A 40 años del golpe: La Moneda planea cómo esquivar el bulto por pinochetistas que hoy ocupan cargos en el gabinete

“Fue un tema incómodo”, revela uno de los dirigentes políticos que estuvo presente el lunes en el comité político en que se analizó el acto que realizará el Presidente Sebastián Piñera para conmemorar los 40 años del golpe de Estado. En la instancia, el timonel de la UDI, Patricio Melero, puso reparos a la “superioridad moral” en que, adujo, quedará la oposición respecto de la derecha en cuanto a su actuación en la dictadura y manifestó que su colectividad requiere garantías de que habrá “cierto equilibrio” de parte de Piñera al abordar el periodo de la Unidad Popular y los oscuros años del régimen militar.

En la cita no se entregaron muchos detalles respecto de qué está planificando específicamente hacer Piñera, aunque se adelantó que la idea es invitar a los presidentes de todos los partidos políticos y de la Cámara de diputados y el Senado. No se aclaró, sin embargo, si existía la intención de convocar además a los candidatos presidenciales, pero sí se explicitó que no era un acto fácil ni para la derecha ni para el Ejecutivo.

Ello porque a dos semanas de que se cumplan 40 años del quiebre democrático, no sólo la UDI anda saltona por el Golpe, sino que en Palacio se sacan cuentas de que sólo entre los ministros políticos, dos de tres tienen un pasado vinculado al pinochetismo. Sólo se salva la portavoz, Cecilia Pérez. Por lo mismo, el ministro de Interior Andrés Chadwick y el titular de la Secretaría General de la Presidencia, Cristián Larroulet, manifestaron que están monitoreando cómo los medios de comunicación no tradicionales abordarán el rol que tuvieron los integrantes del gabinete durante el régimen militar.

Larroulet manifestó que es de público conocimiento que hay medios de prensa que están elaborando listas respecto de quiénes fueron parte del aparato público de la época y que hoy tienen cargos destacados. El ex director de Libertad y Desarrollo hablaba de sí mismo: Él, en 1975, se incorporó a la estatal Odeplan, en 1977 participó en el encuentro organizado por el Frente Juvenil de Unidad Nacional en el Cerro Chacarillas y fue asesor y luego jefe de gabinete de Hernán Büchi.

Chadwick, aunque se ha declarado arrepentido, tampoco tiene un pasado especialmente luminoso. Fue designado presidente de la FEUC por Pinochet y también es un Chacarilla’s Boy. Otro de los presentes en la cita, el subsecretario de la Segpres, Claudio Alvarado, fue alcalde designado de Quemchi entre 1985 y 1986. En el resto del Ejecutivo, en personeros sobre los 50 años, también pululan desafectados del régimen: El subsecretario de Defensa, Alfonso Vargas, por ejemplo, fue designado alcalde de la comuna de Nogales durante los años 1983 y 1987. Y entre quienes partieron del gabinete, Joaquín Lavín, destaca como rostro de Odeplan en dictadura y chico de Chacarillas. En la UDI, en tanto, Melero fue nominado alcalde de Pudahuel; Coloma estuvo en Chacarillas y Jovino Novoa fue subsecretario de la dictadura. A eso se suman militantes destacados, también vinculados a la dictadura, como José Yuraszeck, quien asesoró en las privatizaciones. Ninguno de ellos, por cierto, levantó la voz en la época para reclamar por las violaciones a los derechos humanos.

“Hay ropa tendida en nuestro sector, no es un asunto fácil”, revela un inquilino de Palacio.