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Nacional

12 de Junio de 2018

ACTUALIZADO: Justicia indaga fragmentos óseos encontrados en sede de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos

Los restos permanecían guardados, según algunas versiones, en bolsas de supermercado, desde hace más de veinte años. Los antecedentes fueron entregados al juez Mario Carroza a comienzos de mayo por las nuevas dirigentas de la AFDD, pero el descubrimiento ha generado un acalorado conflicto entre algunos de sus miembros, quienes acusan que nunca fueron comunicados del hecho de manera directa ni oficial y cuestionan la poca sensibilidad mostrada por las dirigentas, precisamente en el tema que los congrega.

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El 9 de mayo pasado, tres dirigentas de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) presentaron una misiva ante el ministro en visita Mario Carroza, rotulada: “Excusar por retraso en entrega de osamentas”.

Tal como detalla el escrito -ingresado por Ana Díaz Ramírez (Vicepresidenta de la AFDD), Evelyn Gahona Muñoz (Directora de Departamento Jurídico) y Olga Morales Castro (Directora del Departamento Social)- a comienzos del 2018 se encontraron fragmentos óseos al interior de la Casa de la Memoria Sola Sierra, mientras se realizaban “labores propias de orden y aseo”.

En total, son cerca de ochenta piezas que se habrían hallado en tres bolsas de supermercado guardadas en un cajón de la sede que, según indican altas fuentes judiciales, ligadas a estas diligencias, ya fueron enviadas al Servicio Médico Legal (SML) para su análisis.

Según detalla uno de los requerimientos hechos al ministro Carroza, entre los restos se encuentran “piezas dentales”, “fragmentos al parecer de mandíbula” y restos óseos “al parecer de cráneo”.

El Departamento de Comunicaciones del SML aseguró a The Clinic que, hasta el cierre de esta edición, ese servicio no ha recibido “los restos, ni evidencias, ni instrucciones”, en este caso. Tampoco, dicen, han recibido ningún oficio, “ni siquiera un correo electrónico”.

Las fuentes del tribunal que lleva adelante esta investigación reconfirmaron a The Clinic que los fragmentos óseos sí fueron remitidos al organismo y declinaron aportar más antecedentes. Puesto que es habitual que los jueces encarguen estas diligencias a la PDI, es probable que ese organismo tenga en su poder los restos y documentos remitidos por Carroza al SML.

Díaz, Gahona y Morales –quienes forman parte de la directiva de la AFDD desde marzo de este año- informaron al juez que conocieron del hallazgo el 16 abril del 2018, pero no pudieron entregarlos inmediatamente, como deseaban, pues hubo un debate en la directiva sobre lo que correspondía hacer y es por eso que finalmente entregaron los restos solo el 10 de mayo de este año, junto con un escrito que detallaba las características de las piezas óseas.

Según fuentes judiciales, el procedimiento en el SML debería tardar al menos dos meses, y no se descarta la realización de “contrapericias” con organismos externos.

“Es un escupo en la cara”
Lorena Pizarro relató en una entrevista reciente, que los restos habrían sido entregados “por una persona” a mitad de la década del ’90 a la directiva de la época, liderada por su madre, Sola Sierra.

Según Pizarro, los fragmentos fueron derivados inmediatamente al SML para que realizara una investigación, cuyo resultado arrojó que las piezas pertenecían a personas y animales fallecidas antes de la dictadura, “y por lo tanto fueron devueltos (a la AFDD)”.

Pero las razones esgrimidas por Pizarro para mantener “guardados” esos fragmentos desde 1995, no fue lo único que sorprendió a los miembros de la Agrupación: para muchos, la entrevista, publicada el 14 de mayo de este año, fue la primera información que recibían sobre estos hechos.

The Clinic se contactó con numerosos familiares de detenidos desaparecidos, quienes opinaron sobre el conflicto que se ha generado en la agrupación, a condición de anonimato, pues temen que el altercado escale aún más. Varios de ellos señalaron que los hechos eran “graves” y que les ha significado un serio “golpe emocional” enterarse por la prensa –o Facebook, según denuncian otros testimonios- de la existencia de estos fragmentos almacenados en las mismas dependencias de la AFDD desde hace 23 años. Algo “irracional”, señala uno de los consultados, “pues se contrapone con los propios principios que la Agrupación dice defender”.

En diálogo con este medio, Marcela Meza (52), radicada en Suecia desde 1988 e hija de la detenida desaparecida Gloria Lagos Nilsson, afirmó que “la postura de la Agrupación, hasta el momento, ha sido de minimizar los hechos señalando que las osamentas podrían ser de animales”.

