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Opinión

28 de Julio de 2012

Internet: tan libre y tan vigilada

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Dioses de la seguridad que son patrones del infierno y piratas que pretenden allanar los caminos de voces acalladas son protagonistas de un duelo de principio de siglo.

La licenciada Beatriz Busaniche, patagónica de origen, rosarina por adopción y porteña por decisión es una de las profesionales de la comunicación más formadas en un tema clave: el libre acceso al conocimiento y a la cultura en internet. Junto a un grupo de periodistas y diseñadores participó en la cuarta edición del Roca Blog Day que se llevó a cabo en el centenario Diario Río Negro. Su conferencia: “Amenazas a la libertad de expresión en internet”. Replicante viajó a la Patagonia para cubrir el evento.

Busaniche se graduó como licenciada en Comunicación Social de la Universidad Nacional de Rosario en pleno menemismo. Siendo muy joven fue productora radial en el programa del histórico Nacho Suriani en Radio 2. Actualmente está trabajando en su tesis de maestría en Propiedad Intelectual, en aspectos vinculados a la tensión entre el ejercicio de los derechos culturales y el cumplimiento de la ley de propiedad intelectual en Argentina, temática que la apasiona y le saca el sueño. Ella recorre el país y su celular no para de sonarle. Su postura sobre la causa Taringa!, tan mediática por cierto, le otorgó una relevancia que es consecuencia de un trabajo pormenorizado en el área.

“Si la justicia falla contra Taringa! va a quedar como antecedente que los intermediarios van a ser responsables de lo que hagan sus usuarios en la plataforma. Esto puede traer algunas consecuencias graves, como por ejemplo que los intermediarios (en este caso los administradores de Taringa!) se conviertan en policías y empiecen a bajar cosas al menos preventivamente por miedo a que venga un juicio penal”, asegura la comunicadora. Pero esa no es la única advertencia de la especialista que trabaja para la Fundación Vía Libre, organización civil sin fines de lucro que se dedica a defender derechos ciudadanos en entornos mediados por nuevas tecnologías.
Libre pero no tanto

“Hoy día contamos con un medio de comunicación que jamás tuvimos. Hace treinta o cuarenta años la libertad de expresión y el derecho a comunicar era algo que existía de hecho, pero los ciudadanos comunes no podíamos ejercer. Para expresarte públicamente tenías que lograr que un diario publique una carta de lectores o tener acceso a una radio. La opinión quedaba circunscrita a un círculo de amigos, a cada familia. Actualmente, a través de Internet, nos comunicamos de una manera completamente distinta. El hecho de generarse una audiencia dependerá de las capacidades de cada uno pero hoy podemos ejercer realmente la libertad de expresión, ya no es un territorio de los periodistas. Todos tenemos algo para decir. La libertad existe y está en riesgo”, asegura Busaniche, integrante de la Asociación Civil Wikimedia Argentina.

Busaniche sostiene que mucha gente cree que no pasa nada, que en Internet se puede decir cualquier cosa. “Sigue muy firme el mito de que no existe regulación. Todo lo contrario, en Internet hay demasiadas regulaciones y no existe vacío legal, por ejemplo en el tema de la propiedad intelectual. Lo que sí existe es una sobrerregulación”, añade.

Enumerando amenazas

La comunicadora enumera las posibles amenazas contra la libertad de expresión retomando tres ejes que describió el profesor William Dutton del Internet Studies de la Universidad de Oxford. “En primer término la ciberseguridad. Por estos días se habla demasiado del tema, se está discutiendo sobre qué es un ciberdelito, si existe o no. Desde Vía Libre pensamos que no existe tal cosa como ciberdelito. Los delitos ya están tipificados y lo que existen son medios con los cuales se pueden cometer éstos”, asegura. Ejemplifica la idea describiendo los envíos de fishing (se denomina a esta práctica cuando un sujeto intenta adquirir información confidencial de forma fraudulenta, como puede ser una contraseña o información detallada sobre tarjetas de crédito). “Esto no es una ciberestafa, es una estafa lisa y llana y debe penalizarse como tal, lo que cambia es que se utiliza un nuevo método de engaño. La ciberseguridad está muy en boga, luego de los ataques a las Torres Gemelas en 2001, donde se exacerbó el eje de la seguridad desde el gobierno de George Bush. Muchos países se subieron al carro de esta doctrina. En Argentina vemos medidas que van en este sentido, como por ejemplo el monitoreo de red e intentos de vigilancia. Los sistemas de vigilancia siempre son previos a sistemas de censura”, advierte.
Pedofilia y la red

“El segundo eje que se utiliza para instalar eventuales sistemas de monitoreo es el argumento de la lucha contra la pedofilia y el abuso de menores. Hay un proyecto de la senadora Liliana Fellner que va en este sentido, que se presenta como protección de menores en Internet pero invoca el control. Por ejemplo, el proyecto habla de lenguaje soez, imágenes violentas y bajada de línea ideológica. El proyecto manda a bloquear una serie de espacios de manera obligatoria a los proveedores de Internet. Con esta lógica hay que censurar la televisión, ya que todo esto se ve día a día en la TV”, compara Busaniche. “Si este proyecto fuera en contra de los contenidos de la televisión enseguida se enciende la alarma de la censura; pero como va en nombre de la protección de los menores contra Internet se defiende el proyecto de antemano. Cuidado con eso”. La comunicadora cree que la demonización del medio no soluciona los problemas de pedofilia. “El camino al infierno está plagado de buenas intenciones”, enfatiza.

Contenidos compartidos

El tercer eje que está en juego es el de la propiedad intelectual, que, según Busaniche “parece ser el derecho más sagrado que hay en Internet”. La graduada en la UNR dice que en nombre de protegerla se están llevando puesto el debido proceso y en muchos casos la libertad de expresión. “Existen muchos casos de censura invocando la propiedad intelectual”, afirma. Y, en este ítem, el caso de Taringa! es paradigmático. Busaniche describió el estado de la causa que sigue con algunas editoriales, aunque los administradores del sitio llegaron a un acuerdo con la Cámara del Libro. “Esto implica darles la potestad de decir lo que se puede publicar y lo que no. Tenemos que empezar a mirar cómo este tipo de medidas, legislaciones o fallos impactan sobre la libertad de expresión en Internet. En este caso lo que está más en riesgo es la libertad que hemos ganado los ciudadanos comunes. Probablemente en algún punto este tipo de controles afecte lo que podemos hacer y decir en Internet y quedemos en manos no sólo de leyes represivas sino también de la alta concentración de los medios que estamos usando”, concluyó.

Por una web plural

Busaniche disparó contra la concentración de contenidos en internet. “Es un peligro el nivel de concentración de plataformas como YouTube, Facebook o Twitter, sumado al nivel de concentración de la infraestructura. Que tres empresas del mundo sean los dueños de los caños por lo que circula Internet es un peligro directo a la libertad de expresión y comunicación”.
Otro debate polémico
Luego del frustrado proyecto de Ley SOPA se discute por estos días en Estados Unidos la Ley CISPA (Cyber Intelligence Sharing and Protection Act), que no sólo pone énfasis en la “piratería”, sino que refuerza la infracción de la propiedad intelectual como una amenaza a la seguridad dando plenos poderes a gobierno, federales y “terceros” al acceso a los datos de los usuarios. ®

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