Opinión
13 de Febrero de 2014El rockstar sobrino de Peter Rock
No sabe bien cuándo ni por qué partió de Chile. Cuando tenía un año y medio, más o menos, Alain Johannes Moschulski (1962) dice que “apareció” en Suiza junto a sus abuelos. “Ahí nos quedamos un rato”, dice, hasta que la familia se reunió otra vez en Panamá por un año. Luego se fueron a […]
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No sabe bien cuándo ni por qué partió de Chile. Cuando tenía un año y medio, más o menos, Alain Johannes Moschulski (1962) dice que “apareció” en Suiza junto a sus abuelos. “Ahí nos quedamos un rato”, dice, hasta que la familia se reunió otra vez en Panamá por un año. Luego se fueron a vivir a México. A los doce años, Johannes llegó a Los Angeles, Estados Unidos.
¿Pero por qué se fueron?
-No lo sé del todo. Estaban viajando siempre, no estoy seguro. Una posibilidad es que haya estado muy difícil todo lo que estaba pasando en ese tiempo en Chile y mi abuelita, como siempre, escapando de los problemas de cada país. Escapó de la segunda guerra, y luego llegó aquí. Pero no sé exactamente, nadie me ha contestado eso.
Johannes es hijo de Romy Moschulski, que es hermana de Peter Rock y también fue cantante de la Nueva Ola. El recuerdo que más atesora es el momento en que su tío Peter puso una guitarra en sus manos y le enseñó unos acordes.
-Siempre estaba en la casa con sus grupos ensayando y yo tenía acceso a todos los instrumentos y a las grabaciones. Como él es multiinstrumentista me inspiró mucho. Mi mamá era cantante, siempre hacía conciertos y toda mi vida fue la música. Con mis tíos siempre había actuaciones, me gustaba mucho esa bohemia. Yo a los cuatro años sabía que la música iba a ser mi vida- recuerda.
En Chile a Peter Rock lo molestan mucho porque es viejo.
-Jajaja, sí. El otro día pasamos por Valparaíso y todos, desde los cinco a los noventa años, le gritaban, “¡Peter Rock!, ¡Peter Rock!”. Era increíble. Siempre lo molesto con el comercial que hizo para el ministerio de Energía (Rock The Future), que lo muestra como el último sobreviviente en la Tierra. Con Peter siempre hemos mantenido la relación, nos visitaba y hablamos por teléfono cada semana.
Aunque recién volvió a Chile el 2010, Johannes dice que siempre que viene se siente en casa. Allá en Los Angeles, cuenta, siempre hay una pequeña distancia.
-Hay algo un poco diferente de lo que soy yo, como que no estoy bien cimentado a las raíces de ese país- reconoce.
El secreto en Los Angeles, dice, es tener buenos amigos. De todas formas, la cordillera, el calor, el frío en la noche y en la mañana, son iguales en Los Angeles y en Santiago.
Cuando llegó a Los Angeles, Johannes tenía doce años, un vocabulario en inglés precario y varios cursos avanzados en México que le permitieron dedicar su tiempo a perfeccionar el idioma, hacer amistades y, sobre todo, hacer música. Ahí conoció al baterista Jack Irons, con quien hizo gran amistad, y a Anthony Kiedis, que se les unió como MC y luego fue vocalista -hasta hoy- de los Red Hot Chili Peppers.
-Teníamos un bajista, pero en preparatoria decidió concentrarse en los estudios, porque quería ser abogado. Ahí conocimos a Flea, que era un trompetista de jazz. Entonces le preguntamos si quería aprender a tocar bajo, y llegó a mi casa durante tres meses para aprender. Él ya era músico, así que no le costó mucho.
Cuando salieron del colegio formaron la banda What is This?, aunque Flea emigró a la banda punk Fear. Pocos años después, junto a Anthony Kiedis y Irons, Flea formó los Red Hot Chili Peppers. Johannes siguió con What is This?. Las bandas firmaron contratos con discográficas durante la misma semana, paralelamente. “Compartíamos la sala de ensayo y para los shows teníamos que ponernos de acuerdo para no toparnos”, dice Johannes.
