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Opinión

18 de Agosto de 2014

Letelier, querellante contra Joannon y acciones del cura en adopciones ilegales: “A mí como católico me repulsan”

El abogado Cristián Letelier es el único querellante que está detrás del proceso que lleva el ministro Mario Carroza, por las adopciones irregulares en las que está involucrado el sacerdote Gerardo Joannon. En entrevista con The Clinic Online, analiza el alcance y los efectos procesales que produjo la reciente sanción contra el sacerdote Gerardo Joannon para que diga la verdad sobre su rol en los hechos y la “relación impropia que mantuvo con una sicóloga. Asegura que la manera de comunicar el castigo fue débil, poco transparente, sobre todo por el uso de “palabras vaticanas”. Y además, por la decisión de sacarlo del país, en momentos en que enfrenta un juicio criminal.

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cristian letelier

La semana pasada la congregación de los Sagrados Corazones condenó al cura Gerardo Joannon, luego de una investigación canónica, a reconocer la verdad sobre su actuar en las adopciones irregulares. Le prohibió también ejercer su ministerio y habló de la “relación impropia” que mantuvo con una sicóloga, mujer que tuvo un hijo con Andrés Rillón, a quien le dijeron que la guagua había muerto, en circunstancias que había sido entregada en adopción. Éste es uno de los casos donde el sacerdote tuvo injerencia directa.

La orden también dictaminó que el sacerdote viajara a España a reflexionar y recibir tratamiento sicológico, hecho que derivó en que el ministro Mario Carroza, quien lo investiga penalmente, decretara arraigo nacional.

Cristián Letelier, el único querellante en la investigación de Carroza, se manifiesta sorprendido, porque a su juicio el dictamen fue débil, poco transparente, sobre todo por el uso de “palabras vaticanas” cuando se informó la sanción. Y además, por la decisión de sacarlo del país, en momentos en que enfrenta un juicio criminal.

En entrevista con The Clinic Online, Letelier, otrora diputado UDI, querellante en el caso MOP-GATE, católico convencido, practicante y -asegura- defensor de la justicia social, entrega su opinión y analiza los alcances de la decisión Salesiana y cómo se instala en el caso que lleva el magistrado.

– ¿Qué le pareció la sanción aplicada por sus pares al cura Joannon?
– Me pareció, desde el punto de vista canónico, muy pequeña. Además, en los términos en que se comunicó al país fue muy inapropiada. Señalar que lo iban a mandar a España, era desconocer absolutamente lo que estaba haciendo el ministro Mario Carroza desde el punto de vista judicial. Y esto porque se requiere tener al sacerdote Joannon acá en Chile atendido a que si no hay sobreseimiento de la causa, una persona no puede abandonar el territorio nacional. Por eso la decisión me pareció, por decir lo menos, imprudente. Y ellos mismos fueron, de alguna manera, los que provocaron el arraigo dictado por el magistrado y una nueva citación para que declare ahora como inculpado. Eso me da la razón de que fue inapropiada.

– ¿Esta fórmula de enviarlo fuera del país para que reflexionara fue como volver a las antiguas prácticas de la iglesia, como cuando un cura era acusado de abuso?
– Yo no puedo juzgar intenciones, como tampoco la buena fe que hubo o no de enviarlo fuera del país. Sin embargo, por los hechos uno puede deducir ciertas cosas. Y me parece que fue para cortar el vínculo con una de las protagonistas de estas adopciones irregulares (la sicóloga), que era muy estrecho. Yo creo que había un vínculo sentimental claro de hace muchos años.

– ¿Amoroso?
– No puedo decir amoroso, pero si hay evidencia y actitudes de un sacerdote. A mí como católico me repulsan. No soy nadie para juzgar conciencias, pero si conductas que eran fuera de lugar, más allá de que trabajaban juntos, pero que no eran bien vistas por la comunidad. Porque uno no solamente tiene que ser, sino también parecer.

– O sea enviándolo a España se operaban del problema.
– Ellos, la congregación Salesiana, debieron haber visto la otra cara de la medalla, es decir, qué pasaba con la investigación del ministro Carroza. Quizás hubiera sido prudente que hablaran con él, señalándole que ‘vamos a enviar a nuestro miembro a España’. Yo sé que hay rol distinto entre la iglesia y el Estado desde 1925, pero en este caso concreto y particular, están muy relacionados los hechos. Está bien que existan investigaciones eclesiásticas y otra en la justicia civil, pero en algún minuto hay un vínculo, por cuanto si se quiere preservar la colaboración con la justicia, debieron haberle preguntado al ministro Carroza, previamente, si era posible sacar al sacerdote Joannon fuera de Chile por un tiempo.

