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Opinión

16 de Diciembre de 2013

Bachelet y el futuro

La presidenta Bachelet triunfó holgadamente en la segunda vuelta electoral. La contundencia de su victoria, sumado al triunfo parlamentario logrado por la Nueva Mayoría, abren una nueva fase en nuestra historia política que suponen grandes desafíos. En primer lugar, se trató de una candidatura que fue capaz de escuchar lo central de la demanda ciudadana […]

Marcelo Díaz
Marcelo Díaz
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La presidenta Bachelet triunfó holgadamente en la segunda vuelta electoral. La contundencia de su victoria, sumado al triunfo parlamentario logrado por la Nueva Mayoría, abren una nueva fase en nuestra historia política que suponen grandes desafíos.

En primer lugar, se trató de una candidatura que fue capaz de escuchar lo central de la demanda ciudadana expresada en 2011, es decir, la exigencia de una sociedad que garantice derechos sociales básicos, que no pueden estar sujetos a la lógica del mercado y el lucro, lo que implica también una protección contra los abusos. Este programa implica un gran desafío, porque como bien lo ha señalado la Presidenta, una cuestión clave será la manera como se diseñan e implementan estos cambios y no solo su contenido. Ahora nos toca cumplir.

Unido a lo anterior, de ahora en adelante será muy importante acordar parámetros renovados de gobernabilidad en la Nueva Mayoría, que permitan a la vez una amplia discusión interna para garantizar el avance efectivo del Programa de Gobierno. Para eso, tenemos un liderazgo fuerte y dotado de amplia legitimidad: ahora la coalición tienen la responsabilidad y la obligación de estar a la altura.

En tercer lugar, debemos diseñar e implementar más y mejores espacios para la participación de la ciudadanía, para recuperar la confianza de los que aún se mantienen escépticos (y no votan) y sumarlos a este proceso de cambio. En esto también serán muy relevantes los partidos políticos y los nuevos movimientos. La oportunidad que se abre con el debate de la Nueva Constitución en un contexto de participación y legitimidad ciudadana puede generar una oportunidad muy poderosa en esta dirección.

En resumen, Bachelet ha demostrado ser un gran liderazgo, con coraje y visión de país. Tenemos la posibilidad de provocar los cambios políticos y sociales más relevantes desde el regreso a la democracia. Para ello debemos cumplir el programa, ser rigurosos para lograr acuerdos rápidos en la coalición y abrirnos más decididamente al diálogo con la gente.

*Diputado

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