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Nacional

8 de Agosto de 2015

Manuel Contreras, cerebro de la represión en dictadura, tendrá funeral privado

Según consigna EFE, el exdirector de la policía secreta de Pinochet, tendrá una despedida privada. Anoche, tras conocerse la muerte del represor de 86 años, decenas de personas se congregaron en las afueras del Hospital Militar en una fiesta improvisada donde se aplaudía, se cantaba y se exigía justicia.

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07 AGOSTO 2015/SANTIAGO Esta noche fallecio el ex director de la Dina Manuel Contreras en el Hiospital Militar a los 86 años de edad, en la afueras gente celebra la noticia. FOTO MARIO DAVILA/AGENCIAUNO

Las pancartas con rostros de detenidos desaparecidos fueron colgados anoche en el portón del Hospital Militar mientras decenas de personas coreaban canciones de una despedida para el exdirector de la Dina, Manuel Contreras Valdebenito (86) sin asomo de tristeza. Afuera del recinto, la calle Larraín era un fiesta improvisada donde se aplaudía, se cantaba y se exigía justicia. A través de un micrófono, varias veces se pidió el fin de los privilegios a militares condenados por violaciones a los derechos humanos y su degradación.

Adentro del establecimiento hospitalario estaba el cuerpo inerte del general que fue el máximo represor de la dictadura de Augusto Pinochet, condenado a más de 500 años de prisión, y que murió en compañía de sus hijos y su yerno tras un par de días con sus múltiples tratamientos suspendidos y recibiendo sólo morfina para el dolor.

Sus familiarias, según cita Efe, han señalado que sus funerales serán privados. Chilevisión, en tanto, agrega que su cuerpo será cremado. En cualquier caso, no recibirá honores de General. A fines de julio, desde La Moneda se aclaró la existencia de un reglamento firmado el año 2009 por el otrora ministro de Defensa, Francisco Vidal, y la Presidenta Michelle Bachelet, y que establece que están impedidos de recibir honores militares el personal de Fuerzas Armadas que “haya sido condenado por sentencia ejecutoriada a pena aflictiva”. Es el caso de Contreras.

El exjefe de la temible Dirección Nacional de Inteligencia -DINA-, la cruel policía secreta de Augusto Pinochet, padecía desde hace años de un cáncer de colon, de hipertensión y de una diabetes que le había afectado los riñones, por lo que era dializado tres veces a la semana.

Desde el año pasado su situación era delicada, pero estable.

Gestor de episodios como la Operación Colombo y la Operación Cóndor, que involucraron en los años 70 y 80 a las dictaduras militares de la región en operaciones coordinadas para eliminar opositores, Contreras estaba condenado a más de 500 años de prisión en 58 sentencias definitivas y tenía otros 56 juicios que estaban en proceso.

Este jueves, el presidente del Partido Comunista de Chile, diputado Guillermo Teillier, había pedido al ministro de Defensa, José Antonio Gómez, la degradación del general Manuel Contreras antes que muriera.

Teillier envió un oficio a Gómez para consultar las razones del por qué “no se había degradado a Contreras”.

En su misiva, el presidente de los comunistas chilenos subrayaba que Contreras mantenía su calidad de general de la República, pese a que el artículo 222 del Código de Justicia Militar estipula que “la pena de muerte y las de presidio y reclusión perpetuas, lleva consigo la degradación”.

Teillier recordó que Contreras suma dos cadenas perpetuas, una por el asesinato de la familia del general Carlos Prats, y otra por 19 secuestros y un asesinato ocurridos en Villa Grimaldi, en Santiago.

En esta misma línea, la abogada de derechos humanos Carmen Hertz aseveró a The Clinic Online “la degradación no se produce y eso le hace muy mal a la sociedad chilena porque eso es un hueco de memoria muy importante, que un genocida como Contreras muera como general y que haya individuos que quieran que se le rindan honores, muestra que no somos una sociedad muy decente, que no hemos reconstruido bien a medias”.

Dos días antes, los familiares de las víctimas de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990), también habían pedido tanto al ministro de Defensa, José Antonio Gómez como a los altos mandos del Ejército que se degradara al máximo represor del régimen militar.

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