
ACTUALIZADO: Justicia indaga fragmentos óseos encontrados en sede de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos
Los restos permanecían guardados, según algunas versiones, en bolsas de supermercado, desde hace más de veinte años. Los antecedentes fueron entregados al juez Mario Carroza a comienzos de mayo por las nuevas dirigentas de la AFDD, pero el descubrimiento ha generado un acalorado conflicto entre algunos de sus miembros, quienes acusan que nunca fueron comunicados del hecho de manera directa ni oficial y cuestionan la poca sensibilidad mostrada por las dirigentas, precisamente en el tema que los congrega.


Gloria Lagos Nilsson (Memoria viva)
Parte de los argumentos a favor de no haber entregado los fragmentos a la justicia, es que no existían las condiciones de legitimidad y credibilidad en las instituciones una vez terminada la dictadura. Sin embargo, Marcela opina que la entrega de los fragmentos a la justicia es tardía, “pues apenas se instalaron protocolos serios para investigar estos sucesos (por ejemplo, bajo el mandato de Patricio Bustos en el SML) se debieron haber entregado a las autoridades. Bustos sí era garantía de objetividad y de entera confianza”.
Respecto al futuro de la diligencia, señala que lo importantes es que “ahora la Agrupación debería reconocer su responsabilidad y emitir un comunicado”.
"No hay conflicto”
La discusión entre la Agrupación y su entorno alcanzó canales de comunicación informales, como el caso de Facebook. En esta red social, usuarios ligados a la causa de verdad y justicia reaccionaron sorprendidos por la noticia, y apuntaron a la necesidad de un pronunciamiento oficial de parte de la AFDD, principalmente debido al tiempo en que permanecieron los restos óseos en su posesión.
Tal es el caso de Bernardino Vásquez, activista de Derechos Humanos por más de treinta años y director del grupo “Trío Memorial”, dedicado a la musicalización de textos dejados por detenidos desaparecidos.
El 6 de junio, Bernardino publicó: “Como Trío Memorial esperamos los resultados de las investigaciones del Juez Carroza y un pronunciamiento de la AFDD, en torno a osamentas encontradas nos informan hace más de tres meses en la sede de la Agrupación y que podrían estar ahí desde hace más de veinte años”.
Entre los comentarios del post, emitidos por familiares y no familiares de detenidos desaparecidos, destacó el de una persona ligada a la directiva a la Agrupación, quien afirmó que la publicación era una “campaña anti agrupación”, y agregó: “Y tu que tienes que ver con la agrupación… en asamblea con los familiares que participan esas cosas se aclararon… no debemos aclarar nada a ti” (sic). The Clinic contactó a la autora de este comentario, quien declinó otorgar una entrevista.
Para el músico y otros usuarios, esta respuesta dejó entrever una “monopolización” de la defensa y memoria de los detenidos desaparecidos por parte de la AFDD, que instaló otro debate entre las partes.
“Sentimos que, de alguna forma, esas palabras apartan de esta lucha a los que no somos familiares de detenidos desaparecidos, pero que hemos estado junto a la AFDD y a otros colectivos desde hace mucho tiempo. Eso no corresponde a una institución que debe permanecer unida”, opina Vásquez.
Sin embargo, para la actual presidenta de la AFDD, Lorena Pizarro, “no hay conflicto alguno” entre el colectivo y sus miembros.
Contactada por este medio, afirma que “a mí nadie me ha manifestado algún malestar por lo sucedido, y si alguien la tuviera, la instancia oficial para hacerlo son las asambleas de la Agrupación”.
“Los hechos de los fragmentos fueron así: a mediados de los años noventa una persona entrega unos huesos a la Agrupación, que se mandaron al Grupo de Antropología Forense, un símil del SML de la época. Ellos emanan un resultado que dice que pertenecen a humanos y animales que preceden a la dictadura, y sugieren botar los restos. La AFDD no lo hace, y se encuentran después de 23 años mientras se hacía aseo en la sede. En el intertanto, nadie los halló ni conoció de su existencia, y se entregaron inmediatamente al juez Carroza”, señala Pizarro, quien zanja: “Por la naturaleza de los hechos que describo es que afirmo que no hay ninguna discusión, si actuamos con la velocidad que ameritaba el caso. No existe otra historia”.
Respecto al tono de la entrevista concedida en mayo, que generó reparos en Marcela y otros familiares de detenidos desaparecidos, Pizarro sostiene que “en ningún caso fue trivial o superfluo, abordé el tema con la rigurosidad que exige la lucha por encontrar la verdad en cuanto a las desapariciones forzadas cometidas durante dictadura”.
“Por esto, creo que es innecesario seguir con el tema y agrandar una situación que ya fue aclarada”, concluye Pizarro.
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