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Opinión

29 de Octubre de 2019

[Columna] No instrumentalicen a nuestros niños

Agencia Uno

Desde el gobierno, se ha hablado de poner a los niños primero en la fila. Esa promesa queda vacía, sí es que las reformas no recogen con un sentido de urgencia la profundidad del malestar social.

Mahia Saracostti
Mahia Saracostti
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Políticos del oficialismo y de la oposición toman como bandera de lucha a nuestros niños mientras que la ineficacia, en responder a sus derechos, se ha traspasado de un gobierno a otro.

La sociedad que hoy se levanta ha convivido por décadas con los abusos contra los niños y contra sus padres, que alguna vez también fueron niños.

La situación de la niñez está inherentemente ligada a todas las aspiraciones por las que hoy nuestra sociedad ha inundado las calles, se vincula con los problemas de educación, trabajo, salud, vivienda, transporte, desarrollo social y familiar, seguridad y otros ámbitos de la vida.

Tres décadas han pasado desde que Chile ratificó la Convención Internacional de los Derechos de la Niñez, las mismas tres décadas de abuso que la gente reclama hoy.

Tres décadas escuchando lo mismo. La ley de garantía de derechos de la niñez, por una vereda política, la división del SENAME, por la otra.

Desde el gobierno, se ha hablado de poner a los niños primero en la fila. Esa promesa queda vacía, sí es que las reformas no recogen con un sentido de urgencia la profundidad del malestar social.

Si el nuevo pacto social que la calle reclama se hace sin los niños y jóvenes, estará destinado al fracaso puesto que perpetuará las desigualdades y abusos que vivieron sus padres y abuelos.

Aceptar al niño/a y adolescente ciudadano no implica poner en entredicho a la autoridad parental. Implica reconocerlos como actores claves si queremos alcanzar una vida digna de ser vivida y reducir las desigualdades entre los hijos de Chile.

La red de Universidades Unidas por la Infancia está con los niños, niñas, adolescentes y sus familias, de los distintos territorios de nuestro país. También con sus organizaciones sociales.

Y, a los políticos, les decimos con fuerza que no permitiremos que instrumentalicen a nuestros niños. No nos interesa el corte de cinta ni la foto oficial. Hacer la pega de cara al país es urgente.

El espacio de participación e incidencia de los niños en el pacto social debe quedar a salvo de los oportunistas.

Las Universidades estaremos atentas.

*Mahia Saracostti, Red Universidad Unidas por la Infancia

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