Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Poder

12 de Junio de 2015

Ramiro Mendoza profundiza en la crisis de confianza en el país: “La política se estaba llevando detrás de un velo”

El ex contralor explicó sus dichos apuntando a que “hoy día no es que (ese velo) se haya corrido completamente, pero se ha ido escurriendo. Entonces, cuando se va corriendo, los que han vivido con poca luz, al levantarles el velo, les molesta la vista. Y eso es lo que hoy nos está pasando. En otros pasajes de la entrevista realizada por la revista Qué Pasa señaló que a su parecer “no creo que estemos en una crisis”, sino que más bien lo que se está produciendo es “una tensión esperable por el crecimiento y la brecha de competencia”.

Por

ramiro mendoza A!

El ex contralor Ramiro Mendoza sostuvo en entrevista con la revista Qué Pasa que Chile no está viviendo una crisis política ni mucho menos institucional, sino que una tensión que va de la mano del crecimiento que ha experimentado el país en las últimas décadas.

En la conversación es consultado derechamente por su opinión sobre el caso Insunza, que tuvo que renunciar a ser ministro de la Segpres por los trabajos a Antofagasta Minerals que realizó mientras era diputado y presidía la comisión de dicho ramo.

Mendoza aclara que “los parlamentarios tienen la remuneración de un ministro, pero no son funcionarios públicos. Los ministros sí y, por ello, tienen una serie de inhabilidades que circunscriben su posibilidad de ejercicio profesional a lo que reciben, pero los parlamentarios no las tienen. Lo razonable es que si tienen el sueldo de un ministro debiesen tener las mismas inhabilidades”. Añade a la pasada que “las restricciones de los parlamentarios están indicadas para los que tengan negocios, vínculos, formen comisiones o actúen como procuradores en gestiones particulares. Si uno hiciera una interpretación más extensiva del artículo 60, podría decir que hay un conjunto de actividades remuneradas que, en cuanto representen gestiones de particulares de carácter administrativo, entran en la regla de inhabilidad y en cuyo caso, como dice la Constitución, perderían su cargo”.

El hoy decano de Derecho de la U. Adolfo Ibáñez apunta a que ahora” la regla del control social de un parlamentario está dada por un elemento nuevo, que es el ciudadano, quien hace un escrutinio mucho más complejo, más brutal”.

En otros pasajes de la entrevista recuerda que criticó firmemente las leyes reaccionarias porque “se están transformando en una característica de nuestro ordenamiento. Tendemos a hacer una reacción a través del sustento legal, pero en la situación que estamos hoy, esa reacción legal no es suficiente, porque estamos frente a una tensión distinta”.

En esta línea enfatizó que “no creo que estemos en una crisis”, sino que más bien lo que se está produciendo es “una tensión esperable por el crecimiento y la brecha de competencia”.

Otra interrogante originada en la conversación apunta a cómo aterrizar en leyes sensatas las propuestas de la Comisión Engel, algo que Mendoza responde recordando al filósofo José Andrés Murillo que “acuña el concepto de la “confianza lúcida”. Y yo creo que en los vectores de confianza hay un nuevo actor: el ciudadano. Antes el binomio de actividad pública era gobierno-partidos políticos; y hoy todos los avances que han existido (transparencia, lobby, participación ciudadana, rendición de cuentas…) han empoderado al ciudadano. Tenemos que darnos la posibilidad de volver a establecer reglas de confianza sobre la base de la discusión lúcida, que tiene que generarse en el Parlamento, por supuesto, pero tiene que incorporar a los actores sociales desde el punto de vista de la participación”.

Acto seguido advierte que “la política se estaba llevando a cabo detrás de un velo. Y hoy día no es que se haya corrido completamente, pero se ha ido escurriendo. Entonces, cuando se va corriendo, los que han vivido con poca luz, al levantarles el velo, les molesta la vista. Y eso es lo que hoy nos está pasando.

El ex contralor recalca que hay que “levantar con prontitud y calidad” una “agenda lúcida”, ya que en sus palabras “la Comisión Engel fue la radiografía, ahora falta la intervención del médico -y en ese sentido es útil pensar que la presidenta es doctora”.

El decano apuntó a que la urgencia ahora es “la relación de poder político y dinero, por lo que hay que impedir la influencia del dinero en la política y neutralizar que los políticos busquen el dinero a través de la política, y eso requiere el tratamiento de conflictos de interés, transparencia en las declaraciones de patrimonio, fiscalización efectiva y fin a las puertas giratorias en la empresa y la política. Hoy existen vacíos que hay que llenar a través de una agenda que tenga una dirigencia efectiva que abra espacios al ciudadano”.

Notas relacionadas