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Poder

10 de Junio de 2015

Ignacio Walker descarta crisis institucional en el país, pero admite que “la gente se pregunta qué pasó con Chile”

El ex presidente de la Democracia Cristiana defiende la institucionalidad en Chile y llama a tener “cuidado con el diagnóstico y el lenguaje”, porque “aquí, las instituciones funcionan: los fiscales investigan; los jueces fallan; Impuestos Internos fiscaliza; el Parlamento legisla, y el Gobierno, gobierna”. Sin embargo afirma que “hay un malestar social… Al interior del país y en el exterior, la gente se pregunta qué pasó con Chile”.

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El ex timonel de la Democracia Cristiana, Ignacio Walker, otorgó una entrevista al diario El Mercurio en la que prefiere no entrar en profundidad sobre la renuncia del ex ministro de la Segpres, Jorge Insunza, pero sí se enfoca en analizar la crisis de credibilidad y confianza que vive la política y el escenario actual de Chile.

En conversación con dicho medio, abordó el caso Insunza es enfático en señalar que “nunca más hay que sacar parlamentarios para transformarlos en ministros”, ya que a su juicio, “la función parlamentaria es irrenunciable y de dedicación exclusiva”.

Por otra parte criticó indirectamente al Gobierno y los procesos de cheque, lanzando que “no hay lugar para la improvisación, la política supone una dosis de profesionalismo y hay que cuidar los procesos de selección”.

Abordando los dichos del senador Alejandro Navarro, que habló de un “secretismo” en el estilo de la Presidenta Bachelet, Walker pide que a pesar de que “tengamos una democracia presidencialista, que concentra demasiado poder en la autoridad del Presidente, tenemos que hacer un esfuerzo para que funcione lo que Edgardo Boeninger llamaba la mesa de tres patas: Gobierno, Parlamento y partidos”.

En este punto recalca que no hay “duda” que el Presidente es “la instancia de última decisión, pero si eso no va acompañado de un sistema de consulta, coordinación e información con los partidos y el Parlamento, eso siempre va a tener pies de barro.
‘No hay reformas sin gobernabilidad’”.

El ex presidente de la DC admite que “tengo una visión entre positiva y esperanzada, también realista, en el sentido de que quiero creer que esto tocó fondo, porque hoy día hay incertidumbre y la gente siente que se ha perdido un rumbo y los países requieren de un norte, de un horizonte de mediano y de largo plazo, y de un timonel”.

Sin embargo apunta de inmediato a que “estamos empezando a caminar por una senda más virtuosa” con respecto a “una situación que se ha hecho insostenible”, esto, explica Walker, por que “para donde uno mire, el clima es malo, y por lo tanto, ahí está el liderazgo político, económico, presidencial y no presidencial, en tratar de revertir ese clima”.

Como habíamos dicho anteriormente, el ex timonel DC prefirió no profundizar en la renuncia de Insunza a la Segpres, sin embargo mira a futuro y señala que “espero que la Presidenta nombre un ministro o ministra que le dé la solvencia política y técnica que requiere la acción de un gabinete. Y hay que darle crédito a la Presidenta por una decisión muy dolorosa, muy radical, pero que apunta en la dirección correcta. Chile no se está cayendo a pedazos. Yo no tengo una visión catastrofista”.

Por otra parte descarta una crisis institucional en el país y llama a tener “cuidado con el diagnóstico y el lenguaje”, porque “aquí, las instituciones funcionan: los fiscales investigan; los jueces fallan; Impuestos Internos fiscaliza; el Parlamento legisla, y el Gobierno, gobierna”.

Sin embargo admite que “hay un malestar social… Al interior del país y en el exterior, la gente se pregunta qué pasó con Chile”.

En esa línea el senador apuntó al rol de los políticos: “nosotros tenemos que saber dar una respuesta contundente, en el sentido de ejercer un liderazgo de nuevo tipo que permita revertir este estado de ánimo”.

“Es una pregunta que se hacen en todas partes. Es cosa de leer los artículos, las entrevistas, las columnas en el exterior, y que van en un doble sentido. Primero, sostener que los pilares -a pesar de todo- son sólidos, pero segundo, de preocupación por tanto ruido. O sea, Chile, como sinónimo de corrupción es algo que no se veía en el exterior. Chile no es un país corrupto”, sentenció el legislador.

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