Belén Curamil en la CIDH: “En Chile la respuesta es siempre la misma: represión, cárcel, criminalización, hostigamiento y ausencia de justicia”

“Hoy mi padre sufre la prisión política en Chile, mientras en el exterior es reconocido con el prestigioso premio Ambiental Goldman 2019”. Fueron las palabras que Belén Curamil, hija del lonko Alberto Curamil, pronunció ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de Washington este viernes 27 de septiembre, para denunciar el encarcelamiento y criminalización que enfrenta su padre, quien permanece en prisión preventiva en la cárcel de Temuco desde hace más de un año. 

La hija del líder indígena mapuche contó cómo su padre permanece encarcelado desde 2018, a la espera de un juicio justo, a raíz de una denuncia anónima. Detalló cómo la causa penal inventada contra su padre evidencia reiteradas violaciones al debido proceso.

“La lucha del pueblo mapuche es una lucha por la vida, por el equilibrio de los ecosistemas, por ser más y mejores personas que convivan con la tierra. Pero en Chile, eso no se reconoce, y la respuesta es siempre la misma: la represión, la cárcel, la criminalización, el hostigamiento y la ausencia de justicia para nuestro pueblo y luchadores socio-ambientales”, declaró Belén Curamil.

Además, agregó que “hoy, mi padre, Alberto Curamil, sufre la prisión política porque es un defensor ambiental y autoridad tradicional de un pueblo originario en el país. Sólo queremos que se haga un juicio justo e imparcial para demostrar su inocencia, pero el juicio se dilata y no llega”.

En la audiencia, en la cual participaron defensores ambientales de toda la región perseguidos judicialmente por su defensa del medio ambiente, se identificaron patrones y prácticas que cada vez son más sofisticadas, perpetuadas por estados que criminalizan a los activistas con el fin de deslegitimarlos ante la opinión pública y justificar la intervención del poder penal del Estado.

Muchos de los casos reflejan patrones similares: acusaciones infundadas, violaciones del debido proceso y otras irregularidades procesales, como detenciones arbitrarias, manipulación de prueba y demoras ilegales en el procedimiento de las causas. 

Los participantes recomendaron a la CIDH que tomara una serie de acciones, incluyendo el reconocimiento público de que esta persecución es en contra de defensoras y defensores ambientales como grupo. También pidieron que se apoyara regionalmente la defensa del ambiente y recomendaron que la CIDH acelere sus peticiones.

Tras escuchar los testimonios, los miembros de la CIDH –entre ellos la chilena Antonia Urrejola, relatora sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas– manifestaron su admiración por los participantes: “Tenemos que hacer más tenemos que ser más imaginativos y creativos”, dijo el presidente de la instancia, Joel Hernández. “La CIDH estará a la altura de la historia”, cerró.

La audiencia fue solicitada por más de treinta organizaciones y movimientos ambientales, y también por relatores especiales de Naciones Unidas, ex comisionados, presidentes y relatores especiales de la CIDH, entre ellas la Alianza Territorial Mapuche (ATM).

Alberto Curamil fue reconocido a nivel mundial como el activista ambiental más importante de Centro y Sudamérica el pasado mes de abril, cuando fue galardonado con el Nobel Verde, por su oposición a dos grandes proyectos hidroeléctricos en la comunidad de Curacautín, en la región de La Araucanía.

Fue fundador y portavoz de la ATM y hace más de un año permanece en prisión preventiva tras ser acusado de participar en un asalto a la caja de compensación Los Héroes de la ciudad de Galvarino. Una versión desmentida por sus defensas y varios testigos, que han negado que el comunero estuviera ese día en la localidad.