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Cultura

10 de Enero de 2016

Janin Day, la transformista que imita a la Argandoña: “No estoy en ‘The Switch’ porque no tengo historia para hacer llorar”

Eduardo Figueroa (48), el hombre tras Janin Day, partió en el transformismo hace 30 años en la desaparecida discoteque Quásar imitando a divas como Yuri. Pero cuando Raquel Argandoña se embarazó de la Kel, su carrera dio un giro y decidió igualarse a la Quintrala. Hoy, Janin Day es toda una celebridad en el ambiente gay, pero también en el mundo virtual. Saltó a la fama con el reality online “Amigas y Rivales”, donde animaba el backstage y descueraba al transformista que se le cruzara. “Ahora son todas levantadas de raja, todas se creen el cuento”, dice de sus compañeras de show.

Macarena Gallo
Macarena Gallo
Por

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“La Raquel Argandoña partió de un sketch en el Palomar del Parque. Ella estaba embarazada de la Kel y me tocó hacer el papel de ella. Recuerdo haber llevado la guatita de embarazo, un vestido azul, un sombrero y una peluca rubia platinada como ella. Todo el mundo me dijo “ay, nooo, es que te salió igual”. De ahí me interioricé en ella, a sabiendas que siempre la admiré como personaje. Me gustaba la ropa, que todos los días en el noticiario 60 Minutos cambiara su peinado. Ella podía estar hablando de la miseria en el país, pero salía siempre despampanante. Así como ha marcado tendencias en ropa, fue la primera en contar que tenía amigos homosexuales.

Me he puesto todos los looks de la Raquel: pelo largo, pelo negro con rubio, pelo corto. Ahora le dio con cortarse el pelo a lo Yuri. Me hizo gastar plata, porque me tuve que mandar a hacer la peluca. Tampoco se ve tan bien con este look a lo Yuri. Invierto harto en ella. Nunca me verán sin una buena peluca, porque no ocupo peluca sintética, solo naturales. Me preocupo de las uñas, de las joyas, buenos calzados, buen vestido. Si me están pagando lo que estoy cobrando, no puedo hacer un espectáculo con un trapo de dos lucas. Pero hay mucho transformista que no invierte nada, hay gente totalmente despreocupada. Sería ridículo que siendo la Janin Day ocupara la peluca de alguien que ya la usó. Y la gente se da cuenta, sobre todo el público gay, perrita. Son fijones en todo. Si ocupai un zapato prestado, saben que ese zapato no es tuyo.

Harto se le ha criticado por sus cirugías a la Raquel. Y si ella se sigue operando, será un gasto extra para mí, porque tendré que empezar a operarme también, ja, ja, ja. Obviamente, prefiero que se quede como está. Es más, creo que está en el momento justo de parar con todas sus cirugías. En todo caso, se vea bien o mal, siempre la van a criticar. Que el sueldo millonario, que esto otro. No es culpa de ella. Es una mujer súper inteligente, es lógico que se haga respetar. A mí me pasa absolutamente lo mismo: no voy a un evento si no me pagan lo que cobro. Soy peluquera y vivo de eso hace años, así que no dependo de los espectáculos. Si no me llaman, vivo la vida y pago mis cuentas igual. Pero debo reconocer que la Janin me da bastante plata. Es la que me da mis gustos de vacaciones, de irme fuera del país, como a Uruguay y Brasil, donde tengo amistades.

Admiro de la Raquel su carácter fuerte. Y nos parecemos harto. Si alguien me viene con una pachotez, no espere que yo le diga buenas noches y le dé un beso en la cara. Le voy a contestar lo que corresponde. También tenemos en común que nos encanta la política. Toda la vida he sido de derecha. Yo sentí la discriminación cuando me tomaron detenido en democracia una noche que estaba en Fausto. En dictadura jamás me pasó. Soy más como de RN. Tampoco me gustan los extremos. Creo en una Marcela Sabat, en una mujer renovada, en una mujer que integra.

La Raquel que hago es bien chucheta y deslenguada. A ver, la Janin Day en sí no es de garabatos, pero cuando animaba el backstage de ‘Amigas y Rivales’ de la Fausto, la gente me pedía que echara garabatos, que mirara en menos a las participantes, que las hiciera mierda con mis comentarios. Como la Raquel verdadera. Aunque no quisieras, tenías que parar de alguna u otra manera a la transformista que está levantada de aire. Es que ahora las transformistas son levantadas de raja. Todas se creen el cuento. Todas son soñás, todas se ponen más años de los que llevan, todas quieren ser de la época antigua para que la gente les dé el título que ellas andan buscando. A muchas se les olvidó que nacieron con las patas en el barro. Hay gente súper talentosa, obviamente. Pero vamos a ver si van a estar los años de carrera de esto.

Pasa que en los café concert, el 99% de los shows de las transformistas hablan de la cintura para abajo. No hay humor que no sea ese. Mi humor es siempre –disculpa que sea autorreferente– reírme de mí mismo. Como me dicen vieja, saco partido a eso: digo que fui amante de Arturo Prat, que estuve en un malón con Bernardo O’Higgins, que fui amante de la Violeta Parra. Y de verdad no pagaría para ir un pub y que me insulten. Hay gente que le gusta. Y lo celebro. La Botota es la reina de las redes sociales y el 80% es garabato en un minuto. La gente no espera que la Botota sea siútica, sino chucheta.

Aunque les duela a muchos, el ‘Amigas y Rivales’ era el backstage, porque los shows pasaban sin pena ni gloria. A la gente le encantó el personaje de la Raquel y que no me viera como una participante más. La Janin Day era la elegancia. Y la gracia es que de mi vida privada nunca me pudieron sacar nada. Santa no soy. Pero he sido sumamente inteligente y mis cagás las hago calladita. Nadie me puede decir ‘oye, te vi en el parque…’. Yo tengo otra vida. Soy común y corriente. Puedo trasnochar en una discoteque, pero por trabajo. No trasnocho si no baila el monito. Y al otro día estoy atendiendo mi peluquería. No soy carrete. Mis dos únicos vicios son el cigarro y los hombres negros, que me encantan, me vuelven loca.

Yo creo que han sido súper poco inteligentes las transformistas. Porque en el momento en que te están entrevistando, te tienes que dar cuenta de lo que es y parar el carro si algo no te gusta. No es culpa de la televisión si invitan a una transformista para reírse de ellas. Es culpa del personaje, que tiene tanta necesidad que acepta cualquier cosa. Si no estoy en ‘The Switch’, es porque no tengo historia para hacer llorar. No voy a vender a mi familia por aparecer en un programa. Eso es lo que hace el programa, así que no se quejen, perritas. Si vendieron la mitad de su vida, no se quejen. Esto es sin llorar. A mí me llamaron para animar los backstages de ‘The Switch’, pero no llegué a acuerdo. Si no me pagan de verdad, no voy a ningún lado. En televisión prácticamente tienes que dar las gracias por estar. Y eso lo aguanta la gente que quiere exponerse y figurar. Y aquí ninguna va a ser animadora de un matinal ni de Viña. Tengámoslo claro, esto es un cuarto de hora. Así que después no se vengan a quejar, perritas”.

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