Secciones

The Clinic
Buscar
Entender es todo
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Nacional

27 de Agosto de 2015

Cómo el Estado le regaló la última mina de carbón en Curanilahue a la dupla Danús-Fontaine

Tras adjudicarse la concesión minera en 5.352 UF el año 2008, Corfo le entregó a la empresa entonces dirigida por Rodrigo Danús y Paul Fontaine un fondo por 116 millones de pesos (5.555 UF de la época) bajo una ley de zona de reconversión de Arauco. Cinco años después, la empresa -hoy supuestamente controlada por otro empresario- está en el ojo del huracán por adeudar sueldos y casi un año de cotizaciones, lo que llevó a los trabajadores a atrincherarse dos semanas en la mina para protestar. Aunque Fontaine y Danús se han desligado de la responsabilidad, una demanda de los trabajadores reclama la unidad económica del holding South World, para recuperar su dinero. En diciembre los trabajadores demandaron por condiciones precarias, relatando que se trasladaban en los carros junto a los explosivos utilizados en la mina y que existía una plaga de ratones que hasta los mordían mientras trabajaban.

Por
Compartir

Curanilahue Mineros A1

Un regalo. Así se podría calificar el negocio que realizó Rodrigo Danús Laucirica y Paul Fontaine Benavides, la dupla de empresarios sindicados como responsables de la situación que obligó a la huelga a 450 metros de profundidad que mantuvieron durante dos semanas más de 70 mineros del carbón en Cuanilahue, en la región del Biobío.

Así consta en la información del registro de Propiedades de Minas del Conservador de Bienes Raíces de Curanilahue, con los papeles que acreditan que a poco más de un año de adjudicarse la última concesión minera de la zona recibieron un aporte de Corfo por casi la misma cantidad que invirtieron para quedársela.

Según los datos a los que accedió The Clinic Online, la Empresa Nacional del Carbón S.A. (Enacar) le confirió a SW Business S.A. –representada legalmente por Danús- el cuatro de noviembre de 2008 la concesión minera denominada “Los Ríos de Curanilahue”, inscrita en el Registro de Propiedad Minera en el año 1919 en Lebu.

En ese predio se encuentra la ahora tristemente célebre faena llamada Mina Santa Ana, en la que 73 trabajadores se encerraron por 14 días protestando por sueldos, cotizaciones impagas e incluso descuentos sociales para el pago de créditos a una Caja de Compensación que no fueron ocupados en cancelar las cuotas.

El precio de esa concesión alcanzó los 5.352 UF, que a la época representaron poco más de 113 millones de pesos. Poco antes de eso, el 22 de octubre de 2008, el holding South World –matriz de las empresas de la dupla empresarial- creó SW Curanilahue S.A. para la operación y explotación del carbón en la mina, a la que traspasó el 30 de marzo de 2009 el predio antes concesionado mediante una compraventa por los mismos 5.352 UF en que había sido adquirida el año anterior, poco más de 112 millones de pesos.

En términos prácticos, Fontaine le vendió la pertenencia minera a su socio Rodrigo Danús.

Pero lo más extraño vendría después. Según consta en el Registro de Receptores de Fondos Públicos de la Ley Nº19.862, el 25 de enero de 2010 la empresa recibió por parte de Corfo una contribución de 116 millones de pesos, por concepto de “Zona Reconversión Arauco”.

Vale decir, el Estado le entregó 5.555 UF de la época, poco más de un año después de concesionársela a la misma empresa en 5.352 UF. Negocio redondo por donde se mire.

La historia de SW Curanilahue

Según consta en la información del Conservador de Bienes Raíces, la empresa SW Curanilahue S.A. se constituyó el 22 de octubre de 2008 con un gramado de empresarios que incluyeron a un conocido animador de televisión.

El documento, al que tuvo acceso The Clinic Online, señala que los accionistas que la constituyeron fueron Rodrigo Danús, a través de “Inversiones G-51”; Paul Ernesto Fontaine Benavides, a través de “Asesorías e Inversiones Fontaine y Compañía Ltda.”; Rafael Araneda Maturana a través de “Producciones RAM Limitada”; Claudio Cordero Tabach a través de “Inversiones Porto Alegre S.A:” ; y Jorge Lesser García-Huidobro a través de “Inversiones Lede Limitada”.

La explotación de carbón buscaba darle tiraje a otro emprendimiento de la dupla Danús-Fontaine: la termoeléctrica Pirquenes, ubicada en la comunidad de Laraquete -un poco más al norte de Curanilahue, pero dentro de la misma provincia-, la que a pesar de ser aprobada inicialmente luego tuvo un revés, siendo rechazada Declaración de Impacto Ambiental en 2013 por la Comisión de Evaluación Ambiental de la región del Bío Bío.

Desde entonces, la empresa ha cambiado varias veces de representante legal, lo que llevó a los trabajadores a encontrarse en el reciente conflicto contra Bernardo Miguel Hernández Valenzuela, sindicado como un “palo blanco” de Danús en la administración de la empresa.

Por esa razón, los trabajadores apuntan tanto a Danús como Fontaine como los responsables directos de este problema, incluso interponiendo una demanda que pide la unidad económica del holding South World para el pago de lo adeudado a los mineros.

Esa demanda, ingresada el pasado lunes 24 de agosto en el Juzgado de Letras de Curanilahue, 126 de los cerca de 183 trabajadores de la mina Santa Ana piden que se constituya la existencia de un solo empleador para los efectos laborales y previsionales, conforme a lo señalado en el inciso cuarto del artículo 3º del Código de Trabajo, de las siguientes empresas: SW Curanilahue S.A., Chilecar S.A.; SW Business S.A.; SW Consulting S.A.; SW Operations S.A.; y Asesorías G-51 SpA. Todas domiciliadas en las direcciones de Avenida Presidente Riesco 3263, 3316 y 3318, Las Condes, Santiago.

Según relatan, los controladores de este holding (Danús y Fontaine) instalaron de manera ficticia a un persona con acciones de dicha empresa, pero siguen controlando la matriz, compañía que se ha visto beneficiada por la extracción y comercialización del carbón de la mina Santa Ana.

Sindicado como el principal responsable, Danús respondió hace unos días a Radio Cooperativa señalando que ya se había desvinculado a fines del año pasado de la empresa. Además acusó al sindicato de generar conflictos cada vez que “se le ocurre”, una de las principales razones porque los inversionistas vendieran su participación.

“El sindicato tiene un interés de figurar más que cuidar el empleo de los trabajadores. Hubo una huelga de un mes que no logró absolutamente nada, con corte de caminos”, dijo a la emisora.

Fontaine, por su parte, ha señalado que ya no participa de la propiedad de la mina desde inicios del año 2014. “En enero del año 2014 yo me desligué del proyecto y cedí mi participación. En ese momento, en 2014, la empresa no tenía ninguna deuda previsional ni de sueldo con los trabajadores”, dijo a Cooperativa.

Sin embargo, la semana pasada el mismo empresario –otrora asesor en las campañas presidenciales de Marco Enríquez Ominami (2009) y Evelyn Matthei (2013)- se envolvió solo en el problema.

El pasado 19 de agosto, cuando los mineros llevaban más de una semana atrincherados al interior de la mina, Fontaine se demandó a sí mismo como representante legal de la minera.

Ese día “Asesorías e Inversiones Fontaine y Compañía Limitada” -representada Paul Fontaine- interpuso una demanda ejecutiva y mandamiento de ejecución y embargo en la Corte de Apelaciones de Santiago contra SW Curanilahue S.A.

Según consta en la demanda, a la que accedió The Clinic Online, “Asesoría e Inversiones…” es dueña por endoso realizado por Inversiones Paluma Uno Limitada de un pagaré de $32.500.000 suscrito por SW Curanilahue S.A., cuyos representantes legales son Paul Fontaine Benavides y Claudio Cordero Tabach.

Ratas y túneles de un metro de alto: las condiciones en que trabajaban los mineros

Dentro de la demanda que busca establecer a un único empleador del holding South World para el pago de lo adeudado a cerca de 180 trabajadores de la mina Santa Ana, se hace referencia a una demanda anterior realizada por los trabajadores donde detallaron condiciones insalubres y riesgosas en la faena.

El 10 de diciembre de 2014 el sindicato de trabajadores de la mina demandó por indemnización de perjuicios por responsabilidad contractual en contra de la empleadora SW Curanilahue S.A. por un conjunto de denuncias.

Entre ellas contaban las pésimas condiciones de trabajo para los mineros como túneles de un metro de alto para acceder a los mantos donde explotaban carbón, la falta de guantes o cascos para operar, la ausencia de procedimientos para eventuales accidentes y el mal manejo de explosivos, ya que, según relata la demanda, eran trasladados usualmente en los mismos carros en que bajaban los trabajadores y el material no ocupado quedaba tirado al interior en la mina.

A eso le sumaban condiciones de aseo precarias, como el mal estado de baños, letrinas y duchas; la falta de agua potable al interior de la mina y quizás lo más asqueroso: la presencia de una plaga de roedores “de distintos tamaños” en su interior.

“Es de tal entidad la plaga de ratones que infesta la mina, que muchos de nuestros representados han sido mordidos por éstos o bien, contaminados sus alimentos”, dice el texto.

*Este medio intentó comunicarse con Danús y Fontaine, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

Revisa los documentos del conservador de bienes raíces:
conservador

conservador2

Conservador1

conservadorfinal

 

conservadorpertenencia

conservador4

conservador3

conservador5

 

 

Notas relacionadas