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Cultura

10 de Abril de 2013

Director de La Pasión de Michelangelo: “Miguel Ángel muere haciendo el show de que ve a la Virgen pero ya nadie le cree”

Este jueves es la avant premiere de la última película de Esteban Larraín que se estrena comercialmente el 18 de abril. La cinta cuenta la historia de Miguel Ángel Poblete, el joven que el año '83 decía ver y recibir mensajes de la Virgen en Peña Blanca. Hasta el día de hoy se discute si hubo o no montaje de la dictadura para distraer al público, pero Larraín propone dramáticamente su propia versión. Aunque aclara que se trata de una novelización y que, en realidad, la película va mucho más allá de eso.

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En 1983 Villa Alemana llegó a ocupar más pantalla que Pinochet cuando a Miguel Ángel Poblete, el vidente de Peñablanca supuestamente  se le apareció la Virgen y le empezó a transmitir sus mensajes. Miles de personas llegaron al Monte Carmelo a admirar la aparición. Unos dicen que la vieron y que Miguel Ángel era un profeta honesto; otros, que todo era un tongo  maquinado por los milicos. Hasta los más confiados, sin embargo, dudaron cuando en 1988 Miguel Ángel apareció convertido en Karol Romanoff diciendo que la Virgen la había transformado en mujer. Sus fieles seguidores fueron disminuyendo y Karol falleció prácticamente solo el 2008 por una cirrosis.

Un año después de la muerte del profeta,  Esteban Larraín estaba en París “con la nostalgia del suelo patrio”.  “Estaba viendo una pésima señal de un canal chileno y estaban dando un reportaje de la Virgen de Peñablanca. Muestran la imagen del cabro sangrando, imágenes que yo ya conocía, pero por primera vez la vi como una posibilidad de película”. Larraín venía de hacer Alicia en el País “que era muy bonita y de vanguardia, pero que tenía muy poca conexión con la industria y con un espectador más amplio”.

Larraín estaba en busca de una película más popular y tomó la historia de Miguel Ángel, la dramatizó queriendo liberarse “de los anclajes con la historia real, que ya es bastante ambigua, porque tiene varios vacíos. La planteamos desde el punto de vista de este cura que le encomiendan la misión de ver si es verdad o no. Y por otro lado Miguel Ángel que es este cabro tímido, y manipulable y poco a poco se va transformando en este dictador caprichoso que se da cuenta de todo el poder que tiene a su favor”.

Lo más interesante de la película, y lo que rescata Larraín, es que apenas empezada la historia, deja de importar si fueron o no los milicos los que armaron la mula. Con un financiamiento que bordeó el millón de dólares y co producida con Francia, Alemania y Argentina, La pasión de Michelangelo finalmente habla de “la fragilidad de la fe, de la política, de la sexualidad también. De elementos más constituitivos de la condición humana. De cómo, como sociedad podemos poner las esperanzas en algo tan frágil como en su momento puede ser un chico que ve a la Virgen o de si clasificamos al mundial de no sé dónde”, rescata Larraín.

¿Cómo fue trabajar con devotos y ex devotos de Miguel Ángel?
En un principio estabámos bien temerosos de ir a hacer la película a Villa Alemana pensando que el tema era demasiado sensible, pero el alcalde nos dijo que no habría ningún problema. Llegó un montón de gente y muchos que habían ido en su momento a ver a la Virgen. Yo les contaba que esto no era una película mariana ni que iba a ser una película de la Virgen, sino que va a mostrar la versión de que es una manipulación, y no les hacía ningún problema. Ellos sabían diferenciar claramente lo que es ficción y realidad.

¿Y creías que no iba a ser así?
Para la mayoría de la gente es bastante difícil. TVN hace una teleserie de los gitanos y al otro día tienes a toda la comunidad gitana alegando que no son así. Es entender que son ficciones, que no hay para qué sentirse ofendido. Y acá la gente lo entendía perfecto. También los tranquilizaba diciendo que en la película la gente que cree va a encontrar lugar para su propia versión y la que no cree también. Porque la película tiene un final que permite que cada uno se encuentre.

¿Qué estabas haciendo para el ’83? ¿Cómo recuerdas lo de Miguel Ángel?
Yo para el ’83 tenía 10 años y tenía bastante consciencia de la realidad, porque había seguido el Mundial de España, el penal de Caszely. Entonces para el año ’83 cuando llega Miguel Ángel me acuerdo. Me acuerdo, me acuerdo. Habían discusiones, de mis parientes, decían que estaban los milicos y todo. Me acuerdo perfecto. Esto duró hasta el ’88. Tuvo su apogeo en el ’83, ’84, y después siguió como un fenómeno local, pero siguió. Cuando el ’88 apareció Miguel Ángel vestido de mujer, también me acuerdo. Si era el año del plebiscito. O sea, Miguel Ángel acompañó los últimos años de la dictadura. Y claro, era entre solemne y chistoso, pero la gente que iba sentía algo real. Es como cuando estás en un estadio, a nivel enzimático pasan cosas. Yo sentía que pasaban cosas. En el rodaje todos los días salía un técnico o alguien diciendo que habían estado ahí, gente de clase media, de clase acomodada y gente más humilde. Era algo transversal.

¿Crees que el desenlace de su vida, cuando apareció como mujer y con el alcoholismo, lo desacreditó?
La vida y el personaje de Miguel Ángel es totalmente trágico. A medida que él crecía, en su juventud iba desarrollando su propia identidad sexual de forma paralela a este fenómeno extrañísimo en que él tenía que interpretar un personaje con el que se llegó a fusionar. Entonces al decir “la virgen hizo un milagro y me hizo mujer”, resolvió su identidad sexual y mantenía el personaje del vidente de la Virgen.

Pero eso le hizo perder seguidores
Esa versión fue totalmente insólita y no generó admiración sino que la última gente que lo seguía reaccionó indignada, porque Chile en ese momento era totalmente homofóbico. Y no es casual que después haya entrado en el anonimato. Porque después, y es un poco lo que él decía en los meses antes de morir, él se sintió totalmente humillado y pasado a llevar. Y él termina de forma muy triste, con algunas seguidoras. Miguel Ángel muere, a 25 años de la supuesta aparición, haciendo el show de que ve a la Virgen pero ya nadie le cree. Lo que es más triste es que él siempre mantuvo un sentido del humor en que trataba de tomarse todo a la ligera pero en definitiva el tipo sufrió un calvario tremendo.

¿No alcanzaste a hablar con él?
No, estábamos escribiendo el guión cuando él murió.

¿Te habría gustado poder hacerlo?
Sí, demás que le hubiera gustado actuar, así como un extra. No, imagínate yo creo que estaría contentísimo con esta película, le encantaba esta cosa de la representación. Y sobre todo esta película que no ocupa la burla para sacar la risotada fácil. Se toma el camino más largo de evitar aprovecharse del morbo que existe sobre la historia, de evitar abusar de caricaturizar el personaje y trata de llevarlo por cómo pudo haber sido la intimidad de este personaje en ese momento. Lo que queda es básicamente la transformación de un chico, de un niño que se ve en esta bisagra histórica y cómo él básicamente termina un poco contra la pared y con un final bastante trágico.

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