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Poder

18 de Marzo de 2013

Cómo se rearma la Concertación y la derecha con la llegada de Bachelet

La noticia de la renuncia de la ex mandataria a la ONU obligó a los partidos de la oposición y a su propia colectividad, el PS, a tomar posición respecto a cómo enfrentarán su aterrizaje en el país. El tema de con quién se tomará la foto y si es conveniente formar un comando para enfrentar las futuras primarias concertacionistas son los temas que ahora se discuten en los pasillos de las colectividades. Algo similar ocurre en el gobierno y en los comandos de los precandidatos de derecha, donde ya se encuentran delineando escenarios y estrategias políticas para enfrentar el vendaval que, creen, se les viene.

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Pese a que en el partido de la ex presidenta Bachelet, el PS, aseguraban llevar varias semanas trabajando para preparar el escenario político interno con miras al desembarco de la ex mandataria en Chile, hasta la semana pasada no había claridad ni en esa colectividad ni en el resto de los partidos de la Concertación sobre el día en que daría a conocer su decisión.

Bachelet, como es su costumbre, anunció su regreso y su renuncia a la ONU evitando las filtraciones y manejando los tiempos políticos con hermetismo tal como muchas veces lo hizo cuando era presidenta.

Por eso, cuando la noticia se instaló el viernes pasado en la agenda, las estrategias respecto a los posibles escenarios que se configurarán con su arribo comenzaron a tomar forma en la propia Concertación, en el Ejecutivo y en los comandos de los precandidatos de la Alianza.

Donde manda capitán…

“Si hay una accionista mayoritaria que controla el 75 por ciento de la empresa, no estamos en condiciones de exigir nada”, explica un antiguo militante socialista, con tono de ansiedad y resignación. Aunque no es una opinión mayoritaria y menos consultada a nivel de comisión política ni comité central, son varios los que creen en el PS que bajo el actual escenario -una oposición desgastada y una clase política con evaluaciones por el suelo- la mejor estrategia una vez que Bachelet esté instalada en Chile es “no molestar”.

De hecho, algunos socialistas creen que lo mejor será que Bachelet participe activamente en la primaria donde deberá medirse con el DC Claudio Orrego, el radical José Antonio Gómez y su ex ministro Andrés Velasco, pero no gastar energías en comandos y estrategias. Es decir, como se ha dicho en las últimas horas, jugar con el tiempo como su mejor aliado. “Debe evitar la conformación de un comando, porque de inmediato se instalará en la prensa la discusión de quién estará y quién no, y eso es transformarla en una ‘Pánzer’, que tendrá que tomar decisiones al minuto de bajarse del avión”.

Aunque en el PS y en el PPD ya tienen fecha para su proclamación y una larga lista de personas que quieren colaborar en una futura campaña, lo cierto es que en su partido creen que Bachelet debe alejarse de los bloques y encargarse de enviar un mensaje de futuro al país. “Salir jugando por arriba”, grafica un socialista.

Es decir, dejar el desgaste de la discusión “pequeña” a los rostros que justamente la derecha apuesta que ayudarán a que baje en las encuestas: Escalona y Girardi, por nombrar algunos. “Las atrocidades las vamos a decir nosotros, ella está para hablarle a la gente”, comenta un influyente militante PS.

“Si la foto es Bachelet rodeada de niños, así tendrá que ser la foto”, agrega. Por ahora, les queda esperar con quiénes oficialmente deberán entenderse en el trabajo político y territorial, cargo que hasta ahora recae en Rodrigo Peñailillo, su ex jefe de gabinete.

Será Peñailillo a quién, por ejemplo, el PS y el resto de los partidos deberán entregar las líneas de trabajo e ideas de las que creen la ex presidenta tiene que hacerse cargo. No sólo en el ámbito de la educación sino también en temas tan delicados -por los actores que involucra- como las AFPs y las Isapres, entre otros.

Peñailillo será también quien deberá recibir los listados de sub 40 que el PS se ha empeñado en pesquisar en el último tiempo para renovar el entorno de la ex mandataria y todo lo que a la Concertación se le ocurra.

La tarea de los príncipes y el factor Girardi

En la DC, en tanto, luego de la elección de Ignacio Walker al frente del partido por los próximos dos años, comenzaron a reamar fuerzas. En el círculo del precandidato Claudio Orrego sacaron cuentas positivas con Walker, líder de los príncipes, ordenando al partido tras el ex edil de Peñalolén, quien iniciará una nueva gira por el país en una semana más.

Por ahora, explican en la falange, la tarea principal será apagar cualquier amenaza de un eventual levantamiento de los reconocidos bacheletistas al interior de la DC. Como el competidor de Walker en las internas, el diputado Aldo Cornejo “que no quiso reconocer su derrota”, explican fuentes de ese partido.

Respecto a la preocupación que genera el senador Guido Girardi, que carga con una mochila de denuncias y malas prácticas a nivel mediático, también el flanco político es algo de lo que el PS, por ejemplo, ha tomado resguardos. “Esperamos que esté a la altura, porque hasta ahora no lo hemos visto caminando a la Moneda a dejarle un ataúd a Piñera”, comentan en el PS.

Sin embargo, otros consultados aclaran que el ex presidente del Senado será el más bacheletista de todos. “Nadie se podría negar a recibir el apoyo o al menos un gesto de Bachelet en medio de una campaña electoral”, explica un experto electoral.

La derecha en la trinchera

En la derecha, en tanto, lo primero que aclaran respecto del anuncio de Bachelet, es que no fue una sorpresa. Los plazos nunca habían sido oficializados, pero el escueto “hablemos en marzo” de la ex gobernante durante sus vacaciones fueron suficiente para que el Ejecutivo y los postulantes del sector, Andrés Allamand y Laurence Golborne, se prepararan para su inminente retorno.

En La Moneda, el plan de poner el énfasis en los logros de la administración se mantiene inalterable, aunque la retórica al respecto –y por petición expresa de los partidos al jefe de Estado- incluya ahora el mensaje de que el Gobierno no es neutral, aunque sí prescindente en la elección. En esta línea, un asesor de Palacio comenta que el discurso no obedece a que Piñera “se queme” por los presidenciales, sino que se explica por la necesidad de mantener el orden en el sector y evitar críticas públicas de las colectividades al Gobierno, ya que ha habido cuestionamientos privados a la apatía de Palacio respecto de los próximos comicios y a cómo ello podría repercutir no sólo en la presidencial, que se asume como una elección muy difícil de ganar, sino especialmente en la parlamentaria, que es la trinchera que el oficialismo pretende mantener intacta.

En este sentido, asegura esta fuente, es esperable que en los días previos y posteriores al desembarco de Bachelet en Chile, se repita el diagnóstico que ayer hizo la vocera, Cecilia Pérez, en TVN donde aseveró que “claramente el gobierno no es neutral (…) para nosotros es importante que uno de los dos candidatos Andrés Allamand o Laurence Golborne sean presidentes de Chile en un segundo gobierno de la Coalición si es que la gente nos da la oportunidad. No es neutral el voto que cada uno de los ministros podamos tener y cuál de los candidatos nos identifica”.

Lo mismo planteó el jefe de gabinete Andrés Chadwick en entrevista con La Tercera: “El Gobierno tiene un compromiso: este no es un gobierno neutral, no es un gobierno sin coalición, sin proyecto político, sin compromiso con su coalición. Pensamos -y el Presidente lo tiene muy claro- que es un deber, un compromiso nuestro respaldar en la mejor forma posible a nuestra coalición en estos desafíos electorales”.

Con todo, el Gobierno en terreno y defendiendo la obra apunta más a mejorar los niveles de apoyo de Piñera que a proyectar una nueva administración de la derecha. Con todo, el efecto positivo en las candidaturas de Golborne y Allamand es imprescindible para no tener una derrota parlamentaria que deje en mal pie al sector para el 2018, que es cuando de verdad el oficialismo espera tener una nueva chance.

En Palacio la estrategia para el aterrizaje de Bachelet consiste también en marcar las diferencias en logros entre ambos mandatos. “Si bien no va a ser el centro del discurso, es obvio que ella va a estar presente en la forma de presentar nuestro logros, pero no de forma confrontacional, al menos eso rige para los ministros de La Moneda, distinto es que Evelyn Matthei quiera hacer un punto más duro, y eso tampoco se va a prohibir”, aclara este asesor.

En el Gobierno la tesis es que la ex Presidenta va a intentar dilatar lo más posible el inicio de su campaña. En esta línea, si bien está fijada para abril la proclamación del PS y el PPD se estima que el plan de giras y diálogos apunta precisamente a retrasar la conformación de un equipo de campaña y un programa de gobierno que necesariamente generará cuestionamientos por conservador o progresista.

Ahora, el punto más débil que en Palacio pretenden atacar es con quien gobernará la Presidenta. “Estamos esperando la foto con los Girardi o los Andrade porque esa foto necesariamente la hará bajar del pedestal”, afirma un inquilino de la Segegob.

En RN en tanto, fuentes partidarias aclaran que el retorno de Bachelet será utilizado para hacer un contrapunto por Allamand que espera una confrontación directa. “A él lo beneficia un discurso más duro y situarse como el opositor a Bachelet, le daría un impulso”, sostienen personeros del entorno del postulante.

Golborne, en cambio, afirman en la UDI, sólo está dispuesto a perder su sonrisa después de las primarias que asumen como un reto relativamente fácil. En ese minuto empezará la campaña directa contra Bachelet.

Sobre si creen que de verdad es factible derrotar a la ex Mandataria, en La Moneda y en los partidos admiten que es “muy difícil”, pero apuestan a un desgaste una vez que esté en Chile y sobre todo a que el postulante que venza en las primarias del sector y con quien harán campañas los postulantes al Congreso permitan mantener el peso del sector en el parlamento que es donde de verdad la derecha se está jugando el pellejo.

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