Cultura
20 de Abril de 2019Camilo Yáñez, artista visual: “Chile está en el momento cultural más bajo de las últimas cuatro décadas”
No es momento de incendiar la pradera. A veces basta con quedarse en silencio. Que hable su obra. Artista visual, curador y académico. Camilo Yáñez (45) presentó en galería AFA parte de su nuevo trabajo, Post populi. La exposición reúne desde dibujos, anotaciones, tintas chinas, textos, collage y trabajos sobre papel hasta esculturas en concreto. Es un ejercicio de equilibrismo, sarcasmo y bofetada.
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¿Cuál crees que es la pertinencia del arte contemporáneo hoy en Chile? O como diría Hölderlin, ¿para qué poetas en tiempos de penuria?
−Yo creo que el arte sigue siendo un lugar cultural e intelectual que nos permite tener una mirada crítica, que nos incentiva a la desobediencia reflexiva. Es un espacio sensible para enfrentarse a los discursos complacientes, a las zonas de confort y en el Chile de hoy, por cierto, a los triunfos populistas.
¿Y puede cumplir ese rol cuando, a ojos de muchos, ha sucumbido a las galerías y al arte decorativo?
−El arte existió antes del capitalismo y seguirá existiendo después. Para mí, el verdadero arte no opera ni en contra ni a favor del mercado, sino que trabaja en él, allí mismo, porque es consciente de su función política y su sentido poético.
¿Los artistas siguen siendo un patrimonio de la izquierda?
−No, esa es una afirmación típica del siglo XX. Hoy no veo que los artistas sean patrimonio de nadie. Y en términos políticos, creo que su postura actual podría ser sintetizada como una especie de anarquismo post capitalista.
¿Y cómo escapa el arte político del panfleto?
−Gracias a la poesía.
¿Qué tienes opinión tienes sobre la política cultural de Piñera?
−Chile está en el momento cultural más bajo de las últimas cuatro décadas, a pesar de tener un nuevo ministerio de las Culturas.
¿Por qué lo dices?
El actual mandatario es ignorante culturalmente hablando. Esto centrado en materia de artes visuales significa poco conocimiento sobre cómo deben proyectarse las instituciones y qué recursos, equipos humanos y visión de futuro deben tener. El Museo de Bellas Artes pasó casi seis meses sin director, el Centro de Arte de Cerrillos ahora está sin director. Es preocupante que no existan instancias colectivas como comités públicos-privados para que estas instituciones sean realmente representativas de un país.
¿Qué te pareció el nombramiento de Fernando Pérez como nuevo director del Museo de Bellas Artes?
−Antes del año 2011, el director del Bellas Artes era elegido directamente por el presidente de República, era un cargo de confianza. Obviamente era un sistema muy poco democrático, pero al menos el director era escuchado y apoyado desde La Moneda, y reconocido por toda una comunidad artística. Había una agenda país que conectaba relaciones internacionales y apoyos de privados. Sería vital que el actual director, un arquitecto y académico muy respetado, pueda ser escuchado allí donde se construye “la verdadera agenda país” para sacar al Museo del lugar en el que está.
Has trabajado como artista, curador, gestor, académico… ¿qué falta en la formación de un artista para que su obra no dependa de los subsidios del Estado (o de un mecenas)?
−La situación más alarmante que veo en la formación artística universitaria es que no existe un ramo que se llame “sentido de realidad”. Creo que ahí a los estudiantes se les produce un descalabro terrible y una incomprensión total, porque nadie les explica que la independencia y la libertad intelectual, hoy en día, están atadas a inventar una microeconomía de sobrevivencia no capitalista.
¿Y dirías que eso influye en que el mundo del arte parezca tan autoflagelante y rencoroso? Todos esperan alguna beca o agregaduría cultural que les permita salir a tomar aire.
−Para que exista una escena artística y cultural efervescente tiene que haber un hábitat de validación de tus pares. Acá hay muy poca generosidad para criticar de manera lúcida y constructiva. Todo es descalificación barata y superficial. Pero esto no es nuevo: todos los artistas chilenos, de todos los tiempos, se sienten muy poco reconocidos por Chile. Y es un asunto que se padece siempre −como decía Bolaño− como una enfermedad.
¿Y qué tratas de mostrar en Post Populi, tu nueva muestra?
−Para decirlo en breve, son obras que intentan motivar una reflexión sobre cómo se instalan las ideas y las verdades circunstanciales, tanto en los medios de comunicación como en el consciente y el inconsciente colectivos. Es decir, qué conceptos e ideas se “fijan” o se “atrapan” en el transcurrir del mundo, y cómo estas ideas −erróneas o no− pasan a formar parte de aquello que llamamos historia.
Post Populí estará hasta el 10 de mayo en Galería AFA: Providencia 1614, piso 2. De lunes a viernes entre 15:00 y 20:00 horas.