La vida de Giuseppe Briganti en la cárcel: “Él tuvo mucho miedo, le llegaban papeles con amenazas”

Una fuerte depresión es la que sufriría Giuseppe Briganti desde que tuvo que ingresar a la cárcel, después de que el Juzgado de Garantía de Valparaíso así lo decidiera por el doble homicidio que cometió contra los universitarios Diego Guzmán (24) y Exequiel Borvarán (18) tras dispararles en plena manifestación de 2015.

Según consigna La Tercera, un hecho que le ayuda a combatir esta depresión es participar como asistente de casino y realizar labores de aseo en la Cárcel de Valparaíso, en la que convive con distintos internos en el módulo 108 de alta seguridad del recinto.

Su abogado, Miguel Alfaro, cuenta que Briganti ha debido convivir con distintos internos de alta complejidad, que en su mayoría son homicidas. Allí ha mantenido una relación cercana de amistad con un interno que fue declarado culpable por el fallecimiento de su pareja.

“Estar en el módulo de alta seguridad significa tratar con ese tipo de casos, él tuvo miedo mucho tiempo, le llegaban papeles con amenazas, hasta que un reo, de otro módulo, fue a hacerlo personalmente, con agresiones”, recuerda.

Entre los episodios que más han afectado a Briganti están el alejamiento de su novia y la muerte de su abuela: “Estuvo muy mal, me preguntó si podía pedir permiso para ir al funeral, pero no me pareció pertinente ad portas de que comience su juicio”, señaló el jurista.

Vale decir que el pasado 10 de agosto Briganti asistió al tribunal para la audiencia de preparación de su juicio oral. Sin embargo, los padres de los jóvenes que mató no se presentaron.

El padre de uno de ellos, Abner Borvarán, señaló al matutino que “para nosotros estos dos años no han pasado rápido. Ir a verlo de nuevo y por cuatro horas que duró esa audiencia era solamente ir a sufrir”. A renglón seguido, exigió que la justicia le otorgue la pena máxima de 25 años.

“La situación sicológica de ese joven se puede entender, pero él va a volver a abrazar a su papá, aunque salga con cuarenta años. Puede rehacer su vida. Nuestra familia no. También tenemos tratamiento sicológico, con mi mujer hemos estado muy mal, nos liquidaron”.