NATASHA
Después de grabar el segundo disco de What is This?, Johannes conoció a Natasha Shneider y formaron el dúo Walk The Moon. Jack Irons se fue a Red Hot Chili Peppers, pero cuando murió el guitarrista Hillel Slovak, su amigo de la infancia, Irons quedó muy mal, dejó la banda y luego en los noventa integró junto a Alain Johannes y Shneider la banda Eleven. En esa época Jack Irons era buen amigo de Eddie Vedder. Por eso, cuando recibió el llamado de Pearl Jam para unirse a la banda, Irons recomendó a Vedder como vocalista.
-Ahí empezó Eleven, pero siempre con muchas dificultades con las disqueras y todo eso, que fueron más por Pearl Jam y Soundgarden, llevándolos de gira- cuenta Johannes.
¿Cómo conociste a Natasha?
-Antes que nada tuve un sueño de que la iba a conocer. Estaba en un balancín y no podía ver la cara de la mujer que estaba al otro lado. Estaba todo oscuro, escuché su voz y me dijo, “mi nombre es Natasha y nos vamos a conocer”. Al día siguiente llegó a mi casa, la traía un amigo. Yo le había contado a mi mamá el sueño y quedó muy sorprendida. Nos conocimos y dos semanas más tarde ya estábamos juntos y empezamos a hacer música.-
Junto a Natasha Shneider, Johannes formó Eleven y ambos fueron parte de Queens of the Stone Age (QOTSA). Fue en una gira de esa banda que Johannes volvió a Chile, el 2010, más de cuarenta años después de haber dejado el país. Natasha, su mujer, había muerto dos años antes producto de un cáncer.
¿Por qué cuando Natasha tocaba en vivo lo hacía con el teclado inclinado hacia adelante?
-Ella tocaba el bajo también, pero como Stevie Wonder, con la mano izquierda, y como era tan linda y era mujer, nadie se creía que todo ese sonido venía de ella. Por eso empezó a inclinarlo hacia adelante, para que por lo menos visualmente la gente se diera cuenta. De repente nos decían, oye ¿por qué el bajista se fue del escenario? Y se referían al técnico que estaba afinando la guitarra.
A ella le debe haber tocado mucha discriminación, entonces.
-Sí, eso siempre existió un poquito, pero músico mejor que Natasha no he conocido en mi vida, y he conocido los mejores. Tenía un talento de otro nivel, un genio total. Fue por eso que tocaba así el teclado, hacia adelante, y también tuvo una polera que decía “I’m the bass player motherfucker” (“yo soy la bajista, conchatumadre”), para que se diera cuenta la gente. Un poco agresivo como statement, pero…
Cuéntame de “Spark”, el disco solista que hiciste el 2010.
-Eso fue una reacción directa de perder a Natasha. Fue durante la gira con QOTSA que tenía mi caja de puros -su característica “cigar box guitar”- y ahí salieron los temas. No enteros, pero fragmentos. Estuve una semana libre de las giras y ahí construí los temas enteros. Estaba como en un estado medio alucinante, tomando como doce botellas de vodka en cuatro días y así, bien prendido todo, estaba en fuego, y como que estaba ella ahí conmigo, me estaba guiando. Todo el disco salió en cuatro días. Amanecí de ese estupor, ese sueño, lo escuché y de repente escuchaba su voz dentro de la mía y eso me puso feliz.
Así, dice Johannes, empezó el proceso de seguir adelante luego de perder a Natasha. Había pasado un año y medio desde su muerte y sus amigos tenían miedo de qué iba a pasar con él, cómo iba a sobrevivir. Johannes volvió a tocar, produjo discos de bandas como los Artic Monkeys, y luego vino el disco Spark.
-Es como una carta de amor, para decir gracias, y también está todo lo increíble de sentir rabia y desesperación, pero se enfocó todo eso y ahora está afuera, en el mundo, para todos. Lo interesante es que es universal, mucha gente me manda emails y me saluda mucho, gente que perdió a alguien, que está en la cárcel, o que tiene rabia con la vida.