EL VÍNCULO
– ¿Como interpreta usted la expresión “relaciones impropias” contenida en la sanción a este cura?
– La iglesia es maestra en estas materias. No sólo en humanidad, sino también en el uso de las palabras adecuadas, donde se sacan muchas deducciones. La expresión indica entonces que no era adecuada a la función de sacerdote que tenía con la sicóloga. Debe haber un sumo cuidado entre la relación de un sacerdote con las mujeres, porque hay un celibato que debe ser respetado.

– Entonces impropio es…
– Nosotros hemos tenido acceso a información fidedigna, de que el marido de la sicóloga, quien murió hace algunos años, le prohibió el ingreso a la casa al sacerdote Joannon y le dijo: “Mire, el matrimonio es de a dos y no de a tres”. Y a pesar de eso siguió el vínculo. Entonces ahí el salesiano que llevó a efecto la investigación, dio cuenta que había una relación que iba más allá del vínculo de amistad. Por eso que las palabras usadas en esta sanción fueron muy vaticanas. Porque en estos tiempos se debe ser más derecho, directo, la palabra debe ser más frontal. Palabras que se usen sin miedo. Porque hoy existe la transparencia y hay que decirle al sí, sí y al no, no. Por consiguiente, creo que es necesario abandonar esas fórmulas.

– ¿Es sólo un problema de lenguaje?
– A mi juicio la iglesia tiene un problema comunicacional. Lo hablé hace muchos años en una reunión con monseñor Ezatti y le indiqué que el problema era ése. Porque hay que usar las palabras al pan, pan y al vino, vino.

– Siguiendo una línea lógica. La sicóloga que es la madre de un bebé entregado en adopción y a cuyo padre se le mintió con que estaba muerta. Ella se casó posteriormente y tuvo más hijos. Se suma la “relación impropia” de la que hablan los salesianos. ¿Entonces, nunca ha pensado en pedir que el magistrado tome la prueba de ADN a Joannon?
– Yo creo que eso está un poco descartado.

DELITOS PRESCRITOS
– Hay delitos que están prescritos, tanto penal como canónicamente. ¿Qué espera usted de la causa, entonces?
– Hay dos razones. La primera y la más importante es la aspiración de las madres de saber donde están sus hijos. Y éstos saber dónde están sus padres verdaderos. Es terrible ponerse en ese lugar. Efectivamente hay un ámbito familiar íntimo que es muy importante establecerlo.

– ¿Y la segunda razón?
– Diría que la segunda razón, es que en el ámbito penal no hay que estar tan seguro de la prescripción de los delitos. Eso se discutirá en su momento. Esa es una discusión jurídica que se dará con los abogados defensores del sacerdote y los querellantes, que espero se sumen más.

– Pero hasta ahora usted es el único.
– Sí, me ha llamado mucho la atención que ningún organismo público se haya hecho parte en las causas. Se hicieron denuncias y nada más.

– ¿Se refiere al Sename?
– No haré declaraciones de eso, pero no han pedido diligencias al ministro, ahí donde queman las papas.

– ¿ Cómo evalúa hasta ahora la investigación del ministro Carroza?
– Yo no había tenido ninguna aproximación a su trabajo judicial, porque no me habían tocado causas que él investigara. Sin embargo, hoy que tengo varias causas en las que él es el juez instructor, es un juez extraordinario. Es trabajador, meticuloso, prudente y que es un modelo de juez que ojalá las nuevas generaciones de abogados que se integran al Poder Judicial, debieran tenerlo como un paradigma.

– Usted es católico. Qué sintió cuando le llegan los primeros antecedentes de las adopciones irregulares, no sólo las del cura Joannon. Porque también entregó antecedentes de casos en los hospitales San Borja y Barros Luco.
– Como soy católico y he luchado por la justicia social, creo que hay que ser más solidario con el prójimo y la gente más necesitada. Y en esta materia me conmovieron los testimonios que en esta misma oficina me dijo gente muy modesta, sobre hechos que le ocurrieron 30 años atrás y aún menos cantidad de tiempo, quince años, con sus hijos. Porque al ser gente rural, de campo o tener una cultura exigua, hubo un abuso de gente que tenía poder en hospitales públicos. Hoy son víctimas y quieren saber qué pasó con sus hijos. Mucha gente me conmueve, porque hay personas que incluso celebran los cumpleaños de sus hijos a quienes nunca conocieron.

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