“Están en una posición que me parece irrespetuosa. Como hija de una detenida desaparecida, me siento realmente traicionada. Más allá de si los restos preceden la dictadura, haber mantenido por 23 años huesitos en una bolsa es una desfachatez, un escupo en la cara. Es un tema que nos llega muy de cerca”, complementa.

Al igual que otros de sus compañeros, Marcela aduce que “la entrevista de Lorena Pizarro a El Ciudadano es muy trivial, muy por encima, no le otorga ninguna importancia a lo sucedido. Todo esto hace que emocionalmente genere mucho daño, dolor y rabia”.


Gloria Lagos Nilsson (Memoria viva)

Parte de los argumentos a favor de no haber entregado los fragmentos a la justicia, es que no existían las condiciones de legitimidad y credibilidad en las instituciones una vez terminada la dictadura. Sin embargo, Marcela opina que la entrega de los fragmentos a la justicia es tardía, “pues apenas se instalaron protocolos serios para investigar estos sucesos (por ejemplo, bajo el mandato de Patricio Bustos en el SML) se debieron haber entregado a las autoridades. Bustos sí era garantía de objetividad y de entera confianza”.

Respecto al futuro de la diligencia, señala que lo importantes es que “ahora la Agrupación debería reconocer su responsabilidad y emitir un comunicado”.

“No hay conflicto”
La discusión entre la Agrupación y su entorno alcanzó canales de comunicación informales, como el caso de Facebook. En esta red social, usuarios ligados a la causa de verdad y justicia reaccionaron sorprendidos por la noticia, y apuntaron a la necesidad de un pronunciamiento oficial de parte de la AFDD, principalmente debido al tiempo en que permanecieron los restos óseos en su posesión.

Tal es el caso de Bernardino Vásquez, activista de Derechos Humanos por más de treinta años y director del grupo “Trío Memorial”, dedicado a la musicalización de textos dejados por detenidos desaparecidos.

El 6 de junio, Bernardino publicó: “Como Trío Memorial esperamos los resultados de las investigaciones del Juez Carroza y un pronunciamiento de la AFDD, en torno a osamentas encontradas nos informan hace más de tres meses en la sede de la Agrupación y que podrían estar ahí desde hace más de veinte años”.

Entre los comentarios del post, emitidos por familiares y no familiares de detenidos desaparecidos, destacó el de una persona ligada a la directiva a la Agrupación, quien afirmó que la publicación era una “campaña anti agrupación”, y agregó: “Y tu que tienes que ver con la agrupación… en asamblea con los familiares que participan esas cosas se aclararon… no debemos aclarar nada a ti” (sic). The Clinic contactó a la autora de este comentario, quien declinó otorgar una entrevista.

Para el músico y otros usuarios, esta respuesta dejó entrever una “monopolización” de la defensa y memoria de los detenidos desaparecidos por parte de la AFDD, que instaló otro debate entre las partes.

“Sentimos que, de alguna forma, esas palabras apartan de esta lucha a los que no somos familiares de detenidos desaparecidos, pero que hemos estado junto a la AFDD y a otros colectivos desde hace mucho tiempo. Eso no corresponde a una institución que debe permanecer unida”, opina Vásquez.

Sin embargo, para la actual presidenta de la AFDD, Lorena Pizarro, “no hay conflicto alguno” entre el colectivo y sus miembros.

Contactada por este medio, afirma que “a mí nadie me ha manifestado algún malestar por lo sucedido, y si alguien la tuviera, la instancia oficial para hacerlo son las asambleas de la Agrupación”.

“Los hechos de los fragmentos fueron así: a mediados de los años noventa una persona entrega unos huesos a la Agrupación, que se mandaron al Grupo de Antropología Forense, un símil del SML de la época. Ellos emanan un resultado que dice que pertenecen a humanos y animales que preceden a la dictadura, y sugieren botar los restos. La AFDD no lo hace, y se encuentran después de 23 años mientras se hacía aseo en la sede. En el intertanto, nadie los halló ni conoció de su existencia, y se entregaron inmediatamente al juez Carroza”, señala Pizarro, quien zanja: “Por la naturaleza de los hechos que describo es que afirmo que no hay ninguna discusión, si actuamos con la velocidad que ameritaba el caso. No existe otra historia”.

Respecto al tono de la entrevista concedida en mayo, que generó reparos en Marcela y otros familiares de detenidos desaparecidos, Pizarro sostiene que “en ningún caso fue trivial o superfluo, abordé el tema con la rigurosidad que exige la lucha por encontrar la verdad en cuanto a las desapariciones forzadas cometidas durante dictadura”.

“Por esto, creo que es innecesario seguir con el tema y agrandar una situación que ya fue aclarada”, concluye Pizarro.

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