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Opinión

28 de Diciembre de 2012

Dos Poemas Inéditos de Germán Carrasco

Foto: fotonaturaleza El camión de la basura 1 como cubano en un supermercado en estado de completa alucinación o como niño de un pueblo perdido cuyo único espectáculo era ver el camión de la basura -el primer camión de basura con compresor que había llegado al pueblo- apisonando el material con planos morosos a la […]

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Foto: fotonaturaleza


El camión de la basura

1
como cubano en un supermercado
en estado de completa alucinación
o como niño de un pueblo perdido
cuyo único espectáculo era ver
el camión de la basura
-el primer camión de basura con compresor
que había llegado al pueblo-
apisonando el material con planos morosos
a la rusa (Loznitsa, ponte tú, o Sokurov)
y un susurro mecánico durante ese proceso
que vociferaba áfono la palabra
d e v e n i r r r r r r
con la voz de un monstruo de manga
o un académico o la mezcla de ambas cosas,

2
así. O como un campesino que mira con binoculares
el funcionamiento de la grúa,
así deberías ver y recordar el mundo;
así se boxeaba y se jugaba fútbol antes,
así se bailaba tango y así mismo
se saludaba a los nuevos de la tribu,
se miraba a los ojos cuando te hablaban
sin los audífonos puestos y se pedía disculpas
cuando correspondía.

3
Te lo juro que quiero creerte, pero se me hace
que la gente era mezquina y sin modales
incluso durante la Unidad Popular de la que tanto
cacareas y de la que, dicho sea de paso,
has sacado bastantes dividendos.
Ni hablar de la aún más famosa dictadura
que aunque hirió de muerte para siempre el territorio,
nos mantenía a todos
juntos como hermanos
y miembros de una iglesia.

4
Eterna la pregnancia de esas imágenes
-el camión la grúa y la otra historia-
así como la rechinante y parsimoniosa
banda sonora fierrera del camión ese.
Podría haber sido cualquier otro camión,
pero era el camión de la basura.

5
como cubano en un supermercado
en estado de completa alucinación
o como niño de un pueblo perdido
cuyo único espectáculo era ver
el camión de la basura,
así deberíamos ver el mundo
porque dios no hace dos cosas iguales
razón por la cual escribir o filmar
cualquier ítem de la realidad es suficiente,
un picnic en la playa o el río por ejemplo
(madre no tenía bañador, se descalzó,
animal plácido rodeado de cachorros).
Pero no se trata de detener la cámara
con parsimonia, o transcribir
lo que se te venga en gana;
el gastadero en tinta o celuloide
da vértigo y vergüenza.

No me puedo sacar de la cabeza el camión ese.

Nidos

Un chincol cruza
una calle céntrica.
De su pico cuelgan
40 cms de cinta
de cassette. La ciudad
está llena de cinta
magnética: huiros
en las aceras
y en el tendido eléctrico
tras el tsunami. Plumeros,
pelucas de payaso, algas
de alcantarilla. Nidos
en calles y bordes
de carreteras.

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