mis grandes proyectos es hacer una animación sobre la Guerra de Arauco. Que es una idea ambiciosa, pero muy interesante. La idea sería utilizar un dibujo realista y tomar como base los hechos reales, pero novelizando la vida de los personajes.

¿Qué te parecen los cómics industriales de la actualidad?
-Creo que los artistas de hoy en día han concentrado mucho solamente en la parte estética. Por eso yo tengo una crítica: a favor de la estética, han dejado de lado el sentido y el mensaje de la obra. Hoy en día los seres humanos son creados en línea, como Henry Ford que creó la producción en linea de autos. Cuando quieres crear algo, lo único que haces es repetir la información que ya te han entregado de distintas formas. En el arte actual hay mucho erotismo y una utilización de la mujer. La mujer está tan bien diseñada que atrae al hombre. Al pasar una mujer, tu giras la cabeza para ver que parte te gusta de ella. Algunos comics actuales, utilizan a la mujer para atraer al hombre, igual que la publicidad.

En los X Men, dos mutantes gay se casaron. DC cómics, por su parte, ha anunciado que va a revelar la identidad homosexual de uno de sus súper héroes más importantes. ¿Qué te parece esta tendencia?
-Cada uno es libre de hacer lo que quiera. Está bien que se manifiesten los homosexuales a favor de sus derechos. Pero de repente siento que se ocupan mucho los medios solo con los temas de la minoría homosexual. Porque hay otras minorías, como los discapacitados, los mapuches y otras comunidades indígenas que no tienen esa misma repercusión mediática. Hay que pedir derechos e igualdad, pero se está exagerando mucho con el tema gay, como si se tratara de la única minoría que ha sufrido vejaciones. A pesar de esto, rescato que los cómics profundicen sus temáticas, tratando cada vez cosas más complejas.

Notas relacionadas