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Nacional

9 de Enero de 2016

La furiosa columna de Beatriz Sánchez tras última colusión: “¿Qué pasa cuando esa rabia se acumula por semanas, por años?”

"Después nos preguntamos porque luego de marchas o celebraciones llega una turba a destrozar todo lo que encuentra. O porque no podemos detener la evasión del Transantiago. O como es que nadie participa de los procesos electorales. O porque los niveles de desconfianza son de los más altos de toda América Latina. ¿Cuánta rabia hay allí? ¿Qué le pasa a un país que se llena de rabia? ¿Qué le pasa a un país que no puede canalizar esa rabia?", dice la periodista, que apunta que "esta vez son los supermercados. Antes fueron el papel de limpiar, el asfalto, las navieras, buses interurbanos, las farmacias etc."

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Después del “¡miserables!” que lanzó a través de su cuenta de Twitter para fustigar a los empresarios una vez que se denunció un nuevo caso de colusión, que en esta oportunidad involucra a las tres mega cadenas de supermercados que operan en el país, la periodista Beatriz Sánchez ahonda en el tema con ira, en una columna que escribe para Publimetro y que se titula “La Rabia.

“¿Qué pasa si no sacamos la rabia? ¿Qué pasa cuando esa rabia se acumula por semanas, por meses, por años? ¿Qué le pasa a un país cuando no puede canalizar su rabia?”, se pregunta la comunicadora antes de meterse con ganas en el tema para disparar contra los privilegiados de la política, el empresariado y la educación.

“Esta vez son los supermercados. Antes fueron el papel de limpiar, el asfalto, las navieras, buses interurbanos, las farmacias etc. Pero si no se hubiesen coludido, la actual concentración de muchos de estos sectores les hace posible “matar” a la competencia, maltratar a sus proveedores pequeños y no considerar a sus clientes. Da rabia”, profiere.

Para graficar la profusa desigualdad reinante en esta larga y angosta franja de tierra, Sánchez subraya que “el 70% de los alumnos de colegios municipales no superó los 500 puntos. Reciben una subvención un poquito superior a los 60 mil pesos mensuales”, pero que “en el “otro Chile” hay chiquillos que se educan por 500 mil pesos mensuales. Ellos son los hijos de los que se coluden robándole todos los meses a las familias que no pueden pagar otra educación. Da rabia”.

En medio su rabia, Sánchez recuerda las abismales diferencia de aranceles entre las universidades, el BanCongreso, en contraste con las pensiones de 150 lucas que obtiene el 95% de los jubilados.

“Da rabia”, prosigue, y pone el punto con que “el 89% de los que hoy están presos son pobres. ¿Sólo los pobres cometen delitos? Claramente, con todo lo dicho anteriormente, no. Sin embargo, en el Congreso se apuran por legislar una ley corta antidelincuencia para el que roba un celular en la calle y el ladrón de “cuello y corbata”, ese “emprendedor” que se colude, paga una multa y sigue viviendo su vida sin sobresaltos. Seguimos acumulando rabia”.

Para finalizar, la periodista expresa que ante este marasmo social después “nos preguntamos porque luego de marchas o celebraciones llega una turba a destrozar todo lo que encuentra. O porque no podemos detener la evasión del Transantiago. O como es que nadie participa de los procesos electorales. O porque los niveles de desconfianza son de los más altos de toda América Latina. ¿Cuánta rabia hay allí? ¿Qué le pasa a un país que se llena de rabia? ¿Qué le pasa a un país que no puede canalizar esa rabia?”

 

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