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Nacional

20 de Diciembre de 2017

Joven pudiente echa por tierra idea de que la gente es pobre por su flojera: “No me he esforzado un puto día de mi vida”

"Yo no me tuve que sacar la cresta para tener auto, me lo regalaron cuando salí de 4to medio; yo no me saqué la cresta levantándome temprano todos los días por 14 años para llegar a la hora al colegio después de viajar una hora colgando de la micro), porque me fueron a dejar en auto hasta que termine el colegio; yo no me saqué la cresta trabajando para pagarme los estudios, porque mi papá me pagó las dos carreras y yo salí a los 27 con dos títulos y sin ninguna deuda”, detalló Camila Del Carpio en su potente crítica contra la desigualdad existente en este país.

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“Qué paja leer en muchos lados que ‘para ganar plata hay que trabajar’, ‘los ricos no se hacen por generación espontánea, se hacen ricos porque se sacan la cresta trabajando’, ‘estos flojos quieren que les regalen todo’.

Así comienza un escrito realizado en Facebook por Camila Del Carpio, una joven de familia acomodada que refuta la tesis de que la gente pobre lo es por su flojera y que los ricos poseen grandes riquezas por simplemente esforzarse en la vida.

Para expresar su crítica a la desigualdad en el país, la mujer expone su caso personal, asegurando que proviene de “familia pudiente” y que “yo no me tuve que sacar la cresta para tener auto, me lo regalaron cuando salí de 4to medio; yo no me saqué la cresta levantándome temprano todos los días por 14 años para llegar a la hora al colegio después de viajar una hora colgando de la micro), porque me fueron a dejar en auto hasta que termine el colegio; yo no me saqué la cresta trabajando para pagarme los estudios, porque mi papá me pagó las dos carreras y yo salí a los 27 con dos títulos y sin ninguna deuda”.

Al respecto, aseguró sin pelos en la lengua que “sacarse la cresta no es una garantía de ser rico, si fuera así, habría mucha gente rica: la señora de población que con suerte llegó a 5 básico y se levanta todos los días a las 4am para ir a trabajar al otro lado de la ciudad (donde supuestamente viven los ricos esforzados) recogiendo basura para darle de comer a sus 5 cabros chicos (que tuvo no por negligencia, sino por ignorancia y violencia)”.

Añadió que “también serían ricos los que se sacaron la cresta para tener buenas notas en un colegio municipal de mierda con la idea de poder sacar un título, pero como la educación era tan mala, no les dio en la PSU y van a vivir endeudados hasta que sus hijos sean grandes por un título que más encima vale menos que el de una U tradicional y trabajan sobrecalificados para un puesto que solo pide cuarto medio con un sueldo que no les alcanza”.

Aquí la joven aclara que está de acuerdo con la meritocracia, siempre y cuando sea “en igualdad de condiciones”, porque no es lo mismo el escenario que enfrentan los ricos y los pobres.

“Meritocracia cuando tuviste las mismas oportunidades que yo, cuando en tu jardín no te pegaban, cuando en tu colegio la educación era del mejor nivel, cuando no tenías que vender cosas en la calle para comprarte comida y podías dedicarte a estudiar, cuando en tu barrio habían espacios seguros para desarrollarse y no weones fumando y jalando en la esquina a las 2 de la tarde, cuando tenías el apoyo de tu familia, en lugar de vivir solo porque tu mamá tuvo dos empleos para poder mantenerte”, expuso del Carpio.

“Que alguien venga a decirme que el rico es rico porque trabaja y el pobre es pobre porque es flojo, encuentro que es de un egoísmo, de un individualismo y un egocentrismo terribles… No es así, yo tengo auto, depa, viajo tres veces al año por lo menos, salgo a comer a restaurantes al menos 5 veces a la semana y no me he esforzado un puto día de mi vida. Así que NO acepto esa wea y creo que el chileno que piense eso es un egoísta de mierda”, cerró.

Tras notar la potente repercusión que tuvo su relato en distintos medios de comunicación, la joven emitió una aclaración en la que precisa que “NO soy de una familia tremendamente rica. Mis dos padres crecieron en una familia de clase baja como muchos chilenos, gracias a que en el país las cosas eran diferentes en ese momento, mi papá pudo estudiar gratis en un muy buen colegio y estudiar también en la universidad donde sacó un título profesional, a partir de ahí, se esforzó mucho para poder darle a su familia una mejor situación de la que él tuvo”.

A su vez, recalcó que “nací y crecí en La Florida, no vivo ni en Las Condes, ni en La Dehesa ni nada de eso. Estudié en un colegio particular de esta comuna, no en el Santiago College ni el Nido de Aguilas. El auto que me regalaron cuando salí del colegio fue el viejito que tenía mi papá cuando lo cambió. Estudié en la Chile y en la Usach porque la primera carrera no me convenció, pero aun así me licencié. El departamento que me compré, me lo compré en San Miguel. Y no he escrito nada antes, porque también trabajo de lunes a viernes como todo el mundo”.

Sobre su polémica frase de que “no me he esforzado un puto día de mi vida”, explicó que se refería a que no tuvo que enfrentar los mismos problemas que los pobres de este país.

“Lo único que quería decir, era que pienso que en este país faltan oportunidades para todos, no que las cosas no se consiguen sin esfuerzo, todo requiere esfuerzo, pero es distinto cuando tienes que esforzarte para lograr cosas cuando tu entorno te apoya y tienes mucho avanzado, que cuando tienes que esforzarte por sobrevivir a penas”, aseguró.

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