Lucro: CNED pone en duda “pertinencia y utilidad” de contratos entre U.de las Américas y su grupo económico controlador

El Consejo Nacional de Educación (CNED),que determinó no acoger el recurso de apelación que presentó la Universidad de Las Américas (UDLA) el 19 de diciembre de 2013 -el cual buscaba revertir la decisión del Consejo Nacional de Acreditación (CNA) de no renovar la acreditación de la casa de estudios- y a la vez rechazó el posterior recursos de reposición, decidió, además, enviar los antecedentes de la UDLA al ministerio de Educación luego de considerar que de los contratos vigentes con Laureate, su grupo controlador desde 2000 “surgen dudas razonables acerca de su pertinencia y utilidad”.

Según consigna hoy La Segunda, la UDLA, con una población de más de 33.000 estudiantes, se había acreditado en 2010 y podrá someterse a un nuevo proceso de acreditación dentro de dos años, lo que implica que los estudiantes que ya cuentan con el Crédito con Aval del Estado (CAE) mantendrán el beneficio, sin embargo, los nuevos alumnos matriculados en el proceso de admisión 2014 no podrán acceder a él, algo que ya había zanjado el CNA.

Lo nuevo es que además se revisarán las transferencias realizadas a Laureate que representan un 24% de los gastos operacionales totales de la UDLA y que según el CNED responden a funciones que podrían ser asumidas por la universidad sin entregarle recursos por estos servicios al grupo controlador.

“Se advierte que los montos que se pagan -aunque están a precio de mercados- son cuantiosos, sobre todo considerando el poco uso que se le da a ellos por alumnos y docentes según la información aportada por la Universidad”, consigna la CNED.

También se cuestiona que los programas de intercambio y acceso a e-books son pocos utilizados e implican un alto costo. “No es evidente que estos servicios sean claves para la sustentabilidad de la universidad, radicándose un mayor problema en este caso, en el hecho de que la universidad está destinando parte importante de sus recursos a cuestiones que no aportan sustantivamente al sistema educativo o a servicios que están siendo subutilizados y que podrían ser dirigidos a otros fines necesarios, como por ejemplo incrementar la planta docente”, destaca el CNED.