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29 de Julio de 2013Instituto Profesional Valle Central: crisis por millonario reparto de ganancias y pagos a empresas relacionadas
El Instituto Profesional Valle Central (IPVC), con más de 10 mil alumnos en sus 12 sedes, debe volver a acreditarse este año. A pesar de sus graves problemas financieros y académicos ya lo había conseguido en 2009 y luego obtuvo una extensión aprobada en 2010, cuando la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) era presidida por Luis Eugenio Díaz. Según la investigación de Ciper Chile, en ambas votaciones participó Luis Horacio Rojas, quien pasó a ser directivo del IPVC y hoy es su rector. Esta investigación da cuenta de los millonarios desvíos a las empresas relacionadas de sus dueños, incluyendo un reparto de $4.265 millones entre sus “accionistas”, aunque sus profesores protestan por retrasos en sus pagos.
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En las sedes de Santiago del Instituto Profesional Valle Central (IPVC) los estudiantes nunca han paralizado sus clases en reclamo de una mejor educación. A diferencia de muchos otros estudiantes de enseñanza superior, tampoco se han organizado para protestar por los efectos del lucro en su institución. Y de no ser por los jefes de carrera y profesores de la sede del IPVC en La Florida, la grave crisis que vive dicho instituto profesional habría pasado inadvertida para todos. Incluso para quien maneja la información de sus problemas académicos y financieros: el Ministerio de Educación.
Fue a mediados del año pasado que, en protesta por el excesivo retraso en el pago de sus honorarios, los profesores de la sede de La Florida del IPVC optaron por medidas drásticas de presión para exigir la remuneración por sus horas de clase. Los jefes de carrera se coordinaron con el resto de profesores y organizaron la paralización de actividades. La información recogida por CIPER indica que el problema no sólo afecta a la sede de La Florida. El no pago de sueldos a los profesores del IPVC se extiende a otras de sus 12 sedes en el país, donde algunos profesores renunciaron antes del término del semestre o llevaron a los tribunales la demanda por los sueldos impagos.
CIPER siguió el rastro de los últimos procesos de acreditación del IPVC ante la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) y encontró las huellas financieras que prueban cómo el dinero del arancel de los estudiantes se desvía hacia las sociedades relacionadas de los mismos dueños en desmedro de la inversión en material educativo y el pago oportuno de los profesores. Uno de los hallazgos más relevantes de esta investigación fue el documento con el informe de estados financieros 2010-2011, que registra el acta de la Junta Extraordinaria de Accionistas de la Sociedad Educacional del Maule S.A., controladora del Instituto Profesional Valle Central, celebrada el 29 de diciembre de 2011. En esa junta se acordó distribuir la suma de $4.265.052.000 por dividendos entre los accionistas.
“El sello distintivo del Instituto Profesional Valle Central es Ven a Ser Más y la acreditación da fe pública de que los procesos que realizamos son de calidad”. Bajo esta premisa, el IPVC, con más de 10.000 estudiantes en sus 12 sedes, informa en su página web del “sello de garantía” que le otorgó la CNA por dos años en enero de 2012 y que debe renovar a fines de este año. Lo que no aparece allí es que uno de los responsables de su acreditación en la CNA en 2010, ostenta hoy el cargo más importante del instituto.