Votos del PPD y René Alinco permitieron la aprobación en general el proyecto de ley de reforma tributaria

Por 63 votos a favor, 35 en contra y 18 abstenciones, la Sala de la Cámara de Diputados aprobó en general el proyecto de ley de reforma tributaria. La aprobación de este proyecto resultó ser una sorpresa, considerando que durante los últimos días los distintos partidos de oposición habían acordado rechazar o abstenerse de la votación.

Pero el Partido por la Democracia y el Diputado René Alinco, rompieron este acuerdo tácito, permitiendo la aprobación en general del proyecto de reforma tributaria. Este hecho, generó airadas reacciones por parte de distintos sectores políticos.

El diputado Carlos Montes (PS) dijo que: “la verdad es que el acuerdo de la Concertación es que algunos iban a abstenerse y otros iban a votar en contra, esa era la letra E en general, pero algunos parlamentarios, con sus argumentos decidieron apoyar la idea de legislar y, en definitiva, eso fue lo que permitió que esto se apruebe”.

En tanto Pablo Lorenzini (DC) expresó su molestia por el resultado de la votación: “Queda en evidencia que cada uno vota lo que quiere votar. Ya como Concertación y como oposición el trabajo se ve complicado. Algunos parlamentarios votaron con la mano izquierda lo que escribieron con la derecha”.

El diputado independiente, René Alinco, salió al paso de las críticas comentando que: “yo fui uno de los que votó en contra de la idea de legislar y, si este proyecto hubiese fracasado en la Cámara podríamos haber obtenido un mejor proyecto”.

Alinco añadió que: “Al apoyar los diputados de la Concertación la idea de legislar, indudablemente que abrimos una ventana y justamente tuvimos un resultado de que el proyecto en general se aprobó en la mayoría de los articulados”.

Por su parte, el diputado Pepe Auth (PPD), prefirió bajarle el perfil al asunto: “Nosotros como partido no hemos votado a favor de la reforma tributaria propuesta por el gobierno. Simplemente votamos a favor de la idea de legislar. Yo creo que nunca se debe rechazar la idea de legislar, porque no hacerlo es como ni siquiera estar dispuesto a conversar el asunto. A mí me molestó cuando en el caso de la ley de aborto ni siquiera se aprobó la idea de legislar y, en este caso, prefiero que el tema se debata para dar la posibilidad de que se produzca algún cambio en la estructura tributaria”.