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Poder

13 de Noviembre de 2014

La participación del embajador comunista en la crisis de Arcis

El abogado de Derechos Humanos es una de las cartas del Partido Comunista para la audiencia del procedimiento de tutela laboral que interpuso el Sindicato nº1 de la universidad. Miembro del Comité Central del PC, del directorio de la Corporación Arcis y del directorio de Libertad, inmobiliaria que controló la universidad por 10 años, el ex abogado personal de Max Marambio operó jurídicamente en varios de los episodios que tendrían a la universidad al borde del abismo.

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Eduardo Contreras Mella es un nombre que ha estado ajeno a la crisis de la Universidad Arcis. Hasta ahora. Porque hoy (jueves) el actual Embajador de Chile en Uruguay debería presentarse en el Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, como testigo de la parte denunciada, por el procedimiento de tutela laboral y unidad económica que el Sindicato de Trabajadores nº1 interpuso en contra de la casa de estudios y sus ex controladores.

El abogado de Derechos Humanos fue ofrecido para testificar como medio de prueba por el Partido Comunista (PC), colectivo que participó en Arcis mediante una red de sociedades a las que el Sindicato apunta como una unidad económica con el mismo domicilio: Inversiones Libertad S.A., Centro de Estudios de Políticas Públicas S.A, Arrayán Seguridad SpA, Ediciones Ical Limitada, Servicios Ical Limitada, ONG Alejandro Lischutz, Ical Capacitación Limitada e Instituto Lipschutz S.A..

Una jugada arriesgada por el partido de la hoz y el martillo, considerando que quien fuese director de la Escuela de Derecho de Arcis hasta antes de ser nombrado representante de Chile en Uruguay, fue durante los 10 años que el PC estuvo en la universidad, socio y miembro del directorio de la Corporación Arcis y miembro del directorio de la Inmobiliaria Libertad, que controló la casa de estudios.

Esto ocurre la misma semana en que se reveló la presentación, por parte del gerente de la Inmobiliaria Libertad y miembro del PC, Patricio Palma, de un recurso de protección para no entregar información al SII.

Cuestionado hace unas semanas por sus dichos a un periódico uruguayo, sobre la supuesta autoría de la ultraderecha en los ataques con bombas, su participación como operador jurídico de la Inmobiliaria y de la Corporación -acreditada por diferentes escrituras públicas- lo ponen como una pieza clave en el derrotero financiero de la universidad y en una situación frágil como funcionario del Gobierno de Michelle Bachelet.

EL ABOGADO DE MARAMBIO

Cuando se trata de entender la crisis de Arcis, siempre hay que volver al mismo punto, la creación en 2004 de la Inmobiliaria Libertad, a través de la cual el empresario Max Marambio y el Partido Comunista, entraron a la universidad como inversores con un aporte de poco más de 400 millones cada uno.

La otra mitad del capital la pusieron la Corporación Arcis y Salvador S.A., sociedad creada por académicos de la universidad para hacer contrapeso a los nuevos inversionistas. Y como contraparte, Arcis aportó a la Inmobiliaria todos sus inmuebles: los edificios de Huérfanos, el de Riquelme 240 y el derecho de compra del contrato de leasing con el banco BBVA por la propiedad de Libertad.

Fue la única forma de que el PC entrara al negocio a través de Ediciones Ical y Marambio mediante dos de sus sociedades: Marambio y Rodríguez S.A. y Comercial Cañaveral S.A. Eduardo Contreras era representante legal de esta última, cuando el 1 de febrero de 2005, en conjunto con Inmobiliaria Libertad, representada por Patricio Palma (hoy en el directorio de Enami), celebraron un contrato de cuenta corriente mercantil, acordando proporcionarse recíprocamente dinero, “sin la obligación de tener a la orden una cantidad o valor equivalente”. Ese día se celebró el mismo contrato con Marambio y Rodríguez S.A. y, una semana antes, con Ediciones Ical.

Desde un principio la participación de Contreras, hombre de confianza de Marambio, se remitió a la representación de sus intereses en la Inmobiliaria, pero también en la Corporación Universidad Arcis, donde ingresó apenas formada, según consta en la escritura pública del 14 de octubre de 2004 en la que se cambian los estatutos y se renuevan los socios.

Incluso llegó a ser director suplente en el directorio de ésta, en representación del empresario. Así se consigna en el acta de las sesiones del 31 de julio de 2006, luego que la nueva administración enfrentara su primera crisis económica, la que derivaría en la toma del Campus Libertad por parte de un grupo de estudiantes anarquistas y en despidos de un centenar de trabajadores. La crisis terminó con dos rectores fuera, Tomás Moulian y Jorge Arrate. Este último, al asumir, había dejado la presidencia del directorio de la corporación en manos de Marambio. El primero, hace pocos días, declaró que hubo lucro hacia el final de la administración comunista en la universidad.

Curiosamente en medio de la crisis, según publicó Ciper hace unos meses, en el acta de la Inmobiliaria (10 de julio de 2006) se demuestra que el directorio concretó el primer reparto de utilidades, el pago de un dividendo provisorio total por $60 millones. Tres semanas después otra escritura, de la Corporación (2 de agosto de 2006), también con presencia de Eduardo Contreras, acuerda buscar dineros frescos para financiar las indemnizaciones derivadas de los despidos, mediante un leasing.

Así, en octubre la universidad pidió un crédito por $300 millones al Banco del Desarrollo, los que sumados a $600 millones de deuda previa, debieron compensarse con los inmuebles de calle Huérfanos como garantía, los que más tarde, en 2012, serían vendidos a Inversiones Agua Santa S.A.

LOS AÑOS OSCUROS

A comienzos de 2008, el poder de Marambio dentro de la sociedad se acrecentó. Luego de comprar las acciones de socios mayoritarios Salvador S.A. ($344 millones), el empresario y el PC, a través de Nazareno S.A e Ical, compraron a medias el 25,5% de las acciones de la Inmobiliaria Libertad que aún estaban en manos de la Corporación Universidad ARCIS ($408 millones), quedando como socio mayoritario.

En ese tiempo, según consta en el acta de la Inmobiliaria Libertad, de mayo de 2008, Eduardo Contreras adquiere un mayor protagonismo. El abogado personal de Max Marambio que acreditaba su domicilio en la oficina del empresario en la torre oriente del Marriott, Av. Kennedy 5757 of. 1602, reemplaza como director –junto a Enrique Bruce-, a José María Bulnes y Adil Brkovic, miembros de Salvador que vendieron su parte a Nazareno y que, según la escritura, renunciaron.
En dicha escritura se designa como Gerente General de la Inmobiliaria a Patricio Palma y se le da potestad para, en forma conjunta con Contreras o Bruce (desde entonces directores de la inmobiliaria), “abrir y cerrar cuentas corrientes bancarias de depósito, de crédito o de ahorro y especiales, en moneda nacional o extranjera”, entre varias otras atribuciones legales.

A principios de ese mismo año se había firmado el Convenio de Asistencia Económica para el Desarrollo Educacional de la Universidad Arcis, acordado entre el Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (BANDES) y la institución, representada por Nazareno S.A. de Max Marambio y la ONG ICAL, representada por Óscar Azócar García, miembro del Comité Central del PC.

En este convenio se acordó la entrega de US $9.060.000 por parte de BANDES a Arcis a cambio de servicios educacionales a estudiantes venezolanos en la naciente Escuela Latinoamericana de Estudios de Postgrado (ELAP). En 2009, otros supuestos US $4 millones habrían llegado de Venezuela como “Asistencia Económica a la Universidad ARCIS”. Situación que Marambio negó esta semana a través de una carta enviada a la Comisión Investigadora de la Cámara de diputados.

A esa altura, el PC era el controlador de la universidad. Durante 2008 a través de ONG ICAL y Ediciones ICAL, el partido había aumentado su poder en la Arcis, hasta controlarla definitivamente en 2009, tras el retiro de Marambio, quien vende su participación a Ical y se queda con una acción. A pesar de ello, Contreras continuó en el directorio de la Corporación Arcis hasta el año pasado.

Los que siguen son años llenos de sombras financieras. Primero en 2011 la sede Libertad, cuyo leasing bancario (BBVA) pagado por la corporación desde 2001, es modificado y vendido por la inmobiliaria al BBVA, por 140 mil UF. El directorio de la corporación decide pagarle a Inmobiliaria Libertad $439,7 millones para recuperar los derechos sobre el contrato de leasing, con la participación en ambos directorios de dos militantes, Juan Andrés Lagos (actual asesor de gobierno) y Daniel Núñez (hoy diputado).

Empezando 2012, la Inmobiliaria vende a Inversiones Agua Santa S.A. el inmueble de Huérfanos 1721 por $690 millones. Según Ciper, a fines de ese año, en una reunión de accionistas de Inmobiliaria Libertad S.A., el presidente del directorio, Marcos Barraza, propone reducir el patrimonio de la sociedad a $1.600 millones, el capital original con que se constituyó la sociedad en 2004, retirando utilidades.

El abogado Eduardo Contreras participó en todo el proceso como miembro del directorio de la Corporación Arcis y se retiró recién en diciembre de 2013, durante el éxodo de otros miembros del comité central del PC para unirse al futuro gobierno de Michelle Bachelet. Tres meses después se convertiría en el primer embajador comunista en 40 años.

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