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Cultura

26 de Julio de 2015

Se cumplen 50 años del día en que Bob Dylan cambió la historia -y escandalizó a la escena folk- con su nuevo estilo eléctrico

Tras un par de discos donde todo era guitarra acústica, armónica y voz, ese 25 de julio de 1965 toda la escena folkie lo esperaba como un héroe. Querían oír sus himnos y alabar al mejor cantautor de su época, sin discusión alguna. Pero Dylan no tenía esa intención.

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Bob Dylan PORTADA DE DISCO

Un 25 de julio de 1965 Bob Dylan se presentó en el festival de folk de Newport, mítico encuentro de la onda “folkie” que llenó bares y teatros de Nueva York en la época de los ’60.

Un movimiento identificado con la lucha contra la discriminación racial, guiños a la izquierdización de América Latina y la lucha, en general, por los derechos sociales, encontró en Dylan un ídolo.

El cantante norteamericano, en su primera etapa de composiciones se sacó del bolsillo canciones como “The times are changin'”, himno que lo consagró, para sus fans, como el cantante que llevaba la batuta de una especie de canto social, más menos, inédito en Estados Unidos y que hallaba sus raíces en artistas como Woody Guthrie, a quien Dylan admiraba profundamente.

Sin embargo, Bob no estaba ni al lado con ser un ícono ni un mensajero. Nunca le gustó la idea de ser portavoz de ningún movimiento y quizá fuera eso lo que marcaría su rotundo cambio.

Tras un par de discos donde todo era guitarra acústica, armónica y voz, ese 25 de julio de 1965 toda la escena folkie lo esperaba como un héroe. Querían oír sus himnos y alabar al mejor cantautor de su época, sin discusión alguna. Pero Dylan no tenía esa intención.

Un día antes, ya en el festival, se encontró con Mike Bloomfield y Al Kooper, músicos de blues eléctrico, y decidió, aparentemente de forma espontánea, ensayar un par de canciones de sus discos Bringing It All Back Home y Highway 61, a publicarse un mes después ese mismo 1965. Algunos de los temas fueron “Maggie’s Farm” y “Like a rolling stone”, que con el tiempo se convertiría en un clásico inolvidable del autor.

Pero cuando salió al escenario con una guitarra eléctrica al hombro causó espanto entre los “folkies” que esperaban al héroe de los derechos civiles. En ese momento, tocar con una guitarra de palo y levantar los preceptos musicales del folk era una forma de protestar contra un sistema injusto. Por eso es que nada más Dylan y su improvisada banda se aparecieron, llovieron las pifias.

Es conocida la anécdota ocurrida en Inglaterra en 1966 cuando un aficionado le gritó Judas antes de que comenzara a tocar Like a Rolling Stone. En esa oportunidad Dylan sólo contestó con un escueto “eso no es cierto” antes de reventar a la audiencia con una potentísima versión su canción.

En 1965 nadie le gritó Judas, pero quizá varios quisieron, aunque el especialista Elijah Wald, que recientemente ha publicado un libro sobre esta mítica actuación, pone ciertos matices sobre la reacción de los fans de Dylan, tal como informa la NPR, radio pública de Nueva York.

“En ese momento, el sentimiento común era que el movimiento social iba a funcionar y el mundo podía ser un mejor lugar. Dylan fue alguien a quien mucha gente miraba como un símbolo de eso, y en cambio, sale con una guitarra eléctrica en el hombro y no les dice ni una palabra. Dylan siempre fue alguien simpático y amistoso, que hablaba con la audiencia. Y más encima toca la música más ruidosa que han escuchado, y gritando dice “How does it feel to be on your own?” -¿Cómo se siente tener que valerte por ti mismo-. Mucha gente se enojó por eso, y puedes ver un poco por qué”.


Bob Dylan – Like a Rolling Stone (Live… por toma-uno

Wald, además, dice que la literatura no ha tomado en cuenta que la reacción ese día no fue tan generalizada como se cree. “Hubo gente que amó lo que hizo. Es otra cosa que se deja fuera de la historia. Probablemente hubo cientos de personas que estaban ahí sólo para ver a Bob Dylan. No les importaba el Newport Folk Festival”.

En todo caso, el momento fue para muchos un hito en la historia del rock.

Para Wald, fue un momento que marcó la división de los ’60. “Es fácil de olvidar que la mayoría de las cosas que se nos vienen a la cabeza cuando hablamos de los ’60 pasaron después de 1965. La Guerra de Vietnam, los hippies, las drogas. Los Beatles no habían hecho aún Rubber Soul: todavía eran un entretenido grupo de pop. Todo eso, se quiebra en ese momento. No digo que todo eso pasó gracias a la electrificación de Dylan, pero es un hito que divide de buena forma lo que pasó a principios de los ’60 y lo que vendría después”, dice.

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