Felipe Larraín festeja reformita tributaria como una revolución

El ministro de Hacienda está saltando en una pata luego que anoche la Comisión Mixta del Parlamento aprobara el ajuste tributario planteado por La Moneda, y aseguró que se trata de la segunda mayor modificación en el ámbito desde 1990.

En una conversación con TVN, Larraín rechazó que se trate de “ajustes menores” como acusó el vocero de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), Gabriel Boric.

“Vamos a recaudar del orden de US$ 1.000 millones netos, porque la recaudación bruta es superior, pero hay rebajas de impuestos”, dijo el ministro que despidió a su nana sin indemnización al abordar la disminución del impuesto a las personas y la de timbres y estampillas.

Pero Larraín fue más allá en sus críticas a los estudiantes y afirmó que ayer el Gobierno negoció el proyecto en el Congreso con “los representantes legítimamente electos” por los chilenos, por lo que no tenía nada que hablar con los estudiantes.

“Dentro de este proceso, nosotros escuchamos a muchísimos actores. No me reuní con los estudiantes. Pero si hubiera habido una propuesta de ellos o nos hubieran pedido una reunión, lo habría hecho. Yo me reuní con varias agrupaciones sindicales, con representantes de las pymes y de los empresarios, con centros de pensamientos transversales, con todos los partidos, y con decanos de las principales universidades del país”, dijo.

Al estilo Von Baer, el ministro también tuvo mensajes para la gestión Bachelet: “El Gobierno anterior creció poco más de 3% y nosotros hemos crecido al 6%. Una diferencial de 3 puntos de crecimiento el primer año son US$ 1.800 millones de más recaudación, porque cada punto genera del orden de US$ 600 millones. En el segundo año son US$ 3.600 millones y en el tercer año, US$ 5.400 millones”, explicó.

Frente a la rebaja del impuesto a las personas, Larraín usó un piñerismo y dijo que la medida beneficiará a la clase media, ya que la tasa para aquellas personas que ganan entre $540.000 y $1,2 millón caerá de 5% a 4%; y para los que reciben entre $1,2 millón y $2 millones, de 10% a 8%.

“Tenemos que tener una estructura de impuestos que no incentive la elusión. Nosotros no queríamos favorecer a los que ganan más, sino para estimular el emprendimiento y el trabajo y reducir la brecha que existe entre la tasa de impuesto a las personas y la de las empresas, ya que ello contribuye a la formación de sociedades justamente para reducir la carga tributaria, lo que es perfectamente legal. Estamos muy contentos de que hayamos podido aprobar las alzas y las rebajas de tributos, porque nuestro paquete era equilibrado”, comentó.