Genaro Arriagada propone fórmula para evitar el “festival” en las designaciones y critica secretismo bacheletista

El analista político y ex ministro de Eduardo Frei, Genaro Arriagada, propuso una fórmula para evitar el festival de equivocaciones de Bachelet y sus hombres de confianza Rodrigo Peñailillo y Alberto Arenas. Arrigada dice que La Moneda debería crear una oficina reservada para “escanear” todos los nombres que circulan para algún cargo público de importancia. Que “cada persona que vaya a ser nombrada sea “escaneada” hasta el hastío (DICOM, juicios, condenas, conflictos de interés, su pasado político, sus opiniones pasadas, sus declaraciones de impuesto, su endeudamiento bancario, plagios en tesis…). Y si ello toma tiempo, es eso mejor que este festival en que hoy estamos”.

El dirigente DC afirmó a El Mercurio, que uno de los problemas que ve en las fallidas nominaciones es la tendencia al secretismo y al premura para cumplir con plazos que innecesariamente se los había impuesto”. Lo último en referencia a la propia Bachelet quien fue la que puso plazos para sus nombramientos y que los fijó en la segunda quincena de enero en circunstancias que asumiría recién el 11 de marzo.

Los errores a los que apunta Arriagada tienen que ver con la renunciada subsecretaria de Educación, Claudia Peirano (DC), el subsecretario de Agricultura, Hugo Lara (DC) y el Subsecretario de Bienes Nacionales Miguel Moreno García (PRSD). Dicha crisis se ha visto agudizada por la falta de toma de decisiones y porque los principales responsables de las designaciones siguen de vacaciones.

Respecto a la presión que ejercieron los estudiantes, Arriagada dijo que creía que había una “beatería” respecto a la imposibilidad que ver en no cuestionar a los movimientos sociales, “pues todo lo que hagan es bueno y sus críticos unos reaccionarios. Con ese criterio se intenta descalificar la crítica a los grupos ecologistas, a los que demandan asambleas constituyentes, a los que cuestionan la gratuidad total en educación. La función es escuchar esas demandas y ordenarlas en un proyecto nacional. No negarlas, sino ordenarlas”.