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30 de Noviembre de 2012A 35 años de la “Batalla de Belgrado”, el partido más violento de la historia
Por ElObservador.com.uy Codazos. Patadas. Botellazos. Así fue el partido que, en 1977, disputaron Yugoslavia y España, bautizado “La Batalla de Belgrado” por sus grandes tintes bélicos. El partido definía grandes cosas: si la “Roja” empataba o ganaba clasificaba a la Copa del Mundo de Argentina 1978. Si eran los yugoslavos quienes obtenían el triunfo, clasificaban […]
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Por ElObservador.com.uy
Codazos. Patadas. Botellazos. Así fue el partido que, en 1977, disputaron Yugoslavia y España, bautizado “La Batalla de Belgrado” por sus grandes tintes bélicos. El partido definía grandes cosas: si la “Roja” empataba o ganaba clasificaba a la Copa del Mundo de Argentina 1978. Si eran los yugoslavos quienes obtenían el triunfo, clasificaban ellos y dejaban afuera a la visita.
El gobierno yugoslavo de entonces había decretado asueto nacional, según relata una crónica de Clarín, y desde hacía varios días de lo único que se hablaba era de este decisivo encuentro. España tenía la necesidad de clasificar, ya que no lo hacía desde 1966.
La violencia del partido se patentó desde el comienzo. España sacó desde el medio y, cuando ni pasaban dos segundos, un futbolista yugoslavo se tiró con las dos piernas hacia delante para cometerle una grave infracción a Juanito.
“Yo en mi vida deportiva creo que no he visto ningún partido y tan complicado como este, y con tanto miedo”, aseguró Chus Pereda, jugador de España de ese momento, en un documental sobre el episodio.
El Pequeño Maracaná de Belgrado estaba repleto dos horas antes de que comience el encuentro, con los simpatizantes enardecidos. Según recuerda al diario Clarín Ricardo Cano, futbolista argentino que se nacionalizó español, “los hinchas se tiraban al césped y la Policía les soltaba los perros para alcanzarlos”.
Pirri, defensa de Real Madrid, y alma del equipo español, recibió una dura infracción en el tobillo que lo sacó del campo de juego a los 13 minutos. Incluso, estuvo tres meses afuera de las canchas.
En el segundo tiempo, cuando transcurrían 26 minutos de juego, Julio Cardeñosa realizó un esforzado centro al segundo palo, que Cano logra impactar para así decretar un gol que se hacía desear entre el público yugoslavo, pero que terminaron festejando los españoles. La anotación de Cano le dio la victoria a España y el pasaporte para el mundial.
Juanito, uno de los más golpeados, cuando se retiró del campo de juego hizo una seña al público yugoslavo con el pulgar hacia abajo. El jugador de Real Madrid de esa época no pudo llegar al banco de suplentes. Porque, como reprimenda, desde las gradas le lanzaron una botella de vidrio que lo tumbó al piso. Cuando era retirado en camilla, le seguían tirando proyectiles.