
Tanta cobertura de Juegos Olímpicos, tanto machito en traje de baño o en uniformes repegados no deben permitir que los simples placeres de la vida, sobre todo los carnales ocupen su lugar en este sitio donde la lujuria está entre nuestros visitantes predilectos. Las imágenes bajo el lente de Laurent Darmon combinan a la perfección […]
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Tanta cobertura de Juegos Olímpicos, tanto machito en traje de baño o en uniformes repegados no deben permitir que los simples placeres de la vida, sobre todo los carnales ocupen su lugar en este sitio donde la lujuria está entre nuestros visitantes predilectos.
Las imágenes bajo el lente de Laurent Darmon combinan a la perfección con esta tarde debido a sus tonos grisáceos, entre los que podemos descubrir las líneas de una mujer como nadie